Pablo Casado, una nota a pie de página del PP
Desde el pasado mes de abril el expresidente del PP no ha vuelto a participar en ningún acto del partido y se mantiene alejado de la política.
Madrid-Actualizado a
Salir de la política no es fácil, menos aún que te echen. Lo que hace un año sucedió con Pablo Casado en el Partido Popular fue un 'despido' en diferido en el que cuando hubo que ponderar lealtades, Casado se quedó (casi) solo. Su defenestración como presidente del PP fue tan rápida como dolorosa y el partido reescribe su historia sin él. "Así funcionan los partidos", dice a Público alguien que lleva más de cuarenta años dentro de la política, y del PP.
La cronología de su salida de Génova está más que contada: se enfrentó a Ayuso, desveló en un programa de radio sus sospechas sobre un contrato público de la Comunidad de Madrid con el hermano de la presidenta para la compra de mascarillas en la pandemia, el partido se llevaba las manos a la cabeza mientras Casado hablaba en directo, una manifestación frente a la sede nacional a favor de Ayuso y, por último, una reunión de madrugada con los barones en la que Casado ya no tenía nadie a quien convencer. Todo sucedió en siete días. Una semana en la que perdió el apoyo del grupo parlamentario y de la mayoría de su comité de dirección.
En la madrugada del 23 al 24 de febrero, en ese último encuentro a puerta de cerrada con los barones del PP, Casado hizo una defensa de sí mismo que ha calado en el partido: "Podré haber hecho mal, pero no he hecho nada malo", les dijo. Con esas palabras o con otras, la opinión mayoritaria entre las filas populares de la etapa de Casado es esa y por eso asumen su borrado con resignación, culpando a "la política" en abstracto.
Es la única explicación que encuentran -"la política"- a lo que sucedía hace solo dos semanas en Valencia, en un acto pensando para que el PP recuerde a Feijóo como el presidente que devolvió la "unidad" del partido. La foto emocionó a Génova: José María Aznar, Mariano Rajoy y Feijóo. Casado no estuvo ni invitado porque se trataba de una exaltación de las grandes victorias del PP y solo se llamó a los expresidentes, justificaban desde la dirección del partido.
Un trato "innecesario" e "injusto"
"Si no tendríamos que invitar también a Hernández Mancha", se escuchaba esos días en Génova. Mancha fue presidente de Alianza Popular, germen del actual PP, entre 1987 y 1989. Su carrera política terminó también de forma precipitada, perdió una moción de censura contra Felipe González y fue descabalgado por otro gallego, Manuel Fraga, que eligió a José María Aznar para refundar la AP. La comparación es "anacrónica", dice un destacado miembro del PP.
Ese fin de semana en Valencia el PP dejó claro que la línea sucesoria salta de Aznar a Rajoy y de Rajoy a Feijóo, pero sí hubo referencias veladas (o no tanto) a la presidencia de Casado. El expresidente Rajoy finalizó su intervención con una reivindicación de las decisiones de Feijóo al frente del PP que sonó, en realidad, como una bronca a Casado.
"A mí me gustaría decir una cosa y espero que se me entienda bien. Feijóo no ha confundido el concepto de renovación política con el de juventud ni el cambio político con la inexperiencia. Ha buscado a los mejores, sea cual sea su edad, sean estos quiénes sean y vengan desde donde vengan. Os lo digo con conocimiento de causa", dijo. Sus palabras sorprendieron a algunos de los presentes en el auditorio, que creen que fue "innecesario" e "injusto".
El silencio elegido de Casado
Desde el congreso de Sevilla que coronó a Feijóo y despidió a Casado, el expresidente del PP no ha vuelto a participar en ningún acto del partido. Se alejó completamente de la política y ha guardado un estricto silencio tanto en público como en privado. Lo último que Casado le dijo al partido fue en legítima defensa: "Yo siempre he dicho la verdad, costara lo que costara, me enfrentara a quien me enfrentara".
Los miembros del PP que siguen manteniendo contacto con él aseguran que "nunca" es para hablar de lo sucedido, que son conversaciones "cariñosas pero formales" y que "respetan" su decisión de mantenerse al margen del partido. Casado trabaja ahora mismo para un fondo de inversión poniendo en marcha un proyecto de tecnologías de seguridad, según han publicado diversos medios de comunicación.
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