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CASO MÁSTER

La funcionaria que cambió las notas de Cifuentes, cada vez más señalada

Amalia Calonge, trabajadora de la URJC, compañera de la hermana de la expresidenta regional, cambió la nota de una asignatura de Cifuentes de  "no presentada" a un notable alto y también del Trabajo Fin de Máster, a idéntica calificación, y el profesor al que ella acusa de ordenárselo lo desmiente. De esta manera, Calonge y la asesora Feito, ambas en el entorno de Cifuentes, se sitúan bajo el foco de la presunta instigación para la falsificación del máster.

25/01/2021 La funcionaria de la URJC Amalia Calonge, declarando en la Audiencia de Madrid como testigo del caso 'Máster'
La funcionaria de la URJC Amalia Calonge, declarando en la Audiencia de Madrid como testigo del caso 'Máster'. APMADRID

La pugna entre la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y el Gobierno de la Comunidad de Madrid en la etapa de Cristina Cifuentes (2015-2018) ha tenido hoy, en la penúltima sesión del juicio por el caso Máster, su máxima expresión, con la comparecencia como testigo del exconsejero de Educación, Rafael van Grieken, que ha arrojado toda la culpabilidad sobre el acta falsificada del Trabajo de Fin de Máster (TFM) de la expresidenta Cristina Cifuentes sobre el rector de la URJC. Van Grieken ha justificado las "reiteradas" llamadas al rector, Javier Ramos, pidiendo la documentación sobre el máster en la "tardanza" en remitirla una vez que, en rueda de prensa, Ramos había anunciado que todo estaba en orden en relación a la alumna Cifuentes.

Ha querido así el exconsejero, que en la actualidad ejerce de catedrático en la misma URJC, desmentir las "presiones" que el rector Ramos ha manifestado en el juicio haber recibido por parte de la consejería de Educación para que apareciera la documentación y frenar así la crisis abierta el 21 de marzo de 2018 al desvelar 'eldiario,es'  las irregularidades en el máster de Cifuentes. Posteriormente a su comparecencia, Van Grieken  ha hecho llegar a los medios  un comunicado en que arremete contra el rector: "En ningún momento nos
comunicó que había abierto una información reservada paralelamente.

Me he sentido engañado por el rector ¿por qué no lo compartió con los
responsables del Gobierno regional?" El rector Javier Ramos ordenó una investigación interna al percatarse de irregularidades, como una asignatura suspensa de Cifuentes, que dos años después fue aprobada.

Ha manifestado Van Grieken en el juicio que la crisis abierta por el máster de Cifuentes era "de su competencia" porque "afectaba al Gobierno regional, a la presidenta regional y se cuestionaba el funcionamiento de la universidades públicas madrileñas". Se ha desvinculado el exconsejero de la participación de su asesora, María Teresa Feito, en el llamado 'Gabinete de crisis' en el rectorado. Feito está siendo juzgada por su incitación a la presunta falsificación del acta de TFM de Cifuentes. "No sabía que ella estaba en el gabinete de crisis abierto por la universidad", ha declarado Van Grieken. Feito se presentó en la URJC a primera hora de la mañana el día 21 de marzo de 2018, al parecer, según ella misma ha indiciado, sin que nadie lo supiera y en calidad de exprofesora de la URJC para interesarse por el tema. 

Pero, sin duda, el duelo crucial este lunes ha sido entre la funcionaria de la URJC Amalia Calonge y el catedrático Pablo Chico. Calonge ha negado mantener una relación de amistad con Margarita Cifuentes, hermana de la expresidenta regional, que es también funcionaria de la Universidad Rey Juan Carlos. "Nuestra relación era de compañerismo", ha dicho Calonge, que ha culpado al catedrático Chico de haberle ordenado modificar la nota de una asignatura de Cifuentes, en 2014, dos años después de haber cursado supuestamente el máster. "Me llamó el profesor Chico y me dijo que cambiar la nota, de un "no presentado" a un 7,5. Y también el TFM, que debía llevar la nota de 7,5". 

Pero el catedrático lo ha negado en redondo. "Esta señora ha faltado a la verdad. Nunca le pedí que modificara la nota del TFM porque yo no he participado nunca en el Trabajo de Fin de Máster de ningún estudiante". Pablo Chico ha afirmado que Calonge "se extralimitó en sus funciones". En relación a la nota de la asignatura que él impartió en el máster, Chico ha afirmado que Calonge le llamó para decirle que una alumna, que resultó ser Cristina Cifuentes, tenía un problema con una asignatura que había superado pero que aparecía en las actas como "no presentado". El profesor Chico ha explicado que lo comprobó y que  vio que, en efecto, la asignatura contaba con un 7,5 de nota, pero que no la ordenó cambiar la nota. 

Sobre la capacidad de Amalia Calonge para cambiar las notas de las actas de las asignaturas del máster, José Antonio Lobato, jefe del Servicio de Másteres, ha confirmado que esta funcionaria no estaba autorizada para hacer modificaciones, al no pertenecer a su servicio. Calonge llegó a estar imputada en el caso, pero finalmente no se presentaron cargos contra ella.

El catedrático Pablo Chico ha explicado que el rector le dijo que tenía que ponerse en contacto con la asesora María Teresa Feito, quien "le apremiaba para que le diera cualquier dato porque la presidenta [Cristina Cifuentes] iba a comparecer y tenía que tener la aclaración de lo que había ocurrido". "Me dijo Feito: "me lo tienes que mandar ya! No fue una conversación fácil". 

Por otra parte, una testigo presentada por la defensa de Cifuentes, ha declarado que ella tampoco defendió su TFM ante un tribunal, al igual que ha declarado Cristina Cifuentes durante el juicio, para demostrar que era el proceder habitual de la URJC y de su Instituto de Derecho Público, que impartía el máster, no obligar a la defensa de dicho trabajo de posgrado. Pero este aspecto ha quedado totalmente desmentido por los distintos profesores que han testificado en el juicio, quedando claro que desde 2007 era obligatorio la exposición por parte de los alumnos de su TFM delante de un tribunal de tres profesores.

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