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Bárcenas defiende a su mujer:
“Yo ponía su nombre y hacía un churro para la firma"

A Rosalía Iglesias nunca le interesaron los 178.000 euros ocultos en Suiza y que eran suyos, según la investigación. El extesorero niega pagos de El Bigotes y desmiente que le llamara "Luis el cabrón".

Combo de imágenes de televisión de la Audiencia Nacional de la declaración del extesorero del PP Luis Bárcenas. - EFE

JULIA PÉREZ

SAN FERNANDO DE HENARES.- "Ella no ha firmado las declaraciones de la renta, yo ponía su nombre y hacía un churro para la firma". El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas ha llegado al límite en el juicio de la trama Gürtel para intentar exculpar a su esposa, Rosalía Iglesias, quien se enfrenta a una petición fiscal de 24 años como cooperadora en los delitos de evasión fiscal del político.

Su cortafuegos para excluir a Iglesias de toda responsabilidad ha llegado al punto de haber negado todo conocimiento de ella de los casi 178.000 euros que estaban ocultos en Suiza en la famosa cuenta “Obispado” y que, según la investigación, corresponderían a la propia Iglesias.

"Le explico. A mi mujer no le interesan estos temas, no le han interesado nunca y siguen sin interesarle", ha replicado Bárcenas a preguntas de la abogada defensora de su esposa respecto a un documento del 9 de marzo de 2009 donde Rosalía Iglesias da instrucciones al testaferro Francisco Yáñez –fallecido- sobre la cuenta denominada “Obispado”.

La letra que ordena vender estos activos es de Bárcenas, según ha asegurado él, y la firma de Rosalía Iglesias. Su esposa siempre firmaba sin preguntar, ha insistido.

El matrimonio está en régimen de separación de bienes, “y el patrimonio lo he gestionado siempre yo", quien no hablaba “nunca con ella de negocios y de temas empresariales”. Ella se encargaba de la casa. Tampoco gestionaba su propia cuenta corriente de Caja Madrid: "Cuando yo decidía comprar o vender acciones, daba la orden al banco, rellenaban el impreso y le decía a mi mujer que pasase a firmar al ser la titular de la cuenta".

Bárcenas se ha negado a responder al abogado del Estado y al resto de las acusaciones, tras el “intenso” interrogatorio al que fue sometido el martes por la fiscal, Concepción Sabadell.

El extesorero ha sido interrogado por Luis Vasallo, el defensor de Álvaro Pérez, El Bigotes, de quien ha desmentido haber recibido pago alguno, ni tampoco de Francisco Correa, líder de la trama Gürtel. No tenía relación con El Bigotes y “nunca jamás” le ha llamado “Luis el cabrón”, ni siquiera de manera cariñosa.

La identidad que se esconde tras el apodo “Luis el cabrón” es clave para El Bigotes, porque esta persona recibía de manera periódica dinero de la trama Gúrtel. El Bigotes sostiene que se trata de Luis Delso, expresidente de Isolux, quien le prestó dinero y se lo devolvía a través de los emolumentos que recibía de las empresas de Correa.

En la contabilidad de la trama Gürtel, "Luis el cabrón" aparece como receptor de 72.000 euros en 2007. De probarse que Bárcenas recibió el dinero, se reforzarían las acusaciones de cohecho que recaen sobre él.

Isabel Jordán, gestora de varias empresas de la trama Gürtel, afirmó días después que cuando Correa hablaba de Luis el cabrón se refería al extesorero, pero al día siguiente matizó que simplemente le oyó decir que Bárcenas "es un cabrón".

Bárcenas se enfrenta a 42 años y medio de prisión acusado de asociación ilícita, cohecho, blanqueo, falsedad, apropiación indebida y delitos fiscales por cobrar comisiones a empresarios que resultaron adjudicatarios de obras públicas en gobiernos del PP, así como de quedarse dinero de la contabilidad paralela del partido.

Entre otras cosas, la Fiscalía atribuye a Bárcenas haberse embolsado 1.248.561 euros de esas comisiones cobradas de manos de Correa entre 2000 y 2007, y de haberse apoderado de otros 299.650 euros de la caja B del PP.

Luis Bárcenas tiene pendiente otro juicio sobre la caja B del PP.

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