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Elecciones autonómicas y municipales 2023
análisis

Doñana y la sanidad pública, arietes de la izquierda andaluza contra la mayoría absoluta de Moreno Bonilla

"¿Qué ha pasado con la imagen de moderación? Parece empecinado en convertirse en un conductor suicida, que va contra todos los criterios avalados por la ciencia y la responsabilidad institucional", afirma la portavoz de Por Andalucía.

Nueva pasarela de Cuesta Maneli en el Espacio Natural de Doñana. (Almonte, Huelva, Andalucía, España), a 09 de junio de 2020.
Nueva pasarela de Cuesta Maneli en el Espacio Natural de Doñana. (Almonte, Huelva, Andalucía, España), a 09 de junio de 2020. María José López / Europa Press

Esta semana, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, cómodamente asentado en el cargo merced a su mayoría absoluta, que trimestre tras trimestre refrendan las encuestas del Centro de Estudios Andaluces, ha afrontado ruido y polémica después de tomar dos decisiones, una en el ámbito sanitario, otra en el ambiental, de la mano de la ultraderecha, que han generado fuerte contestación porque se alejan del consenso y de la centralidad.

Su decisión de aliarse con Vox y hacer caso omiso de las advertencias de Europa –sobre España pesa una sentencia por no cuidar los acuíferos– y de la ciencia –el CSIC afirma que el estado de Doñana es "crítico"–, para avanzar en la aprobación de una ampliación de las zonas regables en el entorno del Parque Nacional de Doñana, unida a la orden que fija los precios de los conciertos sanitarios, en la que por primera vez se tasan las consultas de Atención Primaria han provocado que la izquierda andaluza –con el apoyo del Gobierno central– se levante del diván y pase a la ofensiva, con la que busca el desgaste del PP en Andalucía, hoy dominante.

La cercanía de las elecciones municipales contribuye a exacerbar los ánimos en los cuarteles generales de los partidos, lo cual también lleva –más allá del rechazo a una proposición de ley– a elevar los decibelios. Gruesas declaraciones van y vienen, se cruzan entre Madrid y Sevilla, entre el Gobierno y la Junta y la fotografía de la diputada de Adelante Andalucía Maribel Mora echando arena sobre la mesa vacía del escaño del presidente ha dado la vuelta al país.

La ofensiva de la izquierda a cuenta de Doñana llega después del desgaste asumido por Moreno por mantener –a pesar de haber firmado suavizarla sobremanera con CCOO y UGT– todavía la orden que permite externalizar la Atención Primaria. El asunto de Doñana le puede dar un puñado de votos al PP en la comarca, pero también le aleja de manera clara de la centralidad, al hacerlo de la mano de la ultraderecha y desoyendo las advertencias de los especialistas y de la evidencia científica: no hay agua y por tanto, hay que trabajar por reducir la presión sobre los recursos hídricos.

Esto ha llevado a la izquierda a acusarlo de "negacionista" del cambio climático. "¿Qué le ha pasado a usted con la mayoría absoluta? ¿Lo ha cambiado o lo ha desnudado?", le espetó este jueves la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, una de las diputadas que mejor leen al presidente. "¿Qué ha pasado con esa imagen suya de moderación que hemos construido entre todos [por el uso de fondos públicos de la Junta que ha destinado a crearla]? Parece ahora empecinado en convertirse en un conductor suicida –agregó Nieto, apoyándose en un verso de Joaquín Sabina–, que va en dirección contraria a todos los criterios avalados por la ciencia y la responsabilidad institucional".

Nieto cerró con una velada referencia irónica al libro de Mariano Rajoy, titulado Política para adultos: "No puede seguir haciendo política infantil. No oye la calle ni se preocupa por el tejido económico que depende del agua de Doñana. Esta política hace estragos, no sirve y no resuelve los problemas. Tiene que cambiar de dirección. No puede ponernos en evidencia. Estamos haciendo el ridículo. Y se lo van a decir".

Moreno se reafirmó en su apuesta para Doñana, que llega a las puertas de las municipales, y tachó de "a veces simplonas, motivadas por la cercanía del 28M", las críticas de Nieto. También las rechazó por "exageradas".

"Si viene y dice que vamos a hacer un rodillo y que vamos a privatizar la sanidad –afirmó Moreno– no se lo cree una mayoría, porque no es real. Si me habla de catástrofe sobrenatural donde va a ir a la completa ruina, hay una parte muy importante de la provincia [de Huelva] que no la va a entender. Dice que pierdo la calle, dese un paseo por Huelva, pase por el Condado, pregunte a los cientos de trabajadores. Este es un problema [el de los regadíos] que yo no he creado. Este es un problema heredado. A veces tengo la sensación de que le hace el trabajo sucio al PSOE después de 40 años. No entiendo por qué no marca una singularidad propia, por qué no condena a una vicepresidenta que habla del rinconcito de Andalucía ¿Usted cree razonable que se nos golpee de esa manera? Esta ley la llevaba en el programa. No hemos engañado a nadie y menos a la provincia de Huelva: es la única alternativa para sacar a decenas de familias de la alegalidad y proteger al mismo tiempo a Doñana".

