El empresario José Luis Ulibarri está imputado en el caso de corrupción Púnica, si bien asegura no conocer ni a Francisco Granados ni "a nadie" de la trama por la que también están investigadas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. No conoce ni a Granados, ni a ningún otro imputado, trasladan fuentes jurídicas. También se desvincula del pago de 109.733 euros a cambio de adjudicaciones.

El empresario ha comparecido como investigado este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal, en el marco de la pieza 8 de la trama Púnica. Esta pieza se centra en las actividades de Granados, otrora hombre fuerte de Aguirre en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Ulibarri preside la constructora Begar y es dueño de medios de comuncación regionales como Diario de León, El Correo de Burgos o Diario de Valladolid, además de copropietario de Radio Televisión de Castilla y León.

Se da la circunstancia de que también está imputado en el caso Gürtel, en el que la Fiscalía reclama para él más de siete años de cárcel por la adjudicación de unos terrenos en Boadilla del Monte (Madrid). Además, en 2018 pasó dos meses en prisión provisional, esta vez por el caso Enrredadera.

Según la investigación, desde la constructora Begar elaboró una "facturación mendaz" con el pago de comisiones a David Marjaliza, socio de Granados en la trama y actual colaborador de la justicia, por un importe superior a los 109.000 euros, para granjearse la adjudicación de la construcción de la línea 10 de Metro de Madrid, otro tramo de Metro Norte y la nueva línea de Boadilla. De hecho, el empresario Marjaliza reconoció haber mediado en favor de Begar en licitaciones públicas, según el último auto de la Audiencia Nacional sobre esta investigación.