El pueblo saharaui, una vez más el gran olvidado del Gobierno de coalición
Ni el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos de 2019, ni este con Sumar hacen referencia al contencioso del Sáhara Occidental. El PSOE también impone su postura sobre un reconocimiento del Estado palestino en consonancia con la UE.
Madrid-Actualizado a
Ni en 2019, ni en 2023. Ni Pablo Iglesias, ni Yolanda Díaz. Ni Unidas Podemos, ni Sumar. El Sáhara Occidental no encuentra su hueco en los acuerdos programáticos para los gobiernos progresistas de coalición. La palabra 'Sáhara' no aparece ni en el rubricado en 2019, ni en el de este martes. Las discrepancias entre PSOE y las izquierdas sobre esta materia son evidentes y se han subrayado en los últimos años, pero el PSOE acaba imponiendo su postura: la política exterior es competencia del presidente del Gobierno y la desarrolla el ministro de Exteriores.
Así, el silencio se impone sobre cómo ha de ser la solución a la ocupación marroquí de la excolonia española. El PSOE se esmera en no contrariar al vecino del sur, Marruecos. La monarquía alauí considera el Sáhara Occidental como una cuestión inherente a ella misma, lo que ha paralizado hasta el momento la aplicación del Derecho Internacional y de las resoluciones de la ONU que reconocen el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui.
En marzo de 2022, Pedro Sánchez materializó un giro en la histórica posición española sobre el Sáhara Occidental. El Estado español es, desde una perspectiva jurídica, la potencia administradora de este territorio considerado "no autónomo" por la ONU, pendiente de descolonizar. Hasta entonces, España siempre había defendido una neutralidad activa en el conflicto, llamando a "una solución justa y duradera" y que fuera "mutuamente aceptable entre las partes", basándose en la literatura de la propia ONU.
El 18 de marzo de 2022, el Ejecutivo de Marruecos filtraba a la prensa una carta de Sánchez a Mohamed VI en la que el dirigente español aseguraba que "la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, es la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo". El presidente del Gobierno tomaba partido por la postura defendida por una de las partes, la autonomía en Marruecos, ignorando la propuesta de la otra parte, el Frente Polisario, basada en el derecho a la autodeterminación saharaui. Esto tensó al Gobierno de coalición la pasada legislatura, que supo hacer de la necesidad virtud y priorizar las cuestiones en común a las diferencias.
Otra vez el acuerdo de Gobierno ignora el contencioso del Sáhara Occidental. Si bien Sumar defiende la libre determinación del pueblo saharaui, el PSOE prioriza, por encima de todo, una buena relación con el régimen marroquí. Fuentes próximas a la negociación PSOE-Sumar reconocen que no hacer mención al tema facilita que después ambas partes puedan mostrar sus discrepancias durante la legislatura con respecto a este controvertido tema.
Reconocimiento del Estado palestino en el marco de la UE
El PSOE también impone su postura en un tema de candente actualidad: la tragedia palestina. Las bombas israelíes caen sobre la Franja de Gaza y socialistas y Sumar se comprometen a trabajar "para favorecer las vías diplomáticas que permitan avanzar hacia la paz en Oriente Medio y entre Israel y Palestina, en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas y garantizando el respecto al derecho internacional".
"Apostaremos por el reconocimiento del Estado palestino conformemente a la resolución del Congreso de los Diputados de 18 de noviembre de 2014", reza el texto del pacto entre Sánchez y Díaz. Una resolución mediante la cual se instó, desde la Carrera de San Jerónimo, al Ejecutivo a establecer relaciones diplomáticas plenas con Palestina y a promover, de manera coordinada con la UE, el reconocimiento del Estado palestino soberano, contiguo, democrático e independiente que conviva en paz y seguridad con el Estado de Israel".
La diferencia con Sumar en este aspecto estriba en que la formación de Díaz ha reclamado en las últimas semanas el reconocimiento del Estado palestino por parte de España de forma unilateral, independientemente de que la UE acceda a hacerlo en su conjunto, una tarea que parece casi imposible por el empeño de algunos Estados miembros de la UE a contrariar a Israel. Una vez más, el socio minoritario del Gobierno no consigue plasmar su propuesta en materia internacional en el acuerdo de coalición.
Ucrania y autonomía estratégica de la UE
Contrastan los matices del apoyo al reconocimiento del Estado palestino y, sobre todo, la falta de iniciativa contra la ocupación marroquí del Sáhara con el apoyo a Ucrania en el conflicto con Rusia en el pacto PSOE-Sumar. "Defenderemos el apoyo y la solidaridad integral con Ucrania en respuesta a la injustificada agresión rusa y el fortalecimiento de la vía diplomática para lograr una paz justa y duradera alineada con las aspiraciones del pueblo ucraniano y con los principios de las resoluciones de la Asamblea General y de la Carta de las Naciones Unidas, particularmente el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados", reza el texto acordado.
En materia europea, también destaca la apuesta por la "autonomía estratégica" de la UE en el plano internacional, una de las líneas de trabajo prioritarias de la presidencia rotatoria de España del Consejo Europeo. "Promoveremos la Autonomía Estratégica Abierta de la UE y una mayor coordinación entre sus Estados Miembros en materia de seguridad, para combatir amenazas como el terrorismo internacional, los ciberataques, la desinformación, y crecientes conflictos bélicos en nuestra vecindad", asegura el acuerdo de este martes.
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