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moción de censura y elecciones en Madrid Podemos cree que el tsunami autonómico refuerza al Gobierno, pero vigila el acercamiento entre Sánchez y Arrimadas

La pérdida del poder territorial de la derecha y la ruptura de varios gobiernos conservadores contrastan con un Ejecutivo central que, pese a la existencia de diferencias y conflictos, no peligra. La jugada de PSOE y Ciudadanos acerca de nuevo a los socialistas a los de Arrimadas, aunque los de Iglesias saben que no tienen números para establecer una alianza estable.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la líder de Cs, Inés Arrimadas, en una imagen de archivo.

El radical cambio de los escenarios políticos de Murcia y Madrid, que amenaza con extenderse a Castilla y León, también tiene su repercusión en el Gobierno de coalición. Los partidos que conforman el Ejecutivo han asistido a este tsunami autonómico, pero uno lo ha hecho en calidad de espectador, mientras que el otro ha sido uno de los protagonistas principales.

De esta manera, el PSOE y Ciudadanos se han aliado para que en Murcia se vaya a perpetrar un cambio en los gobiernos autonómico y local, lo que ha terminado dinamitando el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid; mientras que Unidas Podemos no ha tenido papel en una estrategia que, de nuevo (y ya ha sucedido en varias ocasiones durante la legislatura), acerca a Pedro Sánchez y a Inés Arrimadas.

La lectura que se hace desde la formación morada acerca del terremoto político del miércoles es, en general, positiva. El PP ha perdido un poder territorial muy valioso en Murcia y corre el riesgo de que esta situación se repita en Madrid, una comunidad que parece abocada a las elecciones. Además, aunque en Castilla y León parece que la coalición entre los conservadores y Ciudadanos se mantendrá, el PSOE podría provocar un desgaste importante a través de su moción de censura y dividir a los de Francisco Igea.

También hay lectura en lo que se refiere al Ejecutivo estatal, que, a juicio de los dos socios de la coalición, sale bien parado en la comparativa con las coaliciones de derechas en los gobiernos autonómicos. Mientras el PP y Ciudadanos rompen en Murcia y Madrid, Sánchez e Iglesias, con sus diferencias y conflictos, no corren riesgo de ruptura y están convencidos de que agotarán la legislatura.

Más allá de la imagen del Gobierno de coalición, la alianza entre el PSOE y Ciudadanos en Murcia resucita de nuevo la teoría de la geometría variable que los socialistas defienden desde hace tiempo. En el Ejecutivo y entre los de Sánchez hay satisfacción por el giro dado por Cs al apoyar la moción de censura en la región y no ocultan que mejorar el entendimiento con el partido naranja abre posibilidades también en la política nacional, sobre todo en lo que se refiere a contar con su apoyo parlamentario, informa Manuel Sánchez.

Sin embargo, fuentes socialistas aseguran que esto no hace el más mínimo rasguño al Gobierno de coalición, que las medidas políticas se seguirán pactando con Unidas Podemos y que el acuerdo programático pactado con el partido morado sigue plenamente vigente. Para el PSOE, lo fundamental de este giro es que Ciudadanos parece haberse salido de la llamada "foto de Colón" y que pueden establecerse vías de entendimiento en determinados temas. En este sentido, recuerdan que el Gobierno de coalición sólo tiene 155 diputados en el Congreso, y que los diez diputados del partido de Arrimadas pueden ser fundamentales en determinadas votaciones.

Tercer acercamiento entre PSOE y Ciudadanos

En el PSOE, además, también se valora que Unidas Podemos haya mostrado su apoyo para desalojar a los gobiernos autonómicos dirigidos por PP y Vox. Este sería el tercer acercamiento entre Sánchez y Arrimadas en lo que va de legislatura. A pesar de que tras la investidura del líder socialista Ciudadanos entró de lleno en la misma estrategia de confrontación con el Ejecutivo que llevaron a cabo los de Casado y los de Abascal, la llegada de la pandemia del coronavirus cambió su rol.

El partido naranja apostó por salvar las últimas prórrogas del estado de alarma decretado por el Gobierno para luchar contra la enfermedad, lo que terminó por abrirles las puertas para ser, nada más y nada menos, que un socio en los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, fue en la tramitación de las cuentas cuando se constató el principio que parece dinamitar cualquier posible acercamiento entre Sánchez y Arrimadas: el paso que acerca al PSOE a Ciudadanos es el mismo que lo aleja del bloque de la investidura.

Pese a que a los socialistas les gusta la idea de tener a mano la posibilidad de sumar con la formación naranja, los socios de la investidura ya han dejado claro que son incompatibles con Ciudadanos. La primera batalla por definir las relaciones del PSOE en el Congreso la ganó el bloque, después de que Sánchez e Iglesias sacaran adelante las cuentas con ERC, EH Bildu, el PNV y el resto de formaciones que habían facilitado la investidura.

El vicepresidente segundo del Gobierno trabajó en ese momento para consolidar el bloque y decantar la balanza hacia estas formaciones. De hecho, un mes antes de la votación crucial que se tenía que dar en el Congreso para mantener viva la tramitación de los Presupuestos, Iglesias ya había logrado el apoyo de EH Bildu a las cuentas, mientras Ciudadanos seguía sin decidirse a dar su apoyo.

El objetivo de Unidas Podemos es evolucionar el denominado bloque de investidura hacia un "bloque de legislatura" que dé estabilidad en el largo plazo a un Ejecutivo que tiene que afrontar el diálogo territorial con Catalunya. Para la formación morada, Ciudadanos es totalmente incompatible con esta hoja de ruta, y también con muchas de las medidas sociales pactadas en el acuerdo de coalición.

Está por ver si la alianza entre los de Sánchez y los de Arrimadas trasciende a Murcia (y si en la Comunidad de Madrid se concreta un frente contra una Isabel Díaz Ayuso que el miércoles cesó de forma fulminante a Ignacio Aguado y a todos los consejeros de la formación naranja). Sin embargo, en la formación morada recuerdan que "si el PSOE y Unidas Podemos son solo 155, aunque fuimos más de 180 en los Presupuestos, el PSOE y Ciudadanos son 130, y no tienen nada fácil encontrar socios con los que sumar".

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