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PP y Vox blindan sus alianzas autonómicas pese a la OPA de Feijóo a Abascal por sus votantes

Carlos Mazón y María Guardiola son investidos presidentes gracias a los votos de la extrema derecha. El presidente del PP les responsabiliza exclusivamente a ellos de esos acuerdos. 

Carlos Mazón
Carlos Mazón tras ser investido presidente de la Generalitat Valenciana este jueves. EFE/ Kai Forsterling

Alberto Núñez Feijóo ha dejado este jueves en una entrevista con el diario El Confidencial una respuesta clarificadora sobre su forma de liderar el Partido Popular: "Yo no he pactado con ellos. Lo han hecho mis compañeros de partido. Cada uno asume sus responsabilidades". Así es como Feijóo se defiende de los acuerdos de gobierno, o de investidura en el caso de Illes Balears, que el PP ha alcanzado con la extrema derecha tras el 28 de mayo y que se están blindando precisamente ahora, en el ecuador de su campaña electoral. 

Es el caso del popular Carlos Mazón, investido presidente de la Generalitat valenciana este jueves gracias a los votos de Vox, que ha entrado al Govern con alfombra roja: una vicepresidencia, dos consejerías y un acuerdo programático que asume los postulados ultras de la formación de Santiago Abascal. 

Tras estampar su firma en un acuerdo que sustituía la violencia de género por la "violencia intrafamiliar", el concepto negacionista de Vox, Mazón ha anunciado en el pleno de investidura la integración de las competencias de Igualdad en una vicepresidencia. "No quiero un espectáculo", dijo también el ya presidente de la Generalitat valenciana, seguramente pensando en el ejemplo del gobierno de Castilla y León. 

Pocas horas después de que Mazón se convirtiese oficialmente en presidente el País Valenciá y se uniese a la lista de presidentes del PP que se han abrazado a la extrema derecha para gobernar en la que hasta el 28M solo estaba Alfonso Fernández Mañueco, María Guardiola se enfrentaba también a la primera jornada de su debate de investidura. Vox la hará presidenta este viernes, sumando sus votos a los del PP, y entrará al gobierno extremeño con la Consejería de Gestión Forestal. 

Aunque Feijóo defienda ahora que los pactos con Vox son responsabilidad exclusiva de sus "compañeros" — a recordar: "Yo no he pactado con ellos. Lo han hecho mis compañeros de partido. Cada uno asume sus responsabilidades"—, en el caso de Extremadura la intervención de Génova fue la que precipitó un acuerdo con la extrema derecha que Guardiola rechazaba. 

Feijóo también respaldó que Mazón diese entrada a Vox en el Govern porque, aseguró, "en Comunidad Valenciana, Vox ha sido determinante y lo ha votado mucha gente". Además, fue el presidente del PP quien afirmó en una entrevista con el diario El Mundo que "lo lógico" si se necesita el voto a favor de la extrema derecha es que formen parte de los gobiernos. 

Pero el líder de la oposición está estos días en una fase de su campaña electoral que pasa por distanciarse de Vox, con el bloqueo en la región de Murcia como señuelo. Así, lo más cerca que ha estado Feijóo de la investidura de Mazón fue este miércoles en un mitin en Alicante en el que minimizó las críticas a la formación de Abascal que había hecho esa misma mañana en la ciudad de Murcia. 

El presidente del PP no ha acompañado a ninguno de sus dirigentes autonómicos en sus investiduras y tampoco lo hará ahora. Así, Mazón y Guardiola oficializan solos el abrazo del PP a Vox mientras el mismo Feijóo que antes de las elecciones autonómicas le aclaraba a su plana mayor en Génova que se hacía "corresponsable" de los resultados ahora intenta lavarse las manos. 

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