ERC y PSC batallan en Lleida y cortejan el espacio municipal postconvergente en la provincia
El próximo 28 de mayo, los republicanos intentarán retener la alcaldía de la capital de Ponent que el PSC ocupó durante cuatro décadas
Rosa Matas
Lleida-Actualizado a
Altos cargos socialistas comiendo con destacados alcaldes del espacio postconvergente en un restaurante de las afueras de Lleida en plena precampaña de las elecciones municipales del 28 mayo. Ese almuerzo, en un establecimiento de comida rápida, es una imagen hablante de las perspectivas de la campaña en la provincia en la que ERC y alcaldables postconvergentes también han estado flirteando, en la que Aran Amassa y ERC han sumado fuerzas en Aran mientras se prepara el gran combate municipal: el del Ayuntamiento de Lleida.
Miquel Pueyo (ERC) batalla por conservar su vara de mando con el exalcalde socialista Fèlix Larrosa, que en 2019 perdió el Ayuntamiento para su partido después de 40 años de mandatos socialistas por 81 votos. ERC logró la alcaldía con un gobierno ERC-Junts-El Comú, del que los comuns salieron en julio de 2021, forzados por los republicanos.
Miquel Pueyo (ERC) batalla por conservar su vara de mando con el exalcalde socialista Fèlix Larrosa
Miquel Pueyo (ERC) y Fèlix Larrosa (PSC) se disputan la alcaldía con el primer teniente de alcalde de Junts, Toni Postius, en unos comicios en los que Maria Burrel de Ciudadanos pelea con la que fuera su líder, Ángeles Ribes, ahora en Valents y el PP de Xavi Palau.
Laura Bergés, que encabeza por primera vez la lista de El Comú, aspira a mantener los dos concejales; el alcaldable de la CUP, Ruben Cobo, a recuperar la representatividad del mandato anterior; y la de Vox, Gloria Rico, a entrar por primera vez en el Ayuntamiento, igual que el alcaldable de la candidatura Activem Lleida, que se presenta en Ara Pacte Local, Domènec Vila.
Mientras empiezan a llegar las listas electorales a los juzgados, el Ayuntamiento, cumpliendo un requerimiento de la Junta Electoral de Zona por una denuncia de Valents ha retirado este jueves de sus fachadas un lazo y una pancarta con el lema Llibertat persones preses polítiques i exiliades. Free political prisoners and exiles (Libertad personas presas políticas y exiliadas. Exiliados y presos políticos libres).
En un ayuntamiento con 27 concejales, siete son de ERC, otros siete del PSC, cinco de Junts, dos de El Comú, otros dos del PP, Ciudadanos tiene una concejal y tres son no adscritos (dos expulsados de Ciudadanos, ahora en Valents, y Sergio González, expulsado de Junts y ahora miembro de la lista del PP para las elecciones de mayo) la gobernabilidad es compleja. Si gana Larrosa su dificultad será encontrar compañía estable para un acuerdo de gobierno sólido. Si gana Pueyo necesita que Junts también gane para reeditar su pacto.
En el resto de la provincia, Rosa Pujol, que encabezó Junts per Aitona en 2019, una de las promotoras de Impulsem, una formación de alcaldes y concejales del PDeCAT y que finalmente se presenta en coalición con Junts, ha tenido conversaciones con el primer secretario del PSC en Lleida, Óscar Ordeig, y con el secretario general adjunto del PDeCAT, cabeza de Ara Pacte Local y alcalde de Mollerussa, Marc Solsona. Finalmente, Pujol se ha comprometido con Solsona e irá con Ara Pacte Local. No es la única de Impulsem que deshoja margaritas.
ERC logró la alcaldía con un gobierno ERC-Junts-El Comú, del que los comuns salieron en julio de 2021
El reto de Solsona es conseguir una mínima representación en una Diputación en la que en el mandato que acaba, 20 de los 25 diputados son del Govern de ERC-Junts. Entre los cinco que no están en el Govern, cuatro representan al Ayuntamiento de Lleida: dos socialistas, uno de El Comú y otro de Ciudadanos. El quinto es el único de pueblo, Amador Marqués, de Unitat d'Aran, el partido de los socialistas araneses. Es alcalde de Bossòst y ha votado los presupuestos distanciándose en esas votaciones de su jefe de filas Fèlix Larrosa.
El coordinador de Junts en la Veguería de las Terres de Lleida, Eloi Bergós, y en el Alt Pirineu, Ricard Pérez, insisten en la fortaleza de la política municipal. A escasos días de acabar el plazo para presentar candidaturas, en la Plana, Bergós ha cerrado listas en 140 municipios de los 160, y en el Alt Pirineu, sin Aran y contando los municipios gerundenses de la Cerdanya, Pérez cuenta con 60 de los 68.
Los republicanos tienen confirmadas un centenar de candidaturas en la veguería de Lleida y sesenta en el Pirineu a las que se suman las de Aran Amassa y el PSC ha conseguido un centenar en la provincia, un 25% más que hace cuatro años. Entre ellas, Óscar Ordeig destaca Agramunt, Roselló, Valls de Valira, Villaller o Ribera d'Ondara, donde el alcalde, Francesc Sabanés se había presentado por Junts en las últimas elecciones.
Por su parte, en toda la provincia, el PP prevé presentar 60 listas, 15 más que en 2019, entre ellas las de dos capitales de comarca, Tremp y Solsona; la CUP calcula que serán 20, cinco más que hace cuatro años, con ciudades grandes como Oliana y Mollerussa; Vox prevé presentarse en 19 municipios y los comunes, bajo la plataforma Confluència, en seis.
Aran, la isla roja de la provincia
Es en el Pirineo donde el PSC ha dado la campanada. La alcaldesa y alcaldable de Vilaller, Maria José Erta opta a un tercer mandato con la plataforma MésXVilaller, vinculada al PSC y no con las siglas con las que concurrió a los anteriores comicios, Junts.
En Arán, la isla roja de la provincia en las últimas contiendas electorales, todo apunta a que el Conselh Generau d'Aran, seguirá gobernado por Unitat d’Aran, que ha repetido la coalición con Units per Avançar en Vielha y Miajaran. Maria Vergés, actual síndica de Arán, se presenta por primera vez a la sindicatura. Vergés relevó en el cargo en 2020 a Paco Boya, cuando este fue nombrado secretario general secretario general para el Reto Demográfico dentro del Ministerio para la Transición Ecológica.
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