La lucha por el Parlamento regional agrava la tensión en IU-Andalucía

Andalucía se enreda dos veces. A Izquierda Unida no sólo toca repartir las pole position para el Congreso. Está en juego la guerra de escaños en el Parlamento andaluz, donde la federación cuenta ahora con seis diputados.

La disputa sólo tendrá desenlace en la asamblea regional, el 14 y 15 de diciembre. Pero antes hacen falta los apoyos. El actual coordinador, Diego Valderas, parte con ventaja, pues controla con holgura la federación. Aunque le falla Sevilla. La dirección regional quiere ubicarle allí de número uno, ya que su plaza fuerte, Huelva, se quedó sin acta en 2004.

Y Sevilla “es soberana”. Eso dicen sus rivales, encabezados por Concha Caballero. “Están imponiéndonos al candidato, sin ningún debate”, se queja la portavoz en el Parlamento. De momento, el sector crítico, al que representa, ha dejado ver sus cartas: la quieren a ella en Madrid o en la Cámara andaluza y han promovido a José Cabrero, también diputado autonómico, para presidir la Junta.

Al final, como sucederá en las listas para el Congreso por Sevilla, desempatará el Colectivo de Unidad de Trabajadores (CUT) de Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, galanteado por unos y otros. Ambos le ofrecen tarta: liderar la lista por Sevilla. Hoy deshojará su margarita.