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Enmiendas a la totalidad Montoro y Rivera protagonizan a tortas dialécticas el pleno que ha aprobado la tramitación de los Presupuestos

Las enmiendas a la totalidad presentadas por la mitad de la cámara han decaído por 176 votos contra 170. PP, Ciudadanos, PNV, UPN, CC, Foro Asturias y Nueva Canarias, esta última por error, han permitido que la tramitación de los PGE continúe.

El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, durante su intervención en el pleno del Congreso de los Diputados durante el debate de los Presupuestos. (ZIPI | EFE)

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2018 ha superado este jueves su primer examen parlamentario al rechazarse en el Pleno del Congreso las enmiendas de totalidad que pretendían la devolución de las cuentas.

A favor de continuar la tramitación del proyecto han votado el PP y sus socios electorales, Foro Asturias y UPN, así como Ciudadanos y Coalición Canaria, que también apoyaron en su día la investidura de Mariano Rajoy, y a ellos se ha unido el PNV y Nueva Canarias, ésta última "por error".

Juntos han sumado 176 votos, superando a los partidarios de devolver el proyecto al Gobierno: PSOE, Unidos Podemos, Esquerra (ERC), PDeCAT, Compromís y Bildu, que han obtenido 170. Así que no se ha producido el empate que se esperaba y, las enmiendas de totalidad han sido derrotadas.

Por su parte, Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canarias, ha explicado que se ha confundido al votar. Ayer hizo declaraciones afirmando que votaría lo contrario de lo que ha votado. 

Montoro y Rivera a la gresca

Hoy era el turno, en el pleno de Presupuestos, de los grupos parlamentarios, de mayor a menor, que no han presentado enmiendas a la totalidad a las cuentas del gobierno. Albert Rivera empezaba y aprovechaba su intervención para darle fuerte y flojo a Montoro y para adueñarse, hasta lo imposible, de lo que estos presupuestos conceden. Ha llegado a afirmar “hemos conseguido el IPC”, en clara alusión a la subida de las pensiones que el PNV ha arrancado, en el último momento, al Gobierno, a cambio de su apoyo a los presupuestos, y que tanto para el PP como para los naranjas era “imposible” de sostener por nuestra economía, hasta que el PNV lo ha hecho posible.

En su ataque al Gobierno, eso sí, Rivera ha seguido el protocolo: primero le ha dado al PSOE, por no apoyar la subida de las pensiones, entre otras cosas. “Apóyenlos”, les ha exigido o “solo querían agitar”, en alusión al apoyo socialista a las movilizaciones de pensionistas. Después ha ido a por los “golpistas”, mirando a los soberanistas catalanes, a los que en un momento ha concedido que “no llegan ni a eso”, porque, dice, que no consiguieron darlo y, sin embargo, no ha parado de llamarlos así, en todo momento. Y, por fin, le llegó el turno a Montoro, a quién ha vuelto a atacar, a muerte, por sus afirmaciones de que el secesionismo no gastó “ni un euro” en la consulta del 1 de octubre, aunque el asunto no tuviera nada que ver con el tema del día. “Que nos explique qué está pasando en el agujero del 155”, “es muy extraño que usted diga lo mismo que Puigdemont o Junqueras”, “algo está pasando: o alguien miente o a alguien se le ha colado algo”.

