Este artículo se publicó hace 3 años.
Las diferencias en el GobiernoLas relaciones en el Gobierno de coalición se envenenan con juego sucio, y PSOE y Podemos no encuentran vías de salida
Los socialistas creen que la situación solo se puede reconducir en una reunión entre Sánchez e Iglesias, pero Unidas Podemos cree que las heridas son más profundas. El enfrentamiento total entre Calvo y Montero por las leyes de Igualdad son el principal p
Madrid-
Aunque la ministra Portavoz, María Jesús Montero, se empeña en poner su mejor sonrisa y dice que las relaciones internas en el Ejecutivo son mejores de las que se dibujan en los medios de comunicación, dicha declaración no se sostiene en función de los últimos acontecimientos, que reflejan un Gobierno de coalición con relaciones envenenadas, enfrentado y con juego sucio por ambas partes.
Los hechos de las últimas semanas hablan por sí solos: la iniciativa del PSOE de llevar unilateralmente la ley de Igualdad de trato al Congreso (dinamitando meses de negociaciones entre ambos partidos y sin contar con el visto bueno del ministerio competente, el de Igualdad); el intento de Unidas Podemos de convencer a otros grupos para tumbar esta iniciativa; los informes del Ministerio de Igualdad contra esta ley y los contrainformes del PSOE contra la ley "trans"; la confrontación en unas enquistadas negociaciones sobre la ley de Vivienda; y hasta el acto de este miércoles en La Moncloa para potenciar el alquiler social en el que no participó Pablo iglesias, cuando fue Unidas Podemos el que puso sobre la mesa que se utilizara vivienda de la Sareb en régimen de alquiler social.
Ambas partes confirman, en fuentes que no se pueden citar como fuentes, que la situación es insostenible. Hay acusaciones de deslealtad mutua, de zancadillas permanentes, y ponen todos los días en evidencia de que están en una situación que es muy difícil de mantener.
En el PSOE se considera un disparate estar en esta situación tras haberse aprobado los Presupuestos, pero confía en que sea una situación temporal. "Así, está claro que no podemos seguir toda la legislatura", afirma un dirigente de la Ejecutiva federal del PSOE. Y, por ello, algunos dirigentes consultados por Público creen que la única salida pasa porque dentro de ese "buen rollo" que dicen que tienen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se pueda reconducir la situación.
En Unidas Podemos, en cambio, consideran que la herida es más profunda, aunque rechazan cualquier posibilidad de ruptura de la coalición. Los de Pablo Iglesias se sienten traicionados con el registro unilateral de la ley de igualdad de trato y no discriminación por parte del PSOE, un acto que consideran abiertamente "una deslealtad" (y que motivó su abstención en la votación).
Para la formación morada esta situación es grave por dos cuestiones: la primera, que los socialistas registraron la norma sin avisar, rompiendo, a su juicio, todos los protocolos de coordinación que habían establecido; la segunda es que los de Iglesias consideran que el PSOE quiere cerrarles el poco espacio que a su juicio tienen en el Gobierno de coalición y dejarles sin oxígeno, especialmente en uno de los ministerios más abanderados de las políticas progresistas, el de Igualdad.
Las leyes de Igualdad, el punto de la discordia
En este sentido, el espacio confederal considera que "se han atravesado todas las líneas rojas" y ya se habla de un antes y un después en lo que se refiere a la coordinación. Estas tensiones se pudieron constatar este miércoles durante la sesión de control al Ejecutivo celebrada en el Congreso.
Desde el estreno de los miembros del Gobierno en la Cámara Baja, es habitual que el Grupo Socialista aplauda las intervenciones del vicepresidente segundo, que suele ser bastante tajante con el PP y con la ultraderecha. Sin embargo, este miércoles Iglesias solo ha sido aplaudido por su propio grupo parlamentario, a pesar de que en una de las respuestas vaticinaba que habría Gobierno de coalición con el PP en la oposición durante mucho tiempo.
En el Gobierno hay consciencia de que el principal enfrentamiento está precisamente en las leyes de Igualdad entre la Vicepresidencia del Gobierno, de Carmen Calvo, y la ministra de Igualdad, Irene Montero; un pulso que ninguna de las partes quiere perder. En este sentido, en Unidas Podemos recuerdan que no solo hay enfrentamiento por el registro unilateral y sin contar con Igualdad de la denominada ley Zerolo, sino también en la ley "trans", que, según denuncian en la formación, está siendo bloqueada por Calvo en los órganos internos del Gobierno.
El PSOE no entiende que haya este nivel de confrontación cuando no hay elecciones a la vista. UP advierte de que "se han traspasado todas las líneas rojas"
Los de Iglesias llegan a vaticinar que la vicepresidenta primera "va a perder la batalla de la transfobia" y advierten de que si sigue bloqueando la norma, actuarán "por la vía de los hechos". En este sentido, es probable que si la situación sigue enquistada Unidas Podemos lleve esta norma a través del cauce parlamentario y de su grupo confederal y no como proyecto de ley consensuado en el seno del Ejecutivo.
No obstante, nadie teme ni una ruptura ni una crisis de Gobierno a corto plazo, pero los socialistas sí creen necesario reconducir la situación cuanto antes. En este sentido, en el PSOE no se entiende que sin elecciones a la vista se esté en el actual nivel de confrontación interna y pública, porque se cree que lo único que hace es perjudicar a los dos partidos.
Lejos de esperar una rebaja de la tensión, la previsión es que en las próximas semanas incluso pueda aumentar. Hace semanas que las negociaciones que mantienen la Vicepresidencia de Derechos Sociales y el Ministerio de Transportes acerca de la nueva ley de Vivienda están enquistadas, y el asunto está más cerca de convertirse en un nuevo conflicto abierto que de reconducirse para dar lugar a un acuerdo.
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