Jirones

El presidente admitió durante un debate este jueves en el Parlamento en el que Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz, le apretó con Doñana que gobernar no era sencillo y que implicaba un desgaste. En el PP andaluz saben que esta, la de Doñana, es una jugada de doble filo y confían, lo que es muy dudoso que suceda, en que el ruido termine pronto. "Un gobierno serio tiene la responsabilidad de dar respuesta a los problemas. ¿Cuál es la política del PSOE? La de dejar que los problemas se pudran. Cuando uno gobierna tiene que encarar [los asuntos], claro que uno se deja jirones, claro que es complicado gestionar. Este gobierno toma decisiones, se arriesga y toma soluciones".

Espadas replicó: "Esto es un gran engaño al que somete a los agricultores de la comarca. Ustedes cambian el uso de los terrenos para que se riegue legalmente. La obtención de derechos de agua que dependen de infraestructuras [no dice que] esas aguas ya están distribuidas a zonas regables con concesión. Usted está engañando a los agricultores. Le pido que se moje, ¿Qué aguas superficiales les está prometiendo a esos agricultores?. Les dice que les va a llevar agua del trasvase del Tinto-Piedras-Odiel, y eso es falso, es la gran mentira".

El Gobierno andaluz sostiene lo contrario que Espadas: "La afirmación del portavoz del PSOE asegurando que los 19,99 hm3 del trasvase Tinto-Odiel-Piedras están repartidos ya, no puede ser así: la ley del trasvase establece la creación de una comisión de gestión técnica que es la que debe, entre otras funciones, redactar las normas de explotación del trasvase, definiendo los volúmenes transferibles. Pues bien, esa comisión se creó en febrero de 2022, la Junta de Andalucía designó a sus representantes en junio de 2022 y hasta la fecha no ha sido convocada ni una sola vez. Por tanto, sólo se han podido repartir los 1,66 hm3 autorizados antes de la aprobación de  esa ley".

"El PSOE no tiene política de agua. Esto es un problema que podrían haber arreglado, que dejaron enconado, por su miopía y ideología. Hablamos aquí de ordenación del territorio. Hemos pedido al ministerio que se siente y no ha querido sentarse", dijo Moreno.

El 23 de febrero pasado, el consejero Ramón Fernández Pacheco envió una misiva al secretario de Estado, Hugo Morán, para hablar de Doñana. Morán "se reunió con el consejero al poco de ser nombrado, el 28 de diciembre de 2022, de forma telemática. Y  volvieron a reunirse el 27 de febrero. "Volvió a comprometerse… pero nada. Hasta hoy", lamentan fuentes de Presidencia de la Junta. "En esa reunión (Morán) le trasladó el rechazo total a la proposición de ley", aseguran en el ministerio. Las posiciones son completamente opuestas a día de hoy.

Al rescate de Moreno acudió esta vez Alberto Núñez Feijóo, en un significativo cambio de roles –hasta ahora era Moreno el que apuntalaba a Feijóo–, después de que el Gobierno de España, la vicepresidenta Teresa Ribera, se lanzara en tromba contra el presidente de la Junta y lo tachara de "señorito" arrogante "que dispara con pólvora del rey a un elevado coste para todos los demás y sin ningún fundamento de garantía y ninguna viabilidad, por eso digo que creo que le desacredita, le desacredita como persona que se supone tiene que defender el interés general, el interés particular".

"Y además, ha traspasado otra línea, que es llamar señorito soberbio al presidente legítimo de la Junta de Andalucía y considerar que Andalucía es una esquinita del territorio español", dijo Feijóo. "Lo primero que tiene que hacer el Gobierno de España es tener un mínimo de rigor en su política hidráulica, dejar de enfrentar a las comunidades autónomas y dejar tirados a centenares de familias que están buscando una solución", dijo Feijóó. 

Bandera de Andalucía

El propio Moreno y el PP, frente a la gruesa crítica que busca desgastar al considerado principal activo electoral de la derecha, trataron de nuevo de envolverse en la bandera andaluza y de convertir este asunto, como ya hicieron con los impuestos a quienes más tienen, en un ataque a la autonomía de Andalucía.

"Hay una cosa que me empieza a molestar: esa actitud con la que nos trata el Gobierno de España. ¿Sabremos nosotros mucho mejor que convivimos con los problemas que un equipo instalado en el mando a distancia? ¿Dónde está el autonomismo del PSOE? No voy a permitir más trato con desdén. […] No va a venir nadie desde un ático de la Castellana a decirnos lo que tenemos que hacer. No voy a tolerar esa actitud displicente con el Gobierno andaluz", dijo Moreno.

Más derechos de agua en Doñana, sin embargo, es un tema, como aquél del impuesto del Patrimonio que el PP andaluz ha querido eliminar, que solo interesa a unos pocos –a los más ricos entonces y ahora a los propietarios que se quedaron fuera de los regadíos en el año 2014 y que verán recalificadas sus tierras, si se aprueba la ley, con el aumento de valor consiguiente– y que pone en cuestión a todo un sector. Además, la izquierda tiene a mano en este tema el argumento de que no se hizo el 4D y el 28F, la autonomía andaluza, para beneficiar a los que más tienen y a unos cuantos propietarios, sino para todo lo contrario.

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