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Elecciones autonómicas y municipales 2023

El PSC redobla la presión a los comuns y al PP: o Collboni o Trias

El PSC, comuns y PP sumarían, pero Daniel Sirera, candidato del PP, no quiere repetir una nueva 'operación Valls' que cabe en un Gobierno de coalición progresista.

Candidatos Ayuntamiento de Barcelona
De izquierda a derecha, la alcaldesa de Barcelona en funciones, Ada Colau; el candidato del PSC a la alcaldía de Bacelona, Jaume Collboni; el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona; Ernest Maragall, y el candidato de JxCat, Xavier Trias, antes de un debate electoral el pasado 9 de mayo de 2023. David Zorrakino / EFE

Entramos en la recta final hacia la constitución de los ayuntamientos, fijada fecha para este próximo sábado. Y si un consistorio acaparará todos los focos mediáticos es el de Barcelona. Por la importancia de la capital de Catalunya en el mapa político estatal, por la finalización de una etapa marcada por los ocho años de Ada Colau y porque, a pesar de que Xavier Trias parece tener todo a favor para volver a ponerse al frente de la ciudad, aún quedan algunas opciones, aunque sean rocambolescas, de que surja la sorpresa.

Una de esas posibilidades es la insistencia de Ada Colau y los comuns de forjar un tripartito con el PSC y ERC. Sin embargo, el rechazo de los republicanos a hacer alcalde al candidato socialista, Jaume Collboni, hace imposible esa opción. Colau ha contraatacado este martes con una propuesta de reparto de alcaldía en la línea de lo que apuntó Joan Tardà, exdirigente de Esquerra, en un reciente artículo de prensa: un primer año para el republicano Ernest Maragall y los otros tres años repartidos a partes iguales entre la actual alcaldesa y Collboni. Colau ha afirmado en declaraciones al programa Cafè d' idees de RTVE que esta sería una "forma pragmática, realista y viable" para evitar que gobiernen las "políticas neoliberales de Xavier Trias".

La propuesta de Colau ha tenido una efímera vida –apenas unas horas–, no solo por la fría acogida en la sede de Esquerra, también por el rápido y rotundo rechazo del PSC. Según la número tres del PSC en Barcelona, Laia Bonet, el reparto de la alcaldía "no se entendería" y no contribuiría a "la estabilidad y el rigor que el Ayuntamiento de Barcelona y su ciudadanía merecen". El PSC prefiere apostar por otra estrategia de todo o nada, una ecuación "casi" imposible pero que de surtir efecto les daría la alcaldía los cuatro años con la colaboración del PP y los comuns. Y así las cosas, los socialistas han redoblado la presión a los dos partidos para que se avengan a esta operación.

Es cierto que descartada cualquier opción de tripartito de izquierdas, las aritméticas para que Collboni sea investido alcalde este sábado son extremadamente complicadas. Necesita el apoyo de 21 concejales de los 41 que constituyen el consistorio barcelonés y el PSC solo sacó 10. Con los nueve de Barcelona en Comú no llegan. Y sin ERC, solo quedan para completar la jugada el PP y Vox, con cuatro y dos concejales respectivamente. Cualquiera de los dos sumaría pero parece descabellado que la ultraderecha encaje en una operación de este alcance, así que el protagonismo ha recabado los últimos días en los populares liderados por Dani Sirera.

Presión al PP para evitar una alcaldía de Puigdemont

¿Puede participar el PP en una operación para hacer alcalde al candidato del PSC, Jaume Collboni? Fuentes de la dirección del PP en Catalunya apuntan a que sigue siendo difícil, pero no cierran la puerta a nada. Y es que la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio ha movido el tablero de ajedrez en la negociación de los pactos municipales. Y el PSC se ha volcado a ejercer una fuerte presión sobre el PP para que eviten el acceso de Junts a la Alcaldía de Barcelona votando a Collboni. El argumento socialista, según una destacada dirigente del PSC, es que "sería una incoherencia total que el PP, después de criticar tanto a los independentistas, ahora permita que quede en sus manos la segunda ciudad de España".

En Catalunya cuesta visualizar esta estrategia socialista ya que la inmensa mayoría de catalanes no ven a Trias como un dirigente independentista. De perfil moderado, Trias ha hecho una campaña electoral escondiendo las siglas de Junts, sin hablar de independencia, intentando coincidir lo mínimo posible con los dirigentes netamente independentistas de su partido como Laura Borràs y reivindicando a la antigua Convergència. Incluso en el análisis de los datos electorales se puede observar que ha recibido votos de antiguos votantes de Ciudadanos y el PP, con unos resultados muy destacables en los barrios más adinerados de Barcelona y propensos a los partidos de orden y constitucionalistas.

Pero lo cierto es que fuentes del PP admiten la preocupación existente en Génova por este tema ya que podría ser utilizado por los socialistas en las generales. "En Madrid se ve a Trias como un alcalde de Puigdemont", asegura una miembro de la ejecutiva del PP de Catalunya, que admite las presiones del partido desde Madrid y que Sirera está valorando su posición sin descartar ninguna opción. Los contactos de Trias con Esquerra, que apuntan a una magnífica sintonía, también aumentan la sensación de posible Gobierno municipal independentista, aseguran los populares.

