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Fallece Trinidad Falcés, "La Trini", luchadora antifranquista y la primera transexual de A Coruña

Reconocida oficialmente en 2007 como víctima de la dictadura gracias a la ley de memoria histórica, en 2019 recibió el premio Marcela y Elisa por su lucha por la integración y la diversidad sexual

Trinidad Falcés, 'La Trini'
Trinidad Falcés, "La Trini". Eva Mejuto Facebook

Los amigos y amigas de Trinidad Falcés, La Trini, la primera transexual de A Coruña, emblema del movimiento LGTBI y luchadora antifranquista, informaron ayer a través de las redes sociales de su fallecimiento a los 80 años de edad. "Valiente, divertida, combativa, empecinada y generosa, a partes iguales", aseguraba este jueves en su Facebook la escritora y periodista Eva Mejuto, quien glosó sus vivencias en el libro Memoria diversa.

La Trini, nacida en 1942 en la por entonces capital de Galicia como Antonio, logró que el Registro Civil de A Coruña le reconociera el cambio de su nombre por el de Trinidad.

Ella contaba que era hija de un violador que había abusado de su madre biológica,  que la alumbró en la Iglesia de Santiago, en la ciudad vieja de A Coruña, según contó hace tres años el diario local Entrenós. Pero su familia advierte de que no tiene la  certeza de eque eso fuera cierto.

Como tantos otros miles de gallegos, emigró a Barcelona huyendo de la pobreza, donde vivió buena parte de una vida que dedicó a reivindicar su derecho a ser quien era.

La policía franquista la fichó muy poco después, y ella decía que había "tocado el piano" con apenas quince años. Entre los perseguidos por el fascismo le decían "tocar el piano" a la toma de huellas dactilares con tinta sobre las cartulinas de las fichas policiales.

Entre múltiples detenciones y sentencias basadas en la ley de vagos y maleantes, pasó cinco años en prisión. De ellos, cinco meses en un campo de concentración de homosexuales en Badajoz. Eso no impidió que siguiera llevando siempre en su bolso una hoja de periódico arrugado con la historia de Marcela y Elisa, las dos mujeres gallegas que consiguieron casarse por la Iglesia en 1901 simulando que una de ellas era un hombre.

Marcela y Elisa dan nombre al premio que cada año entrega la Asociación pola Liberdade Afectiva e Sexual (ALAS) de A Coruña, y que en 2019 le dieron a ella como ejemplo de lucha por la integración y la diversidad sexual. "Para mi este premio significa todo, porque nunca me han dado nada en la vida. Siempre me he visto muy marginada y muy mal", dijo ese día.

En 1977 encabezó la primera manifestación del Orgullo en Barcelona y siguió ofreciendo una resistencia "disidente y brava frente a la represión, la cárcel, los abusos policiales y el señalamiento de una sociedad que no entendía (y a veces aún no entiende) lo que se sale de la (supuesta) norma(lidad)", según el texto en Facebook de Eva Mejuto.

En los noventa decidió regresar a A Coruña, y en el 2007 la ley de memoria histórica la reconoció oficialmente como víctima de la dictadura. "Visitar a La Trini era volver con una montaña de regalos: sortijas, collares, ropa, libros, recuerdos, cotilleos... Todas las pertenencias y memorias que había ido acumulando en una vida llena experiencias, aventuras, varias vidas en una sola que ella gustaba de compartir y recordar, ora con amargura, ora con nostalgia: 'Que me quiten lo bailao, yo paso de todo', era su frase de cabecera".

"Nuestra memoria es diversa y colorida, no olvidemos a quien empezó nuestra lucha, con todo en contra, tenemos mucho que aprender de esa generación. Y todo que agradecer. Gracias, Trini, que la tierra te sea leve. Donde estés, no olvides que somos muchas las personas que te quisimos y admiramos. ¡Que te quiten lo bailao, y pasa de todo!", concluye el texto.

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