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Brasil El nuevo ministro de sanidad brasileño dimite tras 29 días por la insensatez de Bolsonaro

El presidente brasileño, que destituyó al anterior ministro, Luiz Henrique Mandetta, por no seguir su línea negacionista, quema también a Nelson Teich, dejando al país sin rumbo en la peor fase de la pandemia.

Pie de foto: El oncólogo Nelson Teich, que sustituyó a Luiz Henrique Mandetta al frente del ministerio de sanidad, contradecía a Bolsonaro en temas como el aislamiento social y el uso de medicamentos no comprobados científicamente. MARCELO CASAL JR/ AGÊNC
El oncólogo Nelson Teich, que sustituyó a Luiz Henrique Mandetta al frente del ministerio de sanidad, contradecía a Bolsonaro en temas como el aislamiento social y el uso de medicamentos no comprobados científicamente. MARCELO CASAL JR/ AGÊNCIA BRASIL.

Nelson Teich parecía ya exministro de sanidad desde el mismo momento en que aceptó el cargo vacante tras la destitución de Luiz Henrique Mandetta. Hoy ha decidido dimitir.

Así "fríe" Jair Bolsonaro a todos aquellos que le contradicen, aunque las actitudes presidenciales estén llevando a Brasil al suicidio en una pandemia que ya deja más de 14.000 fallecidos en el mayor país de América Latina, y que promete mucho más daño. 

La pandemia está dejando a más de 14.000 fallecidos en Brasil

Teich ha estado al frente de la crisis sanitaria, intentando liderar el ministerio de sanidad brasileño, durante 29 días, los mismos días que ha estado tratando de enterarse de cómo funcionaba el ministerio, el Gobierno Federal y el virus en sí mismo.

La crisis no ha comprendido este periodo de adaptación, y los hospitales públicos –federales, estatales y municipales– en varios estados brasileños –São Paulo, Río de Janeiro, Amazonas, Ceará, Fortaleza, Pará– viven en constante colapso, y los privados van por el mismo camino. Bolsonaro obligó a Teich, y a Brasil, a improvisar un plan en mitad del huracán. Y Brasil sigue sin plan. 

A su estilo lento, tímido y con voz baja, Teich ha defendido discretamente –negando al presidente– la necesidad del confinamiento total en ciertas ciudades de Brasil, ahora que el país entra en la peor fase de la pandemia, y ha dudado del uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina en el tratamiento contra la covid-19, descartando el mantra que algún asesor ha inculcado a Bolsonaro y que no deja de repetir, aun sin confirmaciones científicas y alto riesgo de efectos secundarios. 

Teich, oncólogo de profesión, más habituado al sistema privado de sanidad que al público, demuestra con su dimisión –como hace unos días el exjuez Sérgio Moro, exministro de justicia– que una cosa es entrar en el juego del ultraderechista Bolsonaro, y otra muy diferente sacrificar la reputación personal.

Teich ha defendido la necesidad del confinamiento total en ciertas ciudades de Brasil, ahora que el país entra en la peor fase de la pandemia

El último momento incómodo lo vivió hace cuatro días, cuando en plena rueda de prensa se enteró por los periodistas de un decreto del presidente que modificaba los trabajos esenciales habilitados para continuar con la actividad normal.

"¿Ha salido hoy?", preguntó a los presentes. "¿Lo ha dicho ahora?”. Miro hacia su izquierda, buscando ayuda en algún miembro de su gabinete. No la encontró. “Manicura, Gimnasios, Barberías”, iba repitiendo, según le informaba la prensa. “No, eso no es atribución nuestra. Es decisión del presidente". 

Asume temporalmente el cargo liberado por Nelson Teich el número dos del ministerio de sanidad, el general Eduardo Pazuello, lo cual satisface sobremanera al ala militar del Gobierno Federal. Pazuello fue el coordinador de la "Operación Acogida", que se hizo cargo de los refugiados venezolanos que accedían a Brasil sobre todo por la frontera compartida con el estado de Roraima. 

La insensatez del presidente Jair Bolsonaro, el empequeñecimiento constante que está experimentando en los últimos meses, ha provocado inmediato asombro y repulsión en la mayoría de la clase política brasileña.

Se encuentra Bolsonaro, precisamente, intentando conseguir apoyos entre los partidos del denominado Centrão –partidos de centro, centroderecha y derecha en el Congreso Nacional– para evitar una caída que resultaría probable en condiciones normales.

En manos del Tribunal Supremo está, por ejemplo, la investigación iniciada con las denuncias del exministro de justicia, que le acusó de querer intervenir irregularmente en las investigaciones bajo secreto de sumario y en curso en la Policía Federal, para proteger a familiares y amigos.

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