El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, confía en el 'seny' (sentido común) y en la capacidad de diálogo de los políticos para alcanzar un 'gran acuerdo' que permita hallar una solución consensuada al debate soberanista de Catalunya.

'La vida son grandes acuerdos. Incluso cuando hay guerras y mientras se están matando, hay grandes acuerdos', afirmó Fainé este viernes en una entrevista en Catalunya Ràdio. En dicha entrevista, el presidente de CaixaBank también se mostró confiado en que la negociación entre los gobiernos español y catalán llegará 'en un momento u otro' y permitirá llegar a un gran pacto sobre Catalunya, 'para que esté donde tiene que estar, y que también sea bueno para España'.

'Yo creo en las cosas razonables y lo razonable acaba saliendo', señaló el banquero, que reconoció, no obstante, que a la hora de abordar el problema de encaje de Catalunya 'no se pueden adoptar posturas simples', sino que se tiene que analizar 'toda la complejidad del tema'.

Fainé quiso dejar claro que su banco 'no tiene ningún plan b' y que él personalmente no está 'metido en nada de esto' ni se dedica a hacer 'lobby' o a actuar como grupo de presión en un sentido u otro. 'A mí si no me llama un presidente no voy. Yo me dedico a lo mío', incidió Fainé.

En el plano más empresarial, Fainé auguró que el tercer intento de venta de CatalunyaCaixa iniciado por el Fondo de Reestruturación Ordenada Bancaria (Frob) 'saldrá'. Fainé explicó que desde La Caixa siempre han dicho que estudiarían la posible adquisición de CatalunyaCaixa y harían una oferta, porque es una entidad importante en Catalunya, aunque es el Frob el que 'deberá decidir la mejor oferta'.

'En esta subasta saldrá; tiene una salida razonable. Si vamos nosotros y el Santander, creo que las cosas saldrán bien', aseveró.

En cambio, respecto a informaciones que apuntaban a que CaixaBank ha mostrado interés por el negocio de Barclays en España, que está en venta, dijo: 'De Barclays no he visto nada, no hay ninguna operación sobre la mesa sobre Barclays'.

Preguntado por la transformación de La Caixa en fundación bancaria, aprobada en asamblea este jueves y lo que comporta la pérdida de su condición de entidad de crédito, dijo que no es el fin de las cajas, y afirmó, categórico, que queda asegurado el futuro de la obra social. 'Crear una fundación bancaria con unos activos de 20.000 millones de euros es asegurar la obra social para siempre, con casi 6.000 millones de aportación fundacional que son intocables', ha argumentado.