"Cuando haya nuevo Gobierno en España haremos los ajustes que correspondan en el Congreso, en el Senado y en el partido". Hace casi dos meses —fue el pasado 4 de octubre— que Alberto Núñez Feijóo anunció de esta manera su intención de hacer cambios en el Partido Popular de cara a la nueva legislatura. Barones y dirigentes territoriales le pedían remodelar su cúpula desde tras el batacazo de las elecciones generales señalándole que había conformado un equipo pensando en gobernar y que tocaba prepararse para hacer oposición. Él y su equipo de confianza también eran conscientes de ello.

Así, pocos días después de su investidura fallida y con la pelota en el tejado de Pedro Sánchez, Feijóo puso en alerta a los suyos. Pero la expectación ante los "ajustes" prometidos por el líder conservador se ha estirado más de lo que a muchos miembros del PP les hubiera gustado. Sobre todo, tras la conformación del nuevo Gobierno.

"Se ha hecho largo", apunta un miembro de la dirección del partido. "Yo no lo he entendido, es innecesario este goteo", señala otra fuente de Génova a este medio refiriéndose a la forma en la que Feijóo y su equipo están comunicando los cambios y nuevos nombramientos.

El fin de semana Feijóo confirmó que Cuca Gamarra seguiría siendo secretaria general; el lunes, fuentes de la dirección anunciaron el nombre del nuevo portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, y el nombramiento de Carmen Fúnez como vicesecretaria de Organización; un día después, el martes, saltó el nombre de la portavoz en el Senado, Alicia García, y la recolocación de Elías Bendodo en una vicesecretaria de Política municipal y autonómica; este miércoles se terminarán de conocer todos los cambios. Nombramientos que, además, no serán oficiales hasta que el jueves lo ratifique el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Feijóo ha deshojado la margarita a su estilo, subrayan quienes le conocen, aunque la antesala hayan sido semanas de especulaciones, quinielas y ruido interno que no han gustado en el partido. Creen que ha expuesto demasiado a sus cargos alargando los tiempos y ha generado más expectativas de las necesarias en torno a una remodelación orgánica, dicen, "normal" cuando arrancas una etapa de oposición.

Primer objetivo: controlar el grupo

Así lo defiende el propio presidente del PP, que ha tratado de amarrar su poder en el Congreso con el nombramiento de Miguel Tellado como portavoz en la Cámara. Este es para muchos el movimiento más trascendental de Feijóo, porque con él pone a uno de las personas de su máxima confianza a controlar y "ordenar", señalan fuentes de Génova, al grupo parlamentario. Además, el gallego empieza a dibujar ya por dónde discurrirá su oposición al Gobierno: un Yin y yang permanente.

La lectura que hacen dentro de la actual dirección nacional del partido —que será renovada en apenas dos días— es que Tellado hará de "poli malo" en el Congreso, mientras que Feijóo intentará resguardar un perfil más institucional y en Génova buscará más moderación y un tono propositivo del que hasta el momento no han dado señales. Como contó Público, todo apunta a que Borja Sémper será nombrado portavoz nacional del PP, un cargo que ha venido ejerciendo durante el último año, pero para el que no fue nombrado oficialmente.