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¿Tiene motivos Feijóo para la euforia? El calendario electoral de 2024 es favorable a Sánchez

Feijóo lleva toda la semana de celebración por los resultados de las gallegas, pero en el PSOE ven con esperanza el calendario electoral del 2024. Mantener el cogobierno en Euskadi con el PNV y hacerse con la presidencia de la Generalitat son los principales hitos para Ferraz. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en el Congreso de los Diputados, en el debate sobre la ley de amnistía. REUTERS/Ana Beltran
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en el Congreso de los Diputados, en el debate sobre la ley de amnistía. Ana Beltran / REUTERS

"Consolidar liderazgos fuertes" en los diferentes territorios ha sido la primera reacción del PSOE a los resultados de las elecciones gallegas del pasado domingo. El análisis verbalizado por el propio Pedro Sánchez ante la Ejecutiva Federal del lunes fue más allá de lo coyuntural. Para el secretario general, el partido ha entrado en un nuevo ciclo y ha de fortalecerse en las regiones. El mal resultado de Galicia es el broche final a una inercia de pérdida de poder territorial que viene desde mayo, cuando el PP recuperó relevantes gobiernos autonómicos y municipales, en la mayoría de los casos de la mano de los ultras de Vox, según la lectura de Ferraz.

El tiempo de Ximo Puig, Guillermo Fernández Vara, Javier Lambán... ha pasado, hacen falta nuevos liderazgos socialistas. El PSOE quiere tener una Ana Pontón en cada territorio y se pone manos a la obra en un periodo de renovación del partido congresual que culminará a finales de 2025, con los congresos regionales, posteriores al Congreso Federal que tendrá lugar a principios del año que viene. Además, en Ferraz no quieren lamentaciones y creen que el calendario que tienen por delante les llevará a superar los malos resultados.

No ven los socialistas motivos, por tanto, para la desmesurada euforia de Alberto Núñez Feijóo de esta semana por los resultados gallegos que, grosso modo, dejan las cosas como estaban en este país. Y advierten, además, de que al PP le viene un año complicado por las citas con las urnas previstas en el calendario.

El próximo 21 de abril se celebrarán elecciones autonómicas en Euskadi, una plaza difícil para el PP. En el año 2020, el partido de Feijóo no llegó siquiera al 7% del apoyo popular. Creen, los de Sánchez, que no habrá mucho que celebrar en la calle Génova la noche electoral de abril. Tampoco se le suele dar bien al PP de Catalunya. En un año a más tardar habrá comicios al Parlament. En 2021, el partido de Feijóo no llegó ni al 4% del sufragio popular.

Por el contrario, en el PSOE confían en que sople el viento de cola en los próximos meses. Contemplan un horizonte de buenos resultados en las próximas citas con las urnas que ayuden a olvidar el 28M y 18F. En Euskadi, el PSE cogobierna con el PNV y aspiran a reeditar el ejecutivo de coalición y a mantenerse en las consejerías vascas cuatro años más.

El 9 de junio, en el Estado español se celebrarán las elecciones europeas. Unos comicios de circunscripción única que pueden servir para medir el nivel de apoyo de los partidos en términos absolutos, sin la distorsión de los sistemas y leyes electorales. PP y PSOE se disputarán el primer puesto. Los de Feijóo están dando mucha importancia a estas elecciones, aspiran a una victoria que desgaste a Sánchez. 

En Ferraz, sin embargo, afrontan los comicios europeos con otra perspectiva. Recuerdan que en las elecciones generales del 23J, la última vez que se votó en toda España, la diferencia en votos fue mucho menor de lo que parece por la más abultada victoria en escaños del PP. Los socialistas aspiran a que los comicios europeos sirvan para evidenciar que la diferencia entre PP y PSOE no es tan grande.

Así, en verano, a los de Génova les apoyaron un total de 8.160.837 personas aproximadamente, mientras que se contaron 7.821.718 papeletas socialistas. Una diferencia de solo 339.119 votos en las últimas generales. El PP logró 137 diputados en la Carrera de San Jerónimo; el PSOE, tan solo 121.

El PSC aspira a hacerse con la Generalitar de Catalunya

La siguiente parada en las urnas, si no se precipita el guion establecido, sería Catalunya. Hay quien apuesta por un adelanto electoral para el mes de noviembre. La legislatura, de forma natural, llegaría a su fin dentro de un año, en febrero de 2025. Como decíamos, una plaza complicada para el PP y en el que los socialistas aspiran a obtener unos muy buenos resultados.

El PSC de Salvador Illa va como un tiro en las encuestas y aspira a hacerse con la Presidència de la Generalitat en los próximos comicios catalanes: ser el partido más votado e intentar formar una mayoría progresista con ERC y comuns. Según los sondeos, el exministro de Sanidad tiene serias opciones de lograrlo.

Además, valoran fuentes del PSOE, que una victoria en Catalunya y lograr la presidencia de este país supondría un enorme espaldarazo político también para Sánchez. Sería la mejor constatación de que la hoja de ruta impulsada desde Moncloa para desinflamar el conflicto catalán en favor de la convivencia en Catalunya, amnistía mediante, funciona.

Los resultados de Galicia no han sido buenos para el PSOE, pero el partido piensa que pueden venir unos meses buenos. En un año, creen, el socialista podría parecer, de nuevo, como el partido hegemónico en España. Para ello, la sala de máquinas de Ferraz luchará por mantenerse en el gobierno de Euskadi, sacar un resultado en las europeas que mire de tú a tú al del PP y presidir la Generalitat de Catalunya. 

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