Este artículo se publicó hace 3 años.
La mesa de diálogo mide la temperatura de la relación entre socialistas y republicanos con los Presupuestos de fondo
Gabriel Rufián ha abogado por "aislar" la mesa de diálogo "de todo lo demás". De su lado, el PSOE rechaza que las conclusiones que puedan salir de este foro condicionarán las relaciones en el Congreso con un socio que, a pesar de no calificar en público de "prioritario", es indispensable para garantizar la continuidad de la legislatura.
Pilar Araque Conde
Madrid-
Faltan pocas horas para la primera reunión de la mesa de diálogo que sentará a los máximos representantes del Gobierno y del Govern de la Generalitat para abordar las soluciones al conflicto político catalán, una cita histórica que se desarrollará en medio de la primera gran crisis del ejecutivo de Pere Aragonès y que servirá para medir la temperatura de las relaciones entre el PSOE y ERC con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 como telón de fondo.
De cara a la reunión de este miércoles, tanto los socialistas como los republicanos han querido desvincular la mesa de diálogo de la negociación sobre los Presupuestos. "La única certeza real y tangible es que por primera vez un presidente del Gobierno se va a sentar en una mesa de diálogo y negociación con las máximas autoridades, en parte, del Govern de la Generalitat para tratar del conflicto político entre el Estado y Catalunya, que negaba hasta hace muy poquito", ha incidido este martes el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.
Y es que, el diputado republicano ha abogado por "aislar" la mesa de diálogo "de todo lo demás", incluyendo la negociación presupuestaria. En este sentido, ha querido dejar claro que su grupo no se va a "autoexcluir" de las conversaciones sobre las cuentas públicas del próximo año que el Gobierno se ha comprometido a traer al Congreso a finales de septiembre o primeros de octubre. "ERC nunca dejará pasar la oportunidad de mejorar la vida de los catalanes y catalanas", ha justificado.
Del lado socialista, su recién estrenado portavoz del grupo en la Cámara Baja, Héctor Gómez, también ha insistido en que las conclusiones que puedan salir de este foro no condicionarán las relaciones en el Congreso con un socio que, a pesar de no calificar en público de "prioritario", como sí sucede con PNV, ha demostrado ser indispensable para garantizar la continuidad de la legislatura.
Entre otras cosas, los 13 diputados de ERC han permitido por medio de sus abstenciones y votos favorables la investidura de Pedro Sánchez, la aprobación de las primeras cuentas del Gobierno de coalición, que enterraron los Presupuestos de Cristóbal Montoro de 2018, y han salvado al Gobierno de salir derrotado en más de una ocasión, como sucedió con el decreto sobre los interinos convalidado en julio tras unas negociaciones in extremis.
"Sin mesa no hay legislatura"
Con la concesión de los indultos a los nueves dirigentes catalanes condenados por el procés, la fórmula de la geometría variable (llegar a acuerdos con formaciones de izquierda y de derecha en virtud del carácter de la iniciativa) defendida por el PSOE quedó más tocada que nunca, toda vez que fortaleció la alternativa que mejor conjuga con la aritmética parlamentaria: el bloque progresista surgido de la investidura.
Si bien, tanto antes de que el Ejecutivo tomara esta decisión como después, ERC ha urgido al Gobierno, especialmente al ala socialista por sus reticencias iniciales, a "hacer política" para solucionar el conflicto político entre el Estado y Catalunya. En la retina, las palabras de Rufián durante la sesión de investidura de Sánchez: "Sin mesa no hay legislatura".
Casi dos dos años después, y a las puertas de esta cita, el diputado de ERC ha reconocido este martes que este foro reunirá a "dos partes que no tienen una base de estima". "Hablamos porque es nuestro trabajo y segundo, porque somos lo contrario. La política va de eso, el resto es humo", ha añadido el portavoz republicano, quien, pese a defender una vez más el derecho a la autodeterminación, ha celebrado que el Gobierno lleve sus propuestas (entre las que no se incluye el referéndum).
Por su parte, Sánchez ha dejado claro en el Senado que queda mucho camino por recorrer, ya que el "diálogo va a ser largo". Por ello, para "evitar frustraciones", el presidente ha pedido "no poner plazos" a la solución del conflicto. "Tenemos por delante mucho camino, pero el Gobierno tiene la voluntad, la actitud, la determinación y la responsabilidad de Estado para resolver este problema", ha subrayado en la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Alta.
Futuros acuerdos
La exclusión de Junts de la mesa de diálogo por incluir en su lista de nombres a Jordi Sànchez y Jordi Turull (dos de los presos del procés indultados) añade más leña al fuego. "Es difícil empezar un diálogo con quien parece que quiere dinamitarlo. Apoyamos la decisión de Aragonès de que Junts escoja a miembros del Govern, como ha hecho el Gobierno de España", ha sostenido el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens.
Asimismo, el portavoz de En Comú Podem se ha decantado por desvincular la mesa de diálogo de la negociación presupuestaria por ser "dos espacios de diferente temporalidad, ya que la mesa va para largo". No obstante, ha reconocido que un buen entendimiento podría "facilitar el entendimiento en otros asuntos, lo que podría propiciar nuevos acuerdos", como la aprobación de los presupuestos, un proyecto de ley que daría más alas al Gobierno en su compromiso de agotar la legislatura.
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