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PSOE Pedro Sánchez clausurará el congreso de Susana Díaz en Andalucía

Después de semanas de misterio, la dirección federal ha tomado la iniciativa y avisado al PSOE-A que el líder acudirá el próximo 30 de julio al cónclave que reforzará a la presidenta andaluza

Los candidatos a la Secretaría General del PSOE Susana DÍaz y Pedro Sánchez posan para los medios gráficos en la sede socialista de Madrid, tras conocerse los resultados de las primarias. EFE/Javier Lizón.

daniel cela

Pedro Sánchez acudirá a la clausura del Congreso regional del PSOE andaluz del que saldrá la nueva ejecutiva de Susana Díaz, el próximo 30 de julio en Sevilla. El secretario general del partido ha tomado la iniciativa para estar presente en el cónclave que reforzará la posición de la andaluza en la que aún es la federación más potente y numerosa de los socialistas. El número tres del PSOE federal, José Luis Ábalos, telefoneó el miércoles por la tarde a su homólogo andaluz, Juan Cornejo, para confirmarle la asistencia del líder.

Hasta entonces, ambas direcciones eran esquivas respecto a la asistencia o no de Sánchez en el congreso andaluz: la federal respondía que no habían recibido invitación, y la regional aseguraba que aún estaban con los preparativos preliminares. Una vez que Ferraz ha confirmado la presencia del líder, la dirección andaluza ha mostrado “disposición total” al secretario general, aunque por ahora no se ha decidido en qué turno intervendrá en la clausura del congreso: antes o después del discurso de Susana Díaz.

Se espera que los sanchistas andaluces, críticos con la presidenta de la Junta, acompañen a Sánchez, para ofrecer una imagen muy distinta a la que se solía ver en las últimas visitas del madrileño: un secretario general caminando en solitario, casi ninguneado por la dirección regional. Ahora tiene a los críticos andaluces en su ejecutiva y éstos le harán el paseíllo y le escoltarán en territorio hostil: Francisco Toscano, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Carmen Calvo, Francisco Salazar…

El 13 congreso del PSOE andaluz va a servir para reflotar el liderazgo de Díaz, muy debilitado tras la rotunda derrota en las primarias que le enfrentaron a Pedro Sánchez por el control del partido. La presidenta andaluza perdió de largo en el cómputo global de votos, pero demostró tener cohesionada su federación, que la apoyó con abrumadora mayoría. El resultado hizo aflorar un sector crítico que en algunas provincias llegó a superar el 40% de votos. Pero Díaz ha sido reelegida secretaria general del PSOE-A sin rival alternativo, ningún crítico se ha visto con fuerzas ni tiempo para plantarle cara, y la sevillana ha recabado casi la mitad de los avales de su federación (unas 25.000 firmas), volviendo a hacer ostentación de fuerza interna.

Susana Díaz y Pedro Sánchez. EFE/Archivo

Susana Díaz y Pedro Sánchez. EFE/Archivo

Entre mañana y pasado se elegirán a los compromisarios que acudirán al cónclave regional, un trámite en el que los críticos tratarán de ocupar puestos y hacer oír su voz, pero que difícilmente podrán pasar el filtro de la mayoría susanista. Díaz no tiene intención de hacer integración en su ejecutiva, y tampoco moverá hilos para que los sanchistas avancen en otros órganos de dirección y debate, como el comité director, máximo órgano de decisión entre congresos.

Pedro Sánchez y Susana Díaz han mantenido un táctico distanciamiento el uno del otro desde el congreso federal del PSOE, el pasado 18 de junio. El madrileño ha racionado su presencia en los medios al máximo, sin apenas mencionar a la andaluza, y ésta ha decidido conscientemente quedarse al margen de todos los grandes debates políticos que están saliendo de Ferraz, aunque la mayoría no le guste: el Estado plurinacional, el federalismo asimétrico, el acercamiento a Podemos o la propuesta, luego corregida, de que el Gobierno central conceda una quita de deuda a Catalunya para relajar el problema secesionista.

La imagen de los dos referentes socialistas, otrora rivales acérrimos, juntos en el congreso andaluz es un paso “necesario e inevitable”, aseguran fuentes de la dirección regional. Había mucho morbo por ver qué pasaría, si asistiría o excusaría su ausencia, como pensaban muchos en Andalucía. En política cuentan tanto los gestos como las palabras, y no es baladí que haya sido Sánchez quien se haya autoinvitado antes de que le ofrezcan asistir. “Los dos se necesitan y a los dos los necesita el partido para consolidar una imagen de cohesión y unidad imprescindible para afrontar los nuevos retos que se nos vienen”, dicen estas fuentes. Lo cierto es que no todo el mundo en el entorno de la presidenta de Andalucía ha digerido aún la derrota de las primarias. Muchos veteranos del PSOE-A no se reconocen en los pasos que está dando Ferraz, pero Díaz les ha pedido expresamente no entrar a polemizar con nadie.

Al margen del habitual cruce de reproches, que ya ha quedado muy minimizado, es importante ver a Pedro Sánchez asistir a la entronización de Susana Díaz en Andalucía, sobre todo en el momento de la clausura, cuando ya estará confirmado que la presidenta de la Junta no ha integrado a ningún sanchista en su equipo, como tampoco lo hizo el madrileño con ningún susanista en el suyo. La máxima es la que aventuró hace ya dos años el secretario general del PSOE en su primer mitin junto a Díaz en unas elecciones: “Tú a San Telmo y yo a Moncloa”. De momento, y mientras siga gobernando Mariano Rajoy, Sánchez estará en Ferraz, y Díaz en San Vicente.

El líder de los socialistas también ha confirmado su asistencia a la inauguración del congreso del PSOE valenciano que ratificará el liderazgo de otro de los barones críticos con el madrileño: Ximo Puig.

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