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González mantiene su pulso con Aznar al replicarle sobre la relación entre Catalunya y España

Un día después de que el expresidente conservador impartiera doctrina ante los suyos, el histórico socialista habla sobre el debate autonómico. Este miércoles tomará la palabra en la presentación de un

IÑIGO ADURIZ

'Somos como grandes jarrones chinos en apartamentos pequeños. No se retiran del mobiliario porque se supone que son valiosos, pero están todo el rato estorbando' . Ese es el concepto que tiene Felipe González de los expresidentes del Gobierno, tal y como lo ha recalcado en numerosas ocasiones. Pero dos años después y siempre siguiendo ese preciso razonamiento, el histórico socialista está decidido a seguir 'estorbando'. Este mismo martes ha replicado a Aznar que la resolución del encaje de Catalunya y España 'no es un problema de musculitos, sino de entendimiento', por lo que ha apostado por el diálogo.

Para el exlíder socialista, lo que defiende Aznar es que 'lo que hay que demostrar es el músculo del Estado' y que el diálogo 'no merece la pena, que es perder el tiempo porque no se va a llegar a nada', algo que González ha rechazado en 8TV. 'Como estamos condenados a entendernos, es mucho mejor que nos entendamos empáticamente, sumando fuerzas, que distanciarse o pelearse', ha defendido por contra Felipe González, informa Europa Press.

Para él, hay tres niveles de gestión de gobierno, de menos a más difícil: el conflicto que genera la diferencia de intereses, la pluralidad de ideas y la diferencia de identidades, el nivel más complicado de gestionar porque implica 'comprensión del otro en su sentimiento de identidad; y eso no se arregla sacando músculo'.

Tras su intervención de hoy, este miércoles protagonizará la presentación del Informe sobre la Democracia en España 2013 elaborada por la Fundación Alternativas -será a las 18:00 horas en la Feria del Libro de Madrid-. Lo que parece claro es que la opinión de los expresidentes importa y mucho. Y que allí donde van, se desplaza también la noticia o, por lo menos, el foco informativo. Sucede especialmente desde que a finales del mes pasado Aznar reapareciera por la puerta grande con una entrevista en Antena 3. Fue aquel 21 de mayo cuando lanzó sus primeros reproches al Gobierno de quien él designó como sucesor, Mariano Rajoy. También dejó abierta la puerta a la posibilidad de volver a la primera línea de la política. 'Nunca he eludido mi responsabilidad, cumpliré con mi responsabilidad, con mi conciencia, con mi partido y con mi país, con todas sus consecuencias', dijo.

Aunque se conoció después, ese mismo día el hoy presidente del Gobierno optaba por atender a los consejos de otro expresidente. Una semana más tarde trascendió que, horas antes de la entrevista de Aznar, González se había reunido con Rajoy en el Palacio de la Moncloa para departir acerca de la situación política española y de las posibles salidas de la crisis. 'Sea cual sea el color del Gobierno, yo siempre estoy disponible para hablar o compartir con el presidente del Gobierno. Creo que es mi obligación institucional', se explicaba el exdirigente socialista en otro acto público en el que participó en París, pero del que también estuvieron bien pendientes los medios españoles.

El pasado 27 de mayo reaparecía Aznar en medio del revuelo causado por su polémica participación televisiva. Lo hacía en el Congreso de los Diputados durante la presentación de una serie de biografías políticas editadas por la fundación FAES que él mismo preside. El mensaje más explícito de dicho acto lo pronunció cuando al final de su discurso aseguró: 'Yo no estoy contra nadie; estoy con los españoles'. Eran sus explicaciones después de que desde la mayoría de los ámbitos se interpretaran sus palabras del día 21 como una reprimenda al Gobierno. 

Lejos de dejar apaciguar dicha polémica, el expresidente del PP volvía a la primera línea informativa este lunes. Aznar pronunció una conferencia en el Club Siglo XXI en la que volvió a instar a Rajoy a poner en marcha 'reformas incisivas para reformar y modernizar la democracia representativa, no para liquidarla', yendo más allá del 'adelgazamiento del aparato público o el incremento de la eficacia administrativa'.A la misma hora, otro expresidente, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, hacía acto de presencia en la presentación del libro de su exministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, si bien optaba por no pronunciar palabra.

La expectación generada por todos ellos parece confirmar que los jarrones chinos de los que habla González, vuelven a ponerse de moda.

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