Este artículo se publicó hace 3 años.
El independentismo ve los indultos como una "solución personal" pero advierte que no resuelven el conflicto
ERC, JxCat y la CUP admiten que la medida serviría para aligerar el dolor, pero insisten en que el conflicto de fondo sólo se podrá afrontar planteando cuestiones como la amnistía para todos los "represaliados" y la autodeterminación. En cualquier caso, s
Barcelona-
Con la sensación, y casi la certeza, de que los indultos a los presos políticos independentistas van a llegar en pocas semanas (entre finales de junio y principios de julio, según El País), la mayoría del soberanismo catalán coincide en darles la bienvenida para resolver "situaciones personales", aunque descarta que sirvan como solución al conflicto político. En todo caso, podrían servir para engrasar un diálogo que lleva meses bajo mínimos.
La amnistía, que permitiría abordar la situación de los dirigentes exiliados y de las más de 3.000 personas que afrontan algún tipo de proceso judicial vinculado al procés, y el ejercicio de la autodeterminación, que pasaría por la celebración de un referéndum, se mantienen como las demandas del independentismo para llegar una solución de fondo del conflicto.
Por mucho que los indultos lleguen tarde y sean insuficientes, en opinión del grueso del independentismo (la información de El País subraya que serán parciales, manteniendo la condena a inhabilitación, y reversibles), parece descartado que el soberanismo se movilice en su contra, como sí que hará la triple derecha y los sectores más conservadores del PSOE, que ya han expresado su rotundo rechazo por la medida. Aunque algunos sectores, fundamentalmente alineados con las tesis de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), plantean los indultos casi como una derrota del independentismo, que busca dividir y debilitar al movimiento.
En una entrevista en el diario Ara, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, aseguraba este domingo que "siempre hemos defendido la amnistía, porque los indultos no dan cobertura a los exiliados ni a todas las causas abiertas que hay. También hemos dicho que no nos opondremos a ninguna medida que permita aligerar el dolor de los presos, de sus familias y del país". Y añadía que "lo que sí que pido es que el gobierno español no especule con los indultos, que tome una decisión justa y que sea rápida".
Marta Vilalta, portavoz y secretaria general adjunta de ERC, ha reafirmado este lunes la posición del partido y también se ha manifestado sobre la reforma del delito de sedición, que también quiere afrontar ya el gobierno con la intención de reducir sus potenciales condenas a la mitad de años. La dirigente de Esquerra ha subrayado que quieren ver la "letra pequeña" de la reforma, de lo que se entiende que están abiertos a estudiarla, pese a que su opinión es que se tendría que "derogar" el delito de sedición.
Junts pide a Sánchez que sea "valiente"
La posición oficial de Junts per Catalunya es casi calcada. La portavoz de la formación, Elsa Artadi, ha asegurado también este lunes que "los indultos son una solución personal, y son bienvenidos a este nivel". Además, Artadi pide a Pedro Sánchez no "mercadear" con los indultos y que sea "valiente" para hablar del referéndum y la amnistía, los dos grandes consensos del independentismo, que el PSOE ni se plantea abordar. "No querríamos que estos indultos, si acaban llegando, tapen que esto no es ninguna solución política para el conflicto. Ni tan solo para la represión que vive el país", puntualiza la dirigente de JxCat.
Más matizada es la postura del secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, afectado directo por un posible indulto ya que cumple una condena de nueve años por sedición. El pasado fin de semana, en una entrevista en El Periódico, aseguró que los indultos son "una oportunidad para que el gobierno español repare el daño que ha causado el Estado". Sànchez pidió al presidente del gobierno que si realmente, como dijo, ha llegado el tiempo "para la concordia", "sea valiente y nosotros no fallaremos". Con todo, también mantiene que la solución al conflicto pasa por la amnistía y la autodeterminación.
Tampoco es muy distinta la posición de la CUP. La presidenta de su grupo en el Parlament, Dolors Sabater, ha proclamado "que los indultos son muy respetables en el terreño personal, porque la represión es muy dura para las personas presas. (…) Pero no resuelven el problema de fondo, que es la causa general contra el independentismo y el derecho de autodeterminación para avanzar hacia a la independencia". Con todo, advierte que lo peor que le puede pasar al independentismo es "hacer creer que con la mesa de diálogo y con unos indultos el problema ya se resuelve".
ANC: "Los indultos no serán ningún éxito"
Justamente esta advertencia se acerca al discurso que mantiene la ANC, que ahora mismo aglutina fundamentalmente a los sectores más partidarios de la vía unilateral -(es decir, sin ningún acuerdo con el Estado) para lograr una república catalana.
Su presidenta, Elisenda Paluzie, se pronunció en contra de los indultos hace unos días en un hilo de tuits. Su argumentación es que si llegan "no serán ningún éxito". "De hecho, serian una decisión política inteligente del gobierno español contra el independentismo. No sólo porque dejan fuera a los exiliados y los 3.000 represaliados, sino porque políticamente nos desarman e internacionalmente son nefasto", exponía.
Según Paluzie, con los presos en la calle, se retrasaría la causa en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y, además, el único objetivo del PSOE es "acabar con el independentismo". Por todo ello, para la ANC la única amnistía viable llegaría con una República catalana.
Ya fuera del independentismo, En Comú Podem, pide unos indultos "lo más amplios posibles", en palabras de su portavoz, Joan Mena. "Cuantas más actividades puedan hacer, mucho mejor. Esto provocaría una solución lo más amplia posible", añade. Pese a admitir que los indultos no son la solución a todos los problemas, sí que pueden suponer un "paso imprescindible" para abrir un "tiempo de la política" y reactivar la mesa de diálogo.
Seguramente esta es la clave de la cuestión. Pese al enorme rechazo que la muy probable medida genera en la triple derecha, será el primer auténtico gesto político que permita, ahora sí, establecer un diálogo real para abordar el conflicto político catalán. No significará, ni de lejos, que se vislumbre un referéndum de autodeterminación, pero sí puede servir para que realmente la pelota vuelva al terreno de la política. Y en este escenario, lo más lógico es que el independentismo mantenga sus demandas de máximos, que seguirán pasando por la amnistía y la autodeterminación.
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