La ruptura entre PP y Vox marca el inicio de la legislatura y deja solo a Feijóo
"Feijóo sale peor", aseguran los de Santiago Abascal. El presidente del PP está en un callejón sin salida de cara a la investidura.
Madrid-
A las diez de la mañana Alberto Núñez Feijóo entraba por primera vez al Congreso como diputado. Lo hacía con toda su bancada en pie y aplaudiendo. Saldría del hemiciclo casi cinco horas después, sin atisbo de euforia y evitando a la prensa, conscientes en Génova de que el batacazo de este jueves les mete en un callejón sin salida. Tanto es así que Feijóo reunió a la cúpula del partido por la tarde para analizar lo sucedido.
En las cuentas del PP siempre han estado los 33 diputados de Vox, con los que gobiernan en tres comunidades autónomas y cientos de ayuntamientos. El mismo Feijóo aseguraba el miércoles, horas antes de la votación, que tenían "entre 171 y 172" apoyos —la cifra más alta incluye a Coalición Canaria—. Pero la realidad del aislamiento del PP se impuso: Cuca Gamarra, a la que Feijóo lanzó para presidir al Congreso horas antes, solo consiguió 139 votos.
Los de Santiago Abascal se votaron a sí mismos y respondieron así al enésimo bandazo de Génova en su relación con la extrema derecha, que, tras conocer el acuerdo 'in extremis' entre el PSOE y JxCat que les dejaba sin posibilidades de ganar la presidencia del Congreso, decidió dejar a Vox sin un puesto en la Mesa y escenificar una suerte de distanciamiento con la formación ultra.
"Un guiño al PNV", según Génova
"Hemos demostrado que estamos en la moderación", defendían desde el núcleo de colaboradores de Feijóo, donde venden esta estrategia como un "guiño" al Partido Nacionalista Vasco (PNV). Los populares han pasado este jueves a una nueva pantalla, dicen, en la que intentarán un acuerdo de investidura con los nacionalistas vascos —el diputado de CC va de la mano del PNV— convirtiéndolos en socios preferentes, aislando a Vox y poniendo a Abascal en "el brete de elegir entre Sánchez o Feijóo", dicen desde Génova.
Un escenario que sólo es verosímil para el equipo más próximo al expresidente de la Xunta de Galicia. Las voces dentro del PP que creen que el líder conservador debería asumir ya que no está en condiciones de gobernar cada vez son más.
El rechazo del PNV a negociar la investidura con Feijóo es rotundo y no se ha movido un ápice desde el pasado 24 de julio cuando el presidente de la formación vasca, Andoni Ortuzar, rechazó sentarse siquiera a hablar con el líder del PP. Fuentes de la formación nacionalista se mostraban sorprendidas este jueves en los pasillos del Congreso por el movimiento de Feijóo y descartaban sentirse receptoras del mensaje.
El bloque de la derecha se deshace
Incredulidad también en Vox. "Necesitamos explicaciones y respuestas", aseguran fuentes de la cúpula de formación ultra. "Feijóo sale peor. Esto era más fácil que el Gobierno", dicen tajantes.
Aunque separan la votación de este jueves de la investidura, Vox deja su apoyo al PP en el aire a la espera de esas explicaciones. Así, Feijóo ya no tiene atados esos 171 votos con los que, defendían en el PP, estaban más legitimados que Sánchez para ir a la investidura a propuesta del rey.
Además, con la Mesa del Congreso en manos de la izquierda, aunque el líder popular lograse ir a una investidura fallida para activar la cuenta atrás para una repetición electoral, ya no controla el calendario porque será Francina Armengol, recién elegida presidenta del Congreso, quien elija el día para la primera sesión de investidura.
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