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SÁHARA OCCIDENTAL El 'factor EEUU' en el giro de la política de España con Marruecos y el Sáhara

Una de las justificaciones de Moncloa en su cambio de posición sobre el conflicto es que está alineada con Biden, además de con Francia o Alemania. Desde hace unos meses se han intensificado los contactos entre el Ministerio de Exteriores y el país estadounidense. La Casa Blanca también ha mantenido conversaciones con el reino marroquí. 

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en Washington el pasado mes de enero.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en Washington el pasado mes de enero. Ministerio de Asuntos Exteriores

El pasado 18 de enero, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, visitó Washington. En su agenda incluyó un encuentro con Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU. De aquella reunión se transmitió un mensaje sobre el Sáhara Occidental. "Hemos acordado unir fuerzas para resolver este conflicto que ya dura demasiado y para el que hay que encontrar solución", dijo el ministro. En esos momentos pasó desapercibido, pero la sucesión de hechos desde entonces indica que algo se movía diplomáticamente. El resultado ha sido, de momento, un cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la cuestión saharaui, apoyando el plan de autonomía, para abrir una nueva etapa con Marruecos. Y el factor y la conexión con EEUU han sido una de las razones clave. 

Albares y Blinken se habían visto también meses antes en París. Pero los encuentros públicos entre la diplomacia española y la estadounidense habían tenido otro episodio destacado el pasado 7 de marzo. El ministro de Exteriores se reunió en Madrid con Wendy Sherman, secretaria de Estado adjunta de EEUU. Albares, en su comparecencia en el Congreso, negó que hubiera tratado con la diplomática estadounidense el asunto saharaui. Una semana después, Sánchez enviaba la carta a Mohamed VI en la que rubricaba el acuerdo para iniciar una nueva etapa con el país vecino. 

La cercanía de los movimientos de EEUU a acciones significativas del Gobierno español se completa esta última semana con la visita de Blinken, el pasado martes, a Marruecos. El dirigente estadounidense reiteró su apoyo al plan de autonomía marroquí y también visitó Argelia.

Hay que recordar que Donald Trump, ya como presidente saliente tras perder las elecciones, reconoció la soberanía marroquí del Sáhara a cambio de que el reino alauí estableciese relaciones diplomáticas con Israel. El nuevo presidente, Joe Biden, no ha rectificado la posición y se ha mostrado más cauto en el marco de la ONU aunque con apoyo a las tesis marroquíes. 

"Han sido muchos meses de trabajo", reconocen en Moncloa. Entre las argumentaciones utilizadas estos días desde el Gobierno para justificar la posición de Sánchez, tanto en público como en privado, se menciona la posición de EEUU junto a la de Francia o Alemania. "¿Todos están equivocados menos España? EEUU se mueve y ya no está Trump al mando. Biden y Blinken están con nosotros en el marco de la ONU. Francia y Alemania también. ¿Nosotros nos salimos y nos quedamos solos?", explican fuentes de Exteriores a Público

"Biden está con nosotros en el marco de la ONU, como Francia y Alemania. "¿Nos quedamos solos?", señalan en Exteriores

En el Gobierno, también internamente en el PSOE, se han afanado por explicar un tema que reconocen "sensible". En este sentido, las fuentes consultadas por este medio en el Ministerio de Albares consideran que su referencia al plan de autonomía marroquí como la base "más" realista "no quiere decir que la autonomía sea la única opción". "Esto no quiere decir que la autonomía es sólo la opción que hay y que tiene que imponerse. Decimos que es la más, lo que implica que hay más opciones. Y además, dentro del marco de la ONU y como una solución mutuamente aceptada", explican estas fuentes. 

Para Moncloa, que rechaza tajantemente las acusaciones de "traición", su posicionamiento no implica un abandono al Frente Polisario. "Si a ellos no les vale, por mucho que diga España, la opción no es válida. Seguimos en el marco de la ONU", insisten, poniendo en valor los encuentros de Albares con Staffan de Mistura, el enviado especial de esta organización. 

En el Ejecutivo ven un conflicto enquistado en el que algunas fuentes se preguntan si la posición española ha servido para algo. "Los campamentos siguen ahí durante 47 años. Lo que hacemos es un intento, porque no está en nuestras manos, de desbloquear. Damos un paso al frente, pero seguimos dentro del marco de la ONU. Nos hemos movido, damos un paso más allá, pero nadie dice cuál es la alternativa", señalan fuentes consultadas en Exteriores.

Al respecto, estas voces ministeriales consideran "imposible" la celebración de un referéndum que se ha ido postergando durante varias décadas. "La solución no está en nuestras manos. Pero lo que sí está es participar en un intento de arreglo", agregan. Los representantes saharauis insisten en defender el referéndum y su derecho de autodeterminación. "Es situarse del lado de una posición unilateral", señaló en La Base, podcast de Público, el delegado del Polisario en España, Abdullah Arabi. 

Las razones de la cancelación del viaje de Albares

En este contexto, Sánchez se encuentra ya preparando su inminente viaje, puede que incluso la próxima semana, a Rabat. En la capital marroquí se reunirá con Mohamed VI. Le acompañará Albares, que este jueves canceló su visita prevista para reunirse con su homólogo, Naser Burita. Exteriores informó del aplazamiento minutos después de conocerse la llamada telefónica realizada por el rey de Marruecos al presidente del Gobierno. 

Desde Exteriores, según ha podido saber este medio, conocieron esta semana que Mohamed VI iba a hablar con Sánchez y que lo iba a hacer el jueves por la tarde. Se conocía también el objetivo de la conversación, que era el viaje del líder del Ejecutivo al reino alauí. Como la visita de Albares estaba destinada a preparar precisamente el viaje de Sánchez, en Moncloa consideraron que ya no tenía sentido hacer la visita previa. La cancelación provocó además suspender una recepción con más de 1.000 invitados en la Embajada española en Marruecos.

Para el Gobierno, la llamada del rey, que llegó tras las explicaciones dadas en el Congreso, supone un espaldarazo a Sánchez. "El rey sube la apuesta y nos ahorra unos meses de trabajo. Al tener en la mano el objetivo, con la palabra del rey, no tenía sentido que viajara solo Exteriores", añaden las fuentes consultadas. El Ministerio de Albares prefirió esperar a que se produjera la llamada para cancelar el viaje y justo minutos después de la misma así lo comunicaron. Un hecho que también provocó algunos recelos en diferentes grupos políticos.

Los planes del Gobierno, insisten en Moncloa, siguen su curso. El objetivo es marcar "una hoja de ruta" en las relaciones bilaterales y la creación de grupos de trabajo interministeriales en distintas materias. Y, como horizonte, la celebración de una Reunión de Alto Nivel (RAN), cuyo último encuentro fue en 2015. España quiere revertir esa situación tras este gesto de cercanía mostrado en relación al Sáhara Occidental a pesar de las ampollas que ha levantado en el resto de grupos políticos, el Polisario y Argelia. 

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