El Partido Popular está a la espera. A la espera de que Pedro Sánchez cierre un acuerdo de investidura, una vez ha recibido este martes el encargo del rey Felipe VI; a la espera de conocer los términos y el alcance de los posibles pactos con el independentismo, contra los que ya han lanzado una furibunda ofensiva; y a la espera de que Alberto Núñez Feijóo reorganice su dirección para otra legislatura en la oposición. Es la sucesión cronológica de escenarios que prevén los populares. 

Pero el presidente del PP, a quien el partido empezó a pedirle "cambios" en su cúpula tras el batacazo del 23 de julio, también espera. En su entorno reconocen que de consumarse un nuevo gobierno de Sánchez será "normal" que Feijóo quiera mover sillas en Génova, dicen, pero no antes. 

Lo cierto es que, consumado el fracaso de su investidura fallida —la pantalla en la que ha estado el PP durante dos meses—, han reaparecido las informaciones sobre los cambios en la cúpula popular de las que Génova sale al paso echando balones fuera. "No es el momento de hablar de eso", repiten con insistencia fuentes del partido. Si Sánchez le dejó a Feijóo los focos en el camino a su investidura, Génova quiere hacer lo mismo y no empañar su guerra contra la amnistía con polémicas internas. 

Ni Elías Bendodo, uno de los nombres de la dirección que está en punto de mira, quiso responder sobre ello este lunes durante una rueda de prensa en la sede nacional del partido, ni Feijóo este martes cuando los periodistas, durante una conversación informal, le preguntaron en el Congreso de los Diputados. 

El hermetismo de Feijóo en todas sus decisiones, más aún en las orgánicas, siempre es absoluto y su silencio tiene en alerta a los miembros de su dirección, que esperan una reorganización del equipo.  

La primera decisión que tendrá que tomar Feijóo es qué hacer con las portavocías en el Congreso y en el Senado. La de la Cámara Baja la ocupa Cuca Gamarra, también secretaria general, y la de la Alta, Javier Arenas, aunque de forma provisional, como sustituto de Javier Maroto, apartado del comité de dirección y enviado a la vicepresidencia del Senado. 

Todas las fuentes consultadas por Público creen que Feijóo nombrará a una mujer como portavoz del Senado, después de haber colocado a Pedro Rollán en la presidencia. En cuanto al Congreso, quinielas de las que, todos subrayan, "no sirven de mucho con Feijóo". 

Sobre su dirección nacional, todas las dudas se ciernen sobre el triángulo que conforman Cuca Gamarra, Elías Bendodo y Miguel Tellado, secretaria general, coordinador general y vicesecretario de organización territorial, respectivamente. En los territorios observaron rápido, aseguran a este medio diversas fuentes populares de distintas comunidades autónomas, que sus funciones a nivel interno no estaban definidas. Aunque los "problemas", advierten, aparecieron en las negociaciones con Vox tras el 28 de mayo. 

Con Gamarra fuera de juego en este sentido, Bendodo funcionaba de enlace con la extrema derecha hasta que Tellado, fontanero del PP en Galicia y del núcleo más cercano de Feijóo, tomó el relevo. Así, Bendodo, hombre de Juan Manuel Moreno Bonilla en Madrid, y artífice de la campaña de las autonómicas y municipales, se ha ido desdibujando en los últimos meses. 

Eso sí, volvió a los focos durante poco más de media hora este lunes, durante la habitual rueda de prensa tras el Comité de Dirección que, a falta de un portavoz nacional del partido, suele ofrecer Borja Sémper, portavoz de facto. Así, Feijóo reparte los papeles mientras mantiene en vilo a los suyos esperando que tome decisiones.