Este artículo se publicó hace 3 años.
Revisionismo histórico: las derechas intentan impedir los avances en memoria democrática
Una ley "sectaria, totalitaria, guerracivilista y anticonstitucional". Así es como la extrema derecha define la nueva norma de Memoria Democrática, cuyo proyecto de ley fue aprobado el pasado martes en el Consejo de Ministros.
Marta Monforte Jaén
Madrid-
La derecha dice 'no' a los avances en el reconocimiento y la dignidad de las víctimas del franquismo. El proyecto de ley aprobado por el Ejecutivo el pasado martes busca "actualizar" la ley de Memoria Histórica de 2007 que salió adelante bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Esta norma plantea la extinción de aquellas fundaciones que enaltezcan a sus dirigentes y lo hagan con menosprecio de las víctimas o incitando al odio.
El Gobierno quiere eliminar, definitivamente, los símbolos franquistas del espacio público. Esto homologaría a nuestro país con los otros dos países europeos que sufrieron dictaduras de corte fascista en los años 30, Alemania e Italia, que le llevan décadas de adelanto en esa materia. Pero para la derecha se trata de un intento de reescribir la historia. Un alegato con el que pretenden equiparar a los dos bandos de la Guerra Civil e, incluso, justificar el golpe de estado perpetrado el dictador por Francisco Franco en el año 1936.
Así lo afirmó recientemente Ignacio Camuñas, exministro de la UCD, que cuestionó frente al líder del PP, Pablo Casado, que se diera un golpe de estado. Es más, el fundador de Vox achacó la responsabilidad de la Guerra Civil al gobierno republicano. "Si hay un responsable de la Guerra Civil directamente es el Gobierno de la República. Un golpe de Estado no es lo que ocurrió en 1936", aseguró en un acto organizado por Génova el pasado lunes.
Lejos de corregirle, Casado aseguró que su intervención había sido "un lujo". En ese mismo acto, que se celebró como paso previo a la convención del PP de octubre, el conservador anunció que derogará la ley de Memoria por una de "concordia" si logra llegar a La Moncloa. El alegato planteado por Casado se basa en que la reparación a las víctimas del franquismo ya está hecha y que el dinero desembolsado para ello es más que suficiente. Quizá, incluso, excesivo.
Tras el revuelo generado por las palabras de Camuñas, la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, salió del paso remarcando que su jefe de filas siempre había sido "claro y rotundo" respecto a lo ocurrido en el 1936. Gamarra tiró de hemeroteca y señaló que su formación promovió una resolución en el año 2002 en que se establecía el marco de lo que pasó en la Guerra Civil. "El PP la respaldó y no se ha movido de ahí desde entonces", aseguró. Sin embargo, en los últimos años los populares han mostrado su tibieza en más de una ocasión respecto a la dictadura franquista, negándose a condenarla expresamente en diferentes parlamentos.
El día siguiente, durante una intervención en la Junta Directiva Nacional del PP, Casado se limitó a decir que "nadie debe desenterrar viejas heridas". "Ni descoser el perdón que sellaron nuestros padres y abuelos, y menos por un irresponsable interés de dividir a la sociedad para polarizar electoralmente".
"Una ley sectaria, totalitaria y guerracivilista"
Para la extrema derecha se trata de una ley "sectaria, totalitaria, guerracivilista y anticonstitucional". El líder de Vox, Santiago Abascal, en declaraciones a los medios desde el Congreso y arropado por la mayor parte de su grupo parlamentario aseguró que la ley atenta "contra la libertad de cátedra de los historiadores". En ese sentido anunció que su formación la recurrirá ante el Tribunal Constitucional, un escenario que ya tenía previsto el Gobierno.
A su juicio, esta ley "solo pretende camuflar y perpetuar al peor gobierno que ha habido en los últimos 80 años". "Estamos preparados para levantar todo lo que tumben, para derogar cualquier ilegalidad que aprueben y para volver a construir todo lo que derriben, incluida la cruz más grande del mundo", dijo, en referencia a la cruz del Valle de los Caídos.
El líder de Vox aseguró que ellos "asumen" la historia y "honran a todos los españoles" que "en cualquier bando y en cualquier época histórica lucharon o se comprometieron porque creían que lo hacían por una España mejor". "Ya sabemos que el nuevo acólito, o el nuevo esbirro de Pedro Sánchez, va diciendo por los pasillos cuando alguien le advierte de la ilegalidad de sus pretensiones que no pasada nada, que ya tienen en el BOE. Pues bien, que sepa el Gobierno que otros vendrán y el BOE tendrán", fueron sus palabras hacia el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.
Cs se pone de perfil: "No somos nietos de la Guerra Civil"
Ciudadanos, a través de su portavoz adjunto en el Congreso, ha pedido "dejar atrás la dictadura franquista". "Estamos más pendientes de 1936 que de 2030... De la Guerra Civil y del golpe de Estado de Franco y de la dictadura que asoló España hasta 1978", ha criticado. "Nosotros somos los hijos de la transición, de la concordia y de los consensos. No somos los nietos de la Guerra Civil", ha dicho.
La formación naranja ha asegurado que estudiará el texto antes posicionarse al respecto, ya que sólo lo conocen de forma "superficial", pero ha criticado que los partidos políticos estén más preocupados por "el pasado de España que por los problemas actuales, de desempleo, factura de la luz o por los interinos".
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