La excepcionalidad se ha convertido en costumbre —valga la contradicción— en el Parlamento nacional. La ultraderecha salvó  —aparentemente sin saberlo— uno de los decretos más importantes, el de los fondos europeos, que el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos llevó al Congreso el jueves. La dirección de Vox decidió abstenerse el miércoles y así se lo comunicó a sus diputados, la mayoría de los cuales no asiste presencialmente a los plenos debido a la covid-19. Su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, protagonizó un discurso contradictorio en tribuna: contra el decreto pero a favor de una rápida tramitación. Gracias a esta abstención y al 'sí' del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu, el decreto salió adelante.

Esta anómala suma ha servido al Partido Popular para situar a la formación de Santiago Abascal como "salvavidas" de Pedro Sánchez. Los principales dirigentes del PP salieron al ataque contra los ultraderechistas, a escasas horas de que comenzara la campaña electoral en Catalunya, clave para entender la beligerancia de los populares hacia sus competidores por la derecha. 

"Luego vendrán con mociones de censura, pero Vox es un salvavidas para Sánchez", apostilló el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en Twitter. "Vox y Bildu y salvaron el sistema clientelar que el Gobierno impone en el reparto de los fondos europeos", expuso. En la misma red social, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, reprochó a Vox que permitiera la aprobación de un "decreto peronista"

El PP inició así una campaña alimentada desde las redes sociales por la plana mayor de la formación conservadora. Aprovechando la coyuntura catalana, García Egea situó en el mismo plano a los ultraderechistas y al partido abertzale, pese a que los de Santiago Abascal quieren ilegalizar a la formación vasca. "Vox y Bildu garantizan la legislatura de Pedro Sánchez dándole todo el poder sobre 140.000 millones de euros. Primeras imágenes de la pegada de carteles en Cataluña (sic)", señaló. 

El líder del PP, Pablo Casado, también acusó a los ultraderechistas de dar "un cheque en blanco" a Sánchez con los fondos de 140.000 millones de euros comprometidos por la Comisión Europea a España, para que el Ejecutivo haga "lo que le dé la gana" con ese dinero, pese a que las ayudas están muy condicionadas. Un mensaje similar al que transmitió el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Montesinos, que censuró que Vox había salido "al rescate" de Sánchez y del vicepresidente segundo Pablo Iglesias. 

Las fuentes consultadas en el PP por Público creen que Vox contaba con que Ciudadanos se abstendría y sus 52 votos no serían decisivos para sacar el decreto adelante y que ahora "tratan de justificarse" ante sus votantes. "Se han equivocado, pero no lo admitirán", asegura una diputada a este diario. "Repiten el argumentario como papagayos, pero ni ellos mismos se creen lo que dicen", señala un veterano senador. "La ultraderechita amable", ironiza. Un dardo dirigido a los principales dirigentes de Vox, que se han referido al PP en varias ocasiones como la "derechita cobarde".

Vox despliega una campaña en redes para justificar su voto

Espinosa de los Monteros tuvo que dar explicaciones a través de Twitter para salir del atolladero. En una retahíla de tuis, el portavoz ultra defendió que lo más importante para su grupo era que los fondos llegaran "cuanto antes" y recordó que su tramitación continuará ahora como proyecto de ley, abriendo a los grupos parlamentarios la posibilidad de introducir cambios. "¿Qué hubiera pasado si no se aprueba? Sólo que perdemos tiempo. El PSOE tendría que haber contentado a ERC con un reparto más a su gusto", justificó.

Un argumento que la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, replicó preguntando por qué no habían aplicado ese criterio hasta ahora. Los ultraderechistas han votado sistemáticamente en contra de todo lo que ha propuesto el Gobierno, incluyendo un estado de alarma cuya función es "proteger a los ciudadanos", en palabras de Arrimadas. 

Los populares también se preguntaron por qué los ultras han pasado "de presentar una moción de censura perdida antes de presentarse, a darle a Sánchez todo el poder para el reparto de los fondos europeos". "En Vox son capaces de todo y, a la vez, incapaces de hacer una oposición responsable y efectiva". 

Como consecuencia a la polémica, Vox ha intensificado sus acciones tanto en redes sociales como en los medios de comunicación para intentar explicar su postura. Su secretaria general en el Congreso, Macarena Olona, defendió que los fondos europeos son "la única tabla de salvación" de los ciudadanos en un momento de "abismo inminente". "Entre dar una bofetada al Gobierno (y obligarle a negociar con ERC) o salvar a los españoles, PP y Cs han decidido con un cálculo electoral", reprochó.

Los ultras critican la beligerancia de PP y Ciudadanos en su contra como consecuencia del inicio de la campaña catalana. "Estáis desesperados. No os atrevéis a criticar a la izquierda y os pensáis que atacando a Vox vais a conseguir algo bueno para los españoles", respondió el partido de Abascal apuntando además al PP que se "equivoca" de enemigo.

El temido 'sorpasso' de Vox al PP

El Partido Popular de Catalunya (PPC) espera doblar el resultado que obtuvo en 2017, cuando solo logró cuatro escaños, pero Vox amenaza con superar los resultados de su candidato, Alejandro Fernández. Las últimas encuestas dan a los populares entre 6 y 8 diputados, una cifra que no llega a los 11 conseguidos en 2015. La obsesión de Fernández es superar a los ultraderechistas holgadamente, tanto en votos como en escaños y ser decisivos en la formación de gobierno.

La estrategia del PP se basa en presumir de gestión y evitar la cuestión independentista, un terreno en el que saben que Vox les adelanta por la —extrema—derecha. Para ello, la dirección nacional movilizará a sus barones territoriales. El PP catalán ha pedido a la presidenta Isabel Díaz Ayuso que abra la campaña junto a Alejandro Fernández este sábado.

Los populares en Catalunya también quieren contar con Cayetana Álvarez de Toledo, exportavoz del PP en el Congreso y antigua 'protegida' de Casado. A diferencia de Génova, el PPC creen que el discurso duro de ambas —valorado por los votantes más a la derecha del PP— supone un "revulsivo" contra Vox, apuntan fuentes de la formación.