Montoro también ha ido de menos a más, en su respuesta, hasta llegar a reprocharle que viniera a aplaudir “el final de los recortes” de estas cuentas, cuando Ciudadanos aprobó con su voto las de 2017. Le ha echado en cara que se haya querido adueñar de haber alcanzado “el objetivo de déficit”. Le ha exigido “humildad” y se ha reído de su exceso de exposición mediática: “Le veo todos los días: por la mañana, tarde y noche y seguro que le escucho en alguna tertulia deportiva, si no me acuesto.” Sobre el tema catalán, ha sacado pecho: “Hoy Cataluña sigue siendo España por la acción del Gobierno popular. No confundamos a nadie”.
Eso sí, Montoro, arrinconado, ha reconocido que aquello que decía de que la Generalitat no ha gastado “ni un euro” en el 1 de octubre, puede ser un error. “Todos nos equivocamos”, “puede haber facturas falsas”. Y, aún pidiendo una especie de perdón, ha desmentido las entrevistas que Rivera le ha restregado. “Coge declaraciones antiguas”, que hablan de “descartar” que se hubiera desviado dinero público para esos fines, le decía. Para luego afirmar que la palabra “descartar” no está en su vocabulario. “Descartar, se puede descartar poco, salvo ser fiel a los principios”, con lo que ha arrancado una ovación de la bancada azul marino.
Rivera ha encajado regular el golpe a sus no principios, tratando de defenderse con lo ocurrido ayer con Cifuentes. Con “guardar vídeos ilegalmente” para atacar a compañeros, “con eso no estamos”, ha afirmado, aunque siga sosteniendo el gobierno popular en la Comunidad de Madrid, de donde parece ser que ha salido ese vídeo. Y le ha pedido que no de “entrevistas”, recordándole otra vez frases controvertidas como “ni un euro” o “las zanahorias” electorales, “seguro que a su Gobierno también le gustará”.
Montoro, ha cogido el guante a su manera: “Me comprometo a no hacer ninguna entrevista más en mi vida política porque no se las leen. Hay que leer”, y luego ha explicado lo que según él no se está leyendo.
Eso sí, ambos han terminado sus parlamentos con alusiones a “la estabilidad” y a conseguir una “legislatura fructífera”.

El PNV dice que tonterías las justas

Su portavoz, Aitor Esteban, ha afirmado, desde la tribuna, que su apoyo a las cuentas del Gobierno dependerá de tres puntos que ha dado en este orden. Primero, las actitudes del Gobierno con la aplicación del artículo 155; segundo, el acuerdo de pensiones y tercero, la agenda vasca de competitividad y mejora de la economía, punto, este último, que está por concretarse.
Esteban ha avisado al Gobierno públicamente: si se prolonga la aplicación del 155 “nos tendrán enfrente”. “No nos dejaremos utilizar por nadie”, ha avisado y también ha advertido de que al único al que podría interesar que estos presupuestos no salgan adelante, porque le podría convenir un adelanto electoral, es a Ciudadanos.

ERC, no ve traición en el apoyo del PNV a los presupuestos

Joan Tardá, el portavoz de ERC, ha aclarado a preguntas de Público, que no se sienten traicionados por el PNV. No consideran que la negociación, que ha llevado a cabo el partido nacionalista vasco con el Gobierno para que los PGE sigan su tramitación, sea faltar a su palabra. “Faltarían a su promesa si votan los presupuestos con el 155”, ha afirmado, dejando claro que creen que la promesa de los vascos siempre fue que, en la votación definitiva, solo votarán a favor si el 155 no está en vigor.

Y Rajoy se fue tan contento 

El presidente del Gobierno abandonaba el hemiciclo “satisfecho” y hacía declaraciones en los pasillos. Ha vuelto a enumerar las bondades, en su opinión, de estas cuentas y ha aprovechaba para “dar las gracias a todos los diputados, que son de diferentes partidos” porque “entre todos nos hemos puesto de acuerdo en a qué debemos dedicar el gasto”. “Es una buena decisión para España”, resumía.

Para terminar, se mostraba esperanzado de poder llegar al final de la legislatura: “con este primer paso que hemos aprobado hoy, y yo agradezco los apoyos, pues, bueno, yo creo que podemos afrontar la economía en los próximos años pues con un cierto optimismo, pero sin bajar nunca la guardia”.

Después de una buena parrafada sobre las bondades de estos presupuestos y del Plan de Estabilidad, que va a presentar mañana,  rodeado de micrófonos y de cámaras, ha emprendido el camino al coche, sin responder a ninguna pregunta. La nuestra era: ¿cómo explica que, hasta antes de ayer, no hubiera dinero para subir las pensiones con respecto al IPC y que, para aprobar sus presupuestos, de repente, sí que lo tenga? Quedó en el aire, como todas las demás. 

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