Este artículo se publicó hace 2 años.
Cerca de 400 presos fueron atados con correas a una cama en 2021
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura insta a Instituciones Penitenciarias a adoptar medidas para "reducir la aplicación de medios coercitivos" en las cárceles. Advierte que en los registros de las cárceles hay escasos datos al respecto.
Bilbao-Actualizado a
Las polémicas medidas de sujeción mecánica con correas siguen presentes en el interior de las cárceles y centros de internamiento de menores. Así lo ha detectado el Defensor del Pueblo en el último informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNTP), que vuelve a dejar en evidencia la brecha existente entre las peticiones de dicho organismo y la realidad que se vive en los centros penitenciarios.
"Como dato relevante se puede destacar que durante 2021, en el ámbito de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, hubo 3.600 sujeciones mecánicas", subraya el documento entregado días atrás en el Congreso.
En ese apartado del informe, señala que se detectaron 148 casos de presos atados con correas "por motivos sanitarios" y otros 251 a los que también se aplicó dicho método, lo que implica un total de 399 episodios en los que se recurrió a esa cuestionada técnica.
De acuerdo al protocolo vigente en Instituciones Penitenciarias, la "sujeción mecánica de temporalidad prolongada" –aquella cuya duración excede de media hora– conlleva la utilización de las correas homologadas en celda habilitada al efecto".
"En la dependencia y cama especialmente dispuesta de antemano para ello, se tenderá al interno en posición de decúbito supino (boca arriba), semi-incorporado, procediéndose a su sujeción en el siguiente orden: extremidades inferiores, cinturón abdominal y extremidades superiores", describe el protocolo.
Frente a esa línea de actuación, el Defensor del Pueblo vuelve a recordar que "la óptima gestión del conflicto es aquella que trabaja para que la aplicación de los medios coercitivos se reduzca al máximo, de una manera progresiva" una idea que "debe ser especialmente aplicada en las sujeciones mecánicas con correas".
De hecho, este organismo sostiene que "se debe trabajar para intentar abolirlas a largo plazo si se considera posible". Por tales motivos, formuló una recomendación a Instituciones Penitenciarias en la que insta a "tender a la reducción al máximo de la aplicación de sujeciones mecánicas con correas como aplicación de medio coercitivo, con el objetivo a largo plazo de su supresión total".
En su informe, el Defensor del Pueblo insta además a "incrementar la formación del personal sanitario y de vigilancia sobre la técnica de realización de las contenciones mecánicas". Además, "la Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias debe tener una posición alternativa global para reducir la aplicación de medios coercitivos e intentar, a la vez, reducir los incidentes y la conflictividad en las cárceles en que proceda".
"La contención mecánica no debe aplicarse nunca. Los protocolos fallan sistemáticamente", resume Jorge del Cura, miembro del Centro de Documentación contra la Tortura. En tal sentido, subraya que "en caso de ser necesaria, una contención puede durar media hora, pero no 8, 24 o 36 horas, como ha habido casos".
"No solo es la contención mecánica por la fuerza que conlleva y la situación de indefensión, sino las condiciones totalmente humillantes en las que se lleva a cabo", remarcó.
Intentos de suicidio
Hay otro dato alarmante. "En las revisiones que se hacen de las aplicaciones de medios coercitivos, el MNP todavía observa que se aplican sujeciones mecánicas prolongadas por intentos de suicidio", una "práctica cuestionable" que también ha sido observada por el Comité para la Prevención de la Tortura.
Por ello, el Defensor se vio obligado a pedir a Interior que dicte las órdenes oportunas para que "en casos de intentos de suicidio no se aplican las sujeciones mecánicas con correas por motivos regimentales".
Falta de información
En los centros visitados dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, el MNP observó que los sistemas de registros basados en libros no contienen información completa sobre el motivo de aplicación del medio coercitivo concreto, más allá de la fecha y hora de inicio y cese, nombre del interno y firma del jefe de servicios y el director", mientras que en el formato digital "se añade una mínima descripción del incidente y el lugar".
Ante esta situación, el MNP recomendó "aprobar un libro de medios coercitivos para los centros penitenciarios dependientes de esa Administración en el que figure toda la información relevante de la medida aplicada, incluyendo el motivo detallado del medio coercitivo aplicado, los funcionarios implicados, así como la hora y fecha de comunicación a la autoridad correspondiente".
Tras visitar la cárcel de Sevilla II, el Defensor del Pueblo reclamó a Instituciones Penitenciarias que se remitan al juzgado y a la fiscalía de vigilancia penitenciaria "las imágenes grabadas de las sujeciones mecánicas con correa practicadas".
En el caso de ese centro, pidió además que se emita "un informe por parte de la inspección penitenciaria de proporcionalidad, oportunidad y práctica de las sujeciones prolongadas que se hagan en cada centro penitenciario".
Centros de menores
El documento apunta también hacia las medidas de sujeción con correas en los centros de menores, sobre los que subyace un trágico antecedente: en 2019, el joven Iliass Tahiri murió en el Centro de Menores de Tierras de Oria en Almería tras ser atado a su cama con correas y boca abajo por los guardias del centro. El caso fue archivado por el juzgado y posteriormente reabierto por la Audiencia Provincial de Almería. En diciembre pasado, la Fiscalía se pronunció a favor del archivo definitivo de la causa.
En esa línea, el Defensor del Pueblo recuerda que en el informe anual del Mecanismo Nacional de Prevención de 2020 se recogía una Recomendación al Ministerio de Justicia "para que fuera abolida la sujeción mecánica en los centros de internamiento para menores infractores en todo el territorio nacional", lo cual fue aceptado por la Administración.
"Según se ha informado al MNP, en ninguno de los centros visitados durante el
año 2021 se utilizaba la sujeción mecánica mediante correas a una cama", describe el informe. Sin embargo, el Defensor del Pueblo señala que en una visita al centro de internamiento de menores El Molino de Almería "disponía de dos habitaciones preparadas para la aplicación de sujeciones mecánicas mediante correas". La sugerencia efectuada a la administración para que retirasen estas dos camas "ha sido aceptada".
Algo parecido ocurrió en la visita al centro de Zaragoza, donde el MNP "apreció que tenían un protocolo de seguridad y normas de funcionamiento que incluía la sujeción mecánica mediante correas homologadas". En este caso, la "recomendación formulada a la Administración para que se eliminara la
referencia a la sujeción mecánica y trasladaran a las personas que trabajan en el centro la prohibición de este medio coercitivo" también ha sido aceptada.
"Inmovilizar a menores mediante correas a una cama o a un objeto fijo es un uso desproporcionado de la fuerza y una medida incongruente con los criterios de un centro de ese tipo, que debe tener una orientación educativa y de reintegración social de los menores", subraya el documento.
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