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Puigdemont: la investidura evidencia que no hay "tercera vía" para encajar
a Catalunya en el resto de España

El presidente de la Generalitat supedita el plan de choque social a que el Gobierno no "secuestre" partidas que ya debería haber pagado al Govern.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante su intervención en el pleno parlamentario celebrado este miércoles./ EFE

EUROPA PRESS

BARCELONA.- El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha considerado este miércoles que el debate de investidura en el Congreso evidencia que no hay posibilidad de encajar a Catalunya en el resto de España: son "las exequias de la tercera vía".

En la sesión de control al Govern en el Parlament, ha pronosticado que Pedro Sánchez (PSOE) no será presidente, pero ha añadido que, aunque lo fuera, no convencería a los catalanes de renunciar al proceso soberanista: "Estoy convencido de que no gobernará, pero si lo hace, no convencerá". Puigdemont ha insistido en que su Govern estaría dispuesto a negociar un referéndum de independencia para desencallar la situación en Catalunya si llega una oferta formal del nuevo Gobierno: "Es tradición del catalanismo sentarnos a escuchar".

Puigdemont ha supeditado que Catalunya tenga unos Presupuestos que permitan aplicar el plan de choque social y afrontar las necesidades de los catalanes para mantener el Estado de bienestar a que el Gobierno no "tenga secuestradas" partidas que ya debería haber pagado a la Generalitat.

Lo ha dicho este miércoles durante la sesión de control al Govern en el Parlament, en respuesta al diputado de la CUP Joan Garriga 'Nana', que le ha preguntado qué medidas tomará para que las cuentas estén a la altura de los compromisos que ha adoptado su ejecutivo y, en concreto, le ha preguntado por la renegociación de la deuda catalana.

Puigdemont ha incidido en que, al margen de la renegociación de los intereses de la deuda, la Generalitat "seguirá reclamando el secuestro del dinero que ya es de los catalanes para que pueda disponer y atender sus demandas".

El diputado de la CUP le ha preguntado por una deuda a corto plazo de la Generalitat contraída con el BBVA que asciende a 100 millones de euros y que está en situación de impago, por lo que genera intereses de demora contra la administración catalana, y también le ha preguntado si hay deudas similares y cómo piensa afrontarlas. El presidente ha reconocido la existencia de esa deuda y le ha explicado que en ese momento no tenía la información sobre más deudas del mismo tipo, pero que pondrá a su disposición toda la información que el diputado requiere.

"Efectivamente algunos de los créditos a corto plazo han entrado en impago. Tristemente, es la consecuencia de la tensión de tesorería que nos obliga la situación que ya conocen", ha contestado, cargando la responsabilidad de la falta de liquidez de la Generalitat sobre el Gobierno central.

El presidente se ha comprometido a crear un grupo de trabajo para analizar la deuda catalana: "Porque tenemos la necesidad y porque vemos margen" de negociar. En concreto ha adelantado la pretensión del Govern de renegociar los intereses de la deuda que la Generalitat tiene con el Gobierno: "Queremos que el precio del dinero que compramos sea el que paga el Estado".

Puigdemont no ha contestado sobre la predisposición que el Govern ve en el Gobierno para negociar esa deuda ni sobre posibles mecanismos fiscales que el ejecutivo catalán podría implementar para conseguir más liquidez, como los que afectarían a las rentas más altas.

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