Junts per Catalunya (JxCat) ha retirado la solicitud del candidato a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, de participar por voto delegado en el pleno de investidura. El grupo ha anunciado su decisión justo antes del inicio de la reunión de la Mesa del Parlament, que este martes se reunía para estudiar si aceptaba que los diputados que se encuentran en Bélgica o en prisión pueden delegar su voto a un compañero de formación de cara al pleno de investidura. Finalmente, la Mesa ha pospuesto el debate.

Fuentes de JxCat han avisado que, pese a su anuncio de última hora, no descartan ningún escenario: el regreso del expresident para una investidura presencial o su elección a distancia desde Bruselas, para lo que tampoco descartan volver a meter en la Mesa una nueva petición de delegación de voto más adelante, en un momento más próximo de la sesión de investidura.

La decisión de JxCat de este martes afecta sólo a Puigdemont. Así pues, el grupo, al igual que ERC, mantienen, al menos de momento, las peticiones de delegación de voto de los otros electos que se encuentran en Bruselas ─Clara Ponsatí, Lluís Puig, Antoni Comín y Mertixell Serret─ y de los que siguen en prisión ─Jordi Sànchez, Joaquim Forn y Oriol Junqueras─.

La Mesa no ha llegado a debatir ninguna de las solicitudes y ha optado por dejarlas aparcadas "encima de la mesa" para estudiarlas en otro momento. Cuatro de los siete miembros de este órgano son de JxCat y ERC, por lo que la decisión está en manos de estos dos grupos. Un informe de los letrados de la Cámara sostiene que la delegación de voto sería contraria al reglamento del Parlament, pero los mismos letrados esgrimen que la última decisión la tiene la Mesa, al ser el órgano rector.

A la espera de lo que se decida finalmente, la retirada de la petición de Puigdemont reabre la posibilidad de que regrese para el debate de investidura. Fuentes parlamentarias recuerdan que Puigdemont o cualquier otro diputado tiene la posibilidad de volver a pedir la delegación de voto hasta 5 minutos antes del inicio del pleno. En último término, es la Mesa la que tendría que pronunciarse sobre si la acepta o la rechaza en función de lo que indica el Reglamento del Parlament.

En este sentido, el suspense sobre cómo se investiría a Puigdemont se podría mantener hasta el último momento, lo que podría generar un escenario de confusión entre los grupos de la oposición ─que ya daban por hecho que no volvería a Catalunya para la investidura─ y entre los cuerpos de seguridad y las instancias judiciales. Las fuerzas de seguridad tienen previsto un dispositivo para impedir que el expresidente catalán entre en territorio español, incluso, "oculto en un maletero", tal y como ha declarado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

La retirada de la petición de delegación ha llegado un día después de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena descartara emitir una nueva euroorden para detener a Puigdemont aprovechando su viaje a Dinamarca. El magistrado lo justificó, entre otras razones, porque consideró que lo que buscaba el expresident con su desplazamiento de Bélgica a Dinamarca era precisamente ser detenido para encontrar un resquicio legal por el cual poder delegar su voto en el Parlament.

Este jueves, el president del Parlament, Roger Torrent, mantendrá una reunión con representantes de los grupos. Este encuentro tendrá un carácter informal, puesto que los grupos parlamentarios aún no están constituidos y no hay todavía portavoces, pero tendrá como objetivo debatir la fecha y el procedimiento que puede ser utilizado para realizar el debate de investidura, para el que todavía no hay fecha pero que por ley tiene que realizarse antes del 31 de enero