Santiago Abascal dijo este fin de semana en una entrevista en el diario argentino Clarín que "habrá un momento" en el que la sociedad española querrá "colgar de los pies" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Unas declaraciones que han provocado un nuevo frente entre el PSOE y el Partido Popular porque, para los socialistas, Feijóo "no se atreve a ser claro y contundente ni con unas palabras jamás vistas en estos años de democracia".

El presidente del PP ha asegurado este lunes que las palabras de Abascal "son lamentables" y "no merecen mayor consideración que su condena", pero ha dicho también que son "un gran juego a la estrategia de Sánchez". "Van en la misma línea que el presidente Sánchez de construir un muro en España de las dos Españas", señaló el líder popular en una entrevista en el programa La mirada crítica' de Telecinco.

Fuentes del PSOE estallaron inmediatamente contra Feijóo. "Es incapaz de condenar las palabras del neofascista Santiago Abascal, su socio de gobierno en comunidades autónomas y ayuntamientos, sin añadir peros que acaban prácticamente culpando al presidente del Gobierno", aseguran desde Ferraz.

Según los socialistas, el presidente del PP "tiene que demostrar si sus hipotecas con la ultraderecha le impiden condenar de forma clara, sin peros, unas palabras que incitan a la violencia contra el presidente del Gobierno" y "la mejor forma que tiene de hacerlo", dicen, "es romper sus pactos con los neofascistas de Vox". Algo que no está en los planes de los populares.

En la misma línea que Feijóo se ha pronunciado el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, durante la habitual rueda de prensa tras la reunión del comité de dirección del partido. Sémper aseguró que las manifestaciones de Abascal eran censurables en el plano ético y político. En el primero, dijo, "porque es inaceptable que los políticos que hablemos en estos términos" que alientan violencia y en el político porque son "un balón de oxígeno para Sánchez". 

Señaló también que el "único responsable" era Abascal, pero que existe una "vocación"  por parte del Gobierno "de levantar un muro entre españoles" y que Vox se está comportando como un colaborador necesario.