Cargos públicos se preparan para el día después de Ciudadanos
Más de la mitad del grupo parlamentario valora ya sus salidas profesionales fuera de la política. Inés Arrimadas se ha mudado a Jerez y Edmundo Bal piensa en el regreso a la Abogacía del Estado.
Madrid-
Ciudadanos anuncia mudanza de sede a una más céntrica y, sobre todo, mucho más pequeña. Inés Arrimadas deja Madrid y se muda a Jerez. Edmundo Bal renuncia a seguir luchando por el control del partido. Estos tres titulares de los últimos diez días explican la situación de una formación política para la que el éxito consiste en no desaparecer "del todo". Y en ese "del todo" que pronuncia un destacado dirigente del partido se atisba ya el último paso del duelo (muerte política en este caso): la aceptación.
Las heridas de la guerra entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal, que se cerró en falso con una nueva dirección de la que no forman parte ninguno de los dos, no han cicatrizado ni lo harán. El partido ha pacificado su convivencia, pero las inmensas diferencias políticas que afloraron después del verano persisten hasta el punto de que afrontan la realidad de manera opuesta. "El 28M vamos a salir mejor parados de lo que la gente cree", dice una fuente de la formación. "Vamos a desaparecer en casi todos los sitios", asegura otra, convencida.
Hay, sin embargo, un punto en común y es que lo que suceda el próximo 28 de mayo será definitorio, si no definitivo. Distintas fuentes de Ciudadanos reconocen en conversaciones con Público que si consiguen "aguantar" a Begoña Villacís en el ayuntamiento de Madrid —en este momento las encuestas se mueven entra un concejal o ninguno—, la imagen del día después de las elecciones será "distinta". Confían también en cosechar buenos resultados en Marbella, por ejemplo, y en algunos municipios de Catalunya. Lo cierto es que, dando por perdida la presencia en los gobiernos autonómicos, las victorias serán relativas y muy excepcionales.
¿Serán suficientes para validar la continuidad del proyecto político? Es la pregunta que se hacen también algunos cargos públicos del partido que ya han asumido que en la próxima legislatura la presencia de Ciudadanos en el Congreso será, en el mejor de los casos, testimonial.
“Nadie está pensando en repetir”
Así, toca preparase para el día después de la política. "Seríamos ingenuos si no lo hiciéramos", dice uno de los nueve diputados de la formación naranja. "He recibido ofertas de la empresa privada que estoy valorando, claro", dice otra. "Nadie está pensando en repetir", zanjan. Este es un mensaje que no se pueden permitir trasladar en público en puertas de unas elecciones, pero que sobrevuela desde hace tiempo.
La mudanza de Inés Arrimadas, que ha trasladado su domicilio de Madrid a Jerez, ha sido la señal más clara de esta recolocación personal que están haciendo los dirigentes de Ciudadanos. La expresidenta del partido, madre de dos hijos y con unas responsabilidades políticas que ya no son lo que eran, ha hecho las maletas "para poder tener cerca a la familia", según contó ella misma a través de sus redes sociales. Con este cambio de residencia se ha especulado sobre un acercamiento al PP de Cádiz que ella misma y su entorno niegan con rotundidad. Arrimadas sí ha reconocido en una entrevista con el diario El Mundo que su futuro político es algo que tiene que "decidir".
Edmundo Bal también ha anunciado cambios: no seguirá en la carrera por el control del partido que prometió tras perder las primarias contra la candidatura de Adrián Vázquez y Patricia Guasp. El abogado del Estado no quiere asumir el desgaste personal que cree que le pasaría otra lucha contra el aparato de la formación. La próxima legislatura pillará a Bal en la abogacía del Estado o en la empresa privada, aseguran fuentes de su entorno.
"Nos echarán de la política"
Como él, otros diputados de Ciudadanos están valorando las opciones profesionales que les esperan fuera de la política. "No es que dejemos la política, es que nos echarán", resume uno de ellos en conversación telefónica con este periódico.
Frente a esto, la nueva dirección encabezada por Vázquez —que tiene el cargo de eurodiputado asegurado hasta junio de 2024— y Guasp — candidata por Cs al Parlament balear y en permiso de excedencia de su puesto en la consultora PwC—, persiste en su intención de reconstruir el proyecto político que rozó el sorpasso al PP. Lo harán pase lo que pase el 28 de mayo en una sede más pequeña, "ecofriendly" y en el centro la capital. Es una declaración de intenciones.
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