Sirera no quiere a los comuns gobernando Barcelona

De hecho, los populares estarían de acuerdo en extender a Catalunya la política de oferta de apoyos del País Vasco para vetar el acceso de los independentistas al poder institucional. El problema de fondo, según explican las fuentes de la dirección de los populares en Catalunya, es que la aritmética hace necesaria a Ada Colau y los comuns para hacer alcalde a Collboni. El PSC, comuns y PP sumarían, pero Sirera rechaza de plano repetir una nueva operación Valls que acabe en un Gobierno de coalición progresista y quiere garantías de ello por parte de los socialistas. "No permitiremos de ninguna manera que ni Colau, ni Barcelona en Comú, continúen en el Gobierno de Barcelona, sería un desastre para la ciudad", asegura Sirera. Con estas condiciones, para evitar la alcaldía de Trias, BComú debería investir al candidato socialista pero renunciando a gobernar, cosa que de entrada se antoja poco probable. Y además, ello obligaría a Collboni, si se diera el caso, a gobernar en solitario con solo 10 concejales.

En este contexto, el PSC está desplegando una fortísima presión que aumentará a medida que avancemos hacia el sábado tanto al PP como a Barcelona en Comú. El objetivo es decantar los votos de ambos grupos hacia Collboni para acceder a la alcaldía. El argumento es que tanto populares como comuns pongan en primera línea su rechazo a la alcaldía de Trias. El PP para evitar un alcalde supuestamente independentista y vinculado a Puigdemont. BComú porque han hecho del regreso de Trias a la alcaldía un anatema que supondría "un retroceso para regresar a la barra libre de pisos turísticos y hoteles, ampliación del aeropuerto, alfombras rojas a los fondos buitres y recortes en servicios públicos. No podemos resignarnos", asegura el dirigente de los comuns Marc Serra.

Collboni conmina a PP y a comuns a un frente antiTrias

Para Collboni, "Barcelona merece un gobierno fuerte y estable y un alcalde del PSC". Asimismo, el líder socialista alerta a los republicanos de que el "frente independentista" por el que parecen apostar, sumando sus cinco concejales a los 11 de Xavier Trias, "condena Barcelona a la ingobernabilidad y al bloqueo". Pero con la vía del tripartito de izquierdas cerrada, los socialistas presionan al PP para la operación antiindependentsita en los más altos niveles. Por ejemplo el ministro en funciones de Cultura, Miquel Iceta: "Me sorprendería que la actitud del PP fuera poner a un alcalde independentista" en la capital catalana, en referencia a Xavier Trias. Iceta subraya "la contradicción entre quienes predican una cosa y hacen la contraria en toda ocasión".

Los comuns descartan de momento pronunciarse sobre el planteamiento de los socialistas y se ciñen a mantener la presión para conseguir el tripartito de izquierdas in extremis. Y por su parte, fuentes de la candidatura de Trias por Barcelona atribuyen la propuesta de Colau a un "último movimiento a la desesperada". El equipo de Trias asegura que "no tiene nada que ver con las izquierdas ni con el progreso de Barcelona", sino que Colau hace este planteamiento "exclusivamente en clave de supervivencia personal".

Trias esgrime su victoria

Xavier Trias, en conversación con Público, admite que puede haber maniobras como la del PSC que frustre su retorno a la alcaldía, pero "yo puedo trabajar sobre lo que está en mi mano que es proponer un acuerdo de Gobierno estable con el PSC y ERC, pero no con lo que no puedo controlar. Si el PSC y los comuns quieren sumar sus votos al PP o a Vox y estos se los quieren dar es algo que no puedo controlar". Trias insiste que él es "la única garantía del cambio, como alcalde y para que la ciudad vuelva a ser gobernada para todos". A pesar de todo, el ganador de las elecciones se muestra convencido de su investidura como alcalde pero manifiesta la inquietud respecto a la estabilidad de su futuro gobierno si el PSC se mantiene en la oposición y opta por el bloqueo, ya que Junts y ERC suman solo 16 concejales, lejos de la mayoría absoluta.

Este sábado saldremos de dudas sobre quién se lleva la codiciada Alcaldía de Barcelona, si no hay un aplazamiento de última hora por la impugnación de resultados que Vox estudia presentar. Pero antes o después, el resultado final tendrá un papel relevante en la campaña de las elecciones generales. Si finalmente el alcalde es Xavier Trias, en forma de reproche de los socialistas al PP de Feijóo y al Sumar de Yolanda Díaz por no haber frenado la investidura del candidato de Junts. Y si el alcalde es Collboni, Barcelona se convertirá en el gran bastión socialista del Estado en la pugna contra los conservadores. Que el PSOE disponga de esta baza con el concurso del PP es también una paradoja a tener en cuenta. Habrá que esperar, quizás hasta el último minuto, para ver qué es lo que vota cada grupo municipal. Trias lleva las de ganar pero en política catalana, y más en la barcelonesa, las sorpresas nunca se pueden descartar. Ya pasó hace cuatro años.

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