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El Gobierno de PP y Cs en Andalucía, el único que aguanta 

La mano derecha de Moreno despeja la presión y dice que las elecciones serán en otoño del año 2022

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, el pasado día 16 de diciembre.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, el pasado día 16 de diciembre.  Joaquín Corchero / Europa press.

La palabra clave es "encapsularse". Es lo que ha permitido al Gobierno andaluz, formado por una coalición de PP y Ciudadanos, llegar hasta hoy a pesar de todas las curvas políticas vividas y de la descomposición del partido que hoy dirige Inés Arrimadas.

La convocatoria por sorpresa de las elecciones en Castilla y León, después de que el presidente Alfonso Fernández Mañueco echase a los consejeros de Ciudadanos, ha dejado a Andalucía como la única comunidad gobernada hoy por una coalición de PP y Ciudadanos. Fue la primera y hoy es la última.

La convocatoria electoral de diciembre de 2018 en Andalucía inauguró un nuevo experimento político en España: los gobiernos de coalición entre PP y Ciudadanos, luego transportado a otros lugares, en algunos casos, como en Murcia y Madrid, al igual que en Andalucía, apoyados en los parlamentos por Vox.

Hoy, tras la fallida moción de censura impulsada por Ciudadanos y el PSOE en Murcia –debido a un escándalo con las vacunas covid en el Gobierno murciano–, tras las elecciones en Madrid y tras la convocatoria en Castilla y León, el primer Gobierno conjunto entre ambos partidos es hoy el único que queda.

La sintonía personal entre Juanma Moreno, el presidente, Juan Marín, el vicepresidente, y Elías Bendodo, el consejero de la Presidencia, explica en parte la durabilidad –la resiliencia– del Gobierno. El gabinete ha trabajado como si fuera de un solo partido y los consejeros nombrados a propuesta de Ciudadanos han trabajado codo con codo con los del PP, sin distinción alguna.

También lo explican las particularidades de Andalucía, donde ha gobernado siempre el PSOE. El PP andaluz no quiere perder una oportunidad que le llegó de manera inesperada y no quiere tirar ni un voto por el fregadero, aspirando como aspira a obtener un resultado que le permita gobernar en solitario, sin depender en exceso de la ultraderecha un socio que ya le ha demostrado que puede salir rana.

Sin embargo, una vez que Moreno se ha quedado sin presupuestos por las prisas de Vox, que quiere elecciones cuanto antes para ocupar el lugar de Ciudadanos, ya nadie sabe cuánto tiempo más va a durar el experimento en pie antes de que el presidente convoque a las urnas.

Al rechazar el Ejecutivo la oferta de negociación del PSOE, Moreno podría perder otra votación relevante este miércoles en el Parlamento, esta vez, con un decreto-ley de simplificación de trámites ante la administración, que modifica de una tacada decenas de leyes y que el Gobierno no ha trabajado con la oposición. Un revés evidenciaría la debilidad del Ejecutivo, una vez que la ultraderecha ha decidido tirar por la calle de las elecciones.

Bendodo, portavoz de Moreno y mano derecha del presidente, desvinculó esta votación de una convocatoria electoral y se reafirmó en que la legislatura iba a llegar hasta el final o casi: "Andalucía es una isla de estabilidad. La vocación de este Gobierno es, a partir del mes de enero, con el siguiente periodo de sesiones, redoblar los esfuerzos negociadores, centrados en culminar en julio el periodo de sesiones parlamentario, para, a partir de septiembre, ya disolver el Parlamento y celebrar elecciones cuando toque: en el mes de octubre o noviembre", según recoge Europa Press.

El propio Moreno, a última hora de este lunes, dijo: "Aquí hay buena relación con Ciudadanos, un gobierno estable, con proyectos por delante, y vamos a intentar agotar la legislatura".

Las encuestas

Está además el flanco de las encuestas. La última del centro de estudios andaluces un organismo dependiente del Gobierno, da cuenta de que, a pesar de que se da por hecha la victoria del PP y una amplia mayoría de las derechas, tal vez el partido esté abierto en Andalucía –casi tres puntos menos para el PP desde septiembre y dos más para el PSOE–. La evolución de la pandemia, el hartazgo generalizado ante su evolución, y la variante ómicron añaden además un punto de incertidumbre a cualquier análisis.

"El señor Casado se equivoca, el señor García Egea se equivoca. Si quieren poner a Castilla y León en manos de la ultraderecha que lo expliquen", dijo este lunes el vicepresidente Juan Marín.

Este es el escenario que emerge también en Andalucía, si se hace caso del sondeo que publica el propio Gobierno de Moreno: este da como resultado una mayoría absoluta de PP y Vox. Esa –o un entendimiento improbable, hasta ahora inédito, entre PP y PSOE– sería la única vía de Gobierno.

A salvo

Aunque en el PP hay quien no ve del todo mal un Ejecutivo con Vox, según las fuentes consultadas por Público, no es ese precisamente el escenario que le gustaría a Moreno, adalid de la moderación, y a su núcleo duro.

Arrimadas –"Andalucía está a salvo"– y Casado –"Moreno tiene mucha tranquilidad en la estabilidad de su gobierno"–, al igual que Bendodo y Moreno, tampoco dieron señales de que el Gobierno andaluz estuviera en riesgo.

Quien se despachó a gusto fue Juan Marín: "Lo que ha pasado esta mañana en Castilla y León, vía Twitter, no lo entiende nadie. La sexta ola que azota a los españoles, un desarrollo del año de recuperación, presupuestos casi culminados, y que vía tuit se cese a un gobierno pues creo que a los que perjudica otra vez más es a los ciudadanos de Castilla y León. Se demuestra una vez más que esas políticas del fracaso, que sólo buscan el sillón y no miran a las personas se vuelven a imponer".

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