Aznalcóllar, nostalgia de la mina
El Ayuntamiento confía en que, 25 años después del desastre de Boliden, la apertura de una nueva mina acerque el pleno empleo a la zona. El proyecto es rechazado de plano por los ecologistas y su adjudicación está en los tribunales.
Sevilla-Actualizado a
El alcalde de Aznalcóllar, Juan José Fernández Garrido, de IU, lo tiene claro. El Gobierno andaluz, el anterior, del PSOE, y el de ahora, del PP, también. Hay que abrir la mina para reactivar la economía de la comarca. Los ecologistas también lo tienen claro. No hay que abrir la mina: no existe minería verde y es una inversión extractivista que se lleva más de lo que deja.
En la zona se extrae mineral desde la antigüedad –los romanos ya lo hacían–. Está marcada por el trauma de la ruptura de las balsas de lodos tóxicos en 1998, hace 25 años, que anegaron el río Guadiamar y llevaron su porquería hasta el parque de Doñana, liquidando a su paso animales y plantas en uno de los mayores desastres ambientales en España. Ahora, la expectativa de la apertura en próximos meses de una mina subterránea tiene a todo el mundo en ascuas.
La empresa Boliden abandonó Aznalcóllar tras aquel disparate, del que había sido alertada en varias ocasiones. Jamás ha pagado un euro, a pesar de los esfuerzos de las administraciones, que han ganado ya un juicio y esperan otro, que se desarrollará en verano –la Junta pide 90 millones de euros–, para restaurar la zona ni tampoco para indemnizar por los daños. La biodiversidad en el río ha podido recuperarse –hay ahora un corredor verde, repleto de vida–, después de años, pero en la corta queda aún agua embalsada y una escombrera abandonadas tras el desastre, cuya limpieza cuesta otros 100 millones, según el Ayuntamiento.
En 2014, el Gobierno andaluz, entonces en manos del PSOE, puso en marcha un concurso internacional para abrir una nueva mina en Aznalcóllar. Lo ganó la Minera Los Frailes, un consorcio internacional con participación andaluza. Después de varios años, el Gobierno andaluz calcula que queda poco para que el plan reciba la Autorización Ambiental Unificada (AAU) –cuya tramitación sigue en marcha en paralelo al proceso penal abierto tras la reclamación de la empresa que perdió el concurso–, lo que permitirá a la empresa comenzar a trabajar. El periodo de tramitación de permisos, según el Gobierno andaluz, ahora en manos del PP, ha sido "exigente" y "riguroso".
El proyecto de Los Frailes, que ya se ocupa del mantenimiento, se ha comprometido a pagar la restauración de la escombrera. "¿Quien va a poner lo que Boliden no arregló? Si no lo hace esta empresa, ¿quién?Conforme empiecen a sacar producción, empiezan a restaurar", afirma a Público el alcalde de Aznalcóllar, él mismo exminero de Boliden, que gobierna con mayoría absoluta y con el PSOE como única oposición.
Ecologistas en Acción lo ve de otra manera: "Destaca la intención de verter, mediante una tubería de 30 kilómetros desde el recinto minero, al estuario del Guadalquivir, en zona Red Natura 2000 –tras una supuesta depuración– 14 millones de metros cúbicos de aguas ácidas, que actualmente están acumuladas en la corta minera de Los Frailes, abandonada desde 2001. Igualmente se pretende mantener ese vertido continuo durante 17 años de explotación minera". La empresa asegura que todas las aguas serán depuradas con los máximos estándares de calidad. "Hablamos de minas del primer mundo, del siglo XXI, de minas que no deterioran el medio ambiente", afirma el alcalde.
Para Ecologistas, no existe tal cosa como la minería verde, sino que se trata de actividades extractivas, que pretenden "expoliar los recursos de un territorio y amoldar las leyes a su conveniencia, sin responsabilidad ambiental alguna". "Ojalá se nacionalizara" la actividad minera, asegura el alcalde, preguntado por las plusvalías y por la riqueza que se llevan las empresas mineras.
Varias fases
La inversión total que Minera Los Frailes plantea en Aznalcóllar podría alcanzar los 400 millones de euros en varias fases. En esta ocasión, la mina es subterránea y no tiene previstas balsas de lodos, como las que causaron la catástrofe de Boliden. "Es una mina que va sin balsas y que conlleva la restauración de las escombreras. Hay 50 millones de toneladas de material –zinc, cobre, plomo y plata–, 20 años de trabajo, que equivalen a más de 2.000 puestos de trabajo", afirma el alcalde.
Sobre el papel, el proyecto es integral. Los primeros tres años, desde que la empresa reciba la AAU, se dedicarán a preparar la fase de explotación, en las que se extraerá el mineral y que durará unos 20 años. Después, está previsto el periodo de cierre y de rehabilitación, que podría durar una década.
Aznalcóllar tenía en enero de 2022 6.011 habitantes y había perdido casi 200 habitantes desde 2013, según el INE. "La mina es un pilar fundamental para empezar", segura el alcalde. La expectativa es que la apertura de la mina, cuando esté a pleno rendimiento, dé pleno empleo. La localidad tiene hoy una tasa de paro en el entorno del 20% y llegó a estar por encima del 30% hace unos años y en el 10% a principios de siglo. Los cultivos de secano, olivar y cereal aportan ahora buena parte de la actividad económica.
En el pueblo hay cinco centros de infantil, tres de primaria, un instituto, cuatro centros de educación de adultos, una biblioteca pública y un consultorio. "Tenemos médico 24 horas, ambulancia 24 horas, fibra óptica, estamos a 25 minutos de Sevilla, hay autobuses desde las 6 de la mañana cada hora. Y tenemos el PGOU: el pueblo puede crecer si lo necesita con el trabajo en la mina", afirma el alcalde. Nostalgia de la mina.
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