Este artículo se publicó hace 2 años.
Sánchez se encuentra con Mohamed VI tras el giro en el Sáhara para garantizar la integridad de Ceuta y Melilla
El presidente del Gobierno se reúne con el rey de Marruecos este jueves en Rabat. Viaja también el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. El objetivo de Moncloa es comenzar a crear una serie de grupos de trabajo interministeriales para cerrar una crisis que provocó situaciones como el envío de miles de personas a las fronteras españolas, muchas de ellas menores, el pasado mayo.
Madrid-Actualizado a
Este jueves comenzará de manera oficial "una nueva etapa en las relaciones con Marruecos". Ese al menos es el objetivo que se marcan en Moncloa del viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Rabat. En la capital del país vecino se reunirá con el rey Mohamed VI. Un encuentro que se cerró la pasada semana tras una llamada telefónica del monarca marroquí. Junto al líder del Ejecutivo viaja también el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que ha tenido un papel protagonista en las negociaciones para un acuerdo anunciado el pasado 18 de marzo. Sobre la mesa, varias claves y nombres propios: Ceuta, Melilla, Canarias y el Sáhara Occidental.
Desde el Gobierno no ofrecen muchos detalles de la agenda oficial que desarrollarán en el país vecino. Solo se conoce, tal y como señaló Albares este martes en rueda de prensa, que Mohamed VI compartirá con la comitiva española el "Iftar", la cena con la que se rompe el ayuno que los musulmanes mantienen durante el día en el mes de Ramadán. Según afirmó el ministros, este hecho significa "un signo de amistad muy fuerte por parte del rey", por el carácter simbólico del momento.
Sánchez permanecerá hasta el viernes en Rabat, donde hay una posibilidad de que se reúna con más autoridades como el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch. La prensa marroquí adelantó el pasado lunes la visita de Sánchez, algo que no fue confirmado por el Gobierno hasta el martes a mediodía. Previamente, la opinión pública había conocido el envío de la carta del presidente del Gobierno al rey marroquí por un comunicado de la Casa Real de Marruecos. Y el contenido de la carta no se desveló hasta cuatro días después mediante una información publicada en El País.
Al viaje se llega tras unas semanas revueltas tanto a nivel interno como a nivel externo. La decisión del giro sobre la posición española respecto al Sáhara Occidental levantó ampollas en el propio PSOE. El resto de grupos parlamentarios, sus socios de Unidas Podemos, incluidos, le han recordado en sucesivas ocasiones su rechazo casi con total unanimidad. Sin ir más lejos, la "soledad" con la que viaja Sánchez a Marruecos se reflejó de nuevo en el Congreso este mismo jueves.
Argelia tampoco ha reaccionado de la mejor manera, llamando a consultas a su embajador, aunque desde el Gobierno minimizan las consecuencias que pueda tener especialmente en lo relativo al comercio de gas. Y el Frente Polisario, representante legítimo del pueblo saharaui ante la ONU, ha criticado duramente el apoyo del Ejecutivo de Sánchez al plan de autonomía que propone Marruecos.
Compromisos pendientes
El viaje servirá, según señalan fuentes de Exteriores a Público para ratificar el comienzo de la mencionada nueva etapa. Y para diseñar "una nueva hoja de ruta" que debe desembocar en la creación de grupos de trabajo interministeriales. En el horizonte también está la celebración de una Reunión de Alto Nivel (RAN), cuyo último encuentro fue en 2015. Uno de los asuntos que esperan desde Moncloa que se concrete lo más pronto posible es la reapertura de las fronteras en Ceuta y Melilla, algo que "sería un claro avance" en las relaciones bilaterales, según sostienen en el Gobierno. Los pasos llevan cerrados desde 2020, oficialmente por la pandemia.
En el horizonte también está la celebración de una Reunión de Alto Nivel (RAN), cuyo último encuentro fue en 2015
Las dos ciudades autónomas tendrán su especial protagonismo en las conversaciones de estos próximos días, según reconocen fuentes gubernamentales. La carta enviada por Sánchez a Mohamed VI, y así lo han explicitado también tanto Albares como el presidente del Gobierno, incluye una referencia al respeto de la "integridad territorial". Las intenciones anexionistas de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, y también las Islas Canarias son sobradamente conocidas. No parece fácil, en todo caso, una renuncia expresa de Marruecos a esas reivindicaciones y las comunicaciones realizadas por el país vecino excluyen ese concepto de "integridad territorial".
Pero la "integridad territorial" para Marruecos incluye el Sáhara Occidental, una cuestión casi sagrada en el reino alauí. El Gobierno se ha esforzado en explicar que su cambio de posición realmente no es un cambio sino "un paso más" con las intenciones firmes de resolver un conflicto enquistado. Insisten en Moncloa de que la solución, en todo caso, tiene que darse en el marco de la ONU y ser mutuamente aceptada por las dos partes. "No estamos vendiendo al Polisario", se defienden en el Gobierno.
Lo cierto es que el PSOE y el Gobierno sí han cambiado su posición apostando por la autonomía marroquí como "la base más seria, realista y creíble". Entre las justificaciones dadas se encuentran los cambios de posición realizados desde EEUU, Francia o Alemania. "¿Nosotros nos salimos y nos quedamos solos?", se preguntan en Exteriores.
Migraciones y Paso del Estrecho
Las "nuevas relaciones", que según Albares serán "más profundas, sólidas y acordes al siglo XXI", incluirán el refuerzo de la lucha contra la inmigración irregular y el tráfico de personas. En este sentido, el pasado jueves Marruecos difundía la noticia de que sus autoridades habían arrestado en los últimos días a 321 emigrantes irregulares de origen subsahariano en varios intentos de llegar a Canarias.
La carta enviada por Sánchez señalaba que Marruecos se abstendría "de toda acción unilateral". Un asunto que se refiere a actuaciones como la vivida el pasado mes de mayo, cuando el país vecino facilitó la llegada de miles de personas, muchas de ellas menores, a Ceuta. El episodio se relacionó directamente con la acogida en nuestro país del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Por último, se espera concretar también la reanudación de la Operación Paso del Estrecho. Los puertos de Algeciras, Tarifa o Almería ya se encuentran expectantes antes esta posibilidad, según han publicado diferentes medios locales. Este tránsito se cerró también en 2020 debido a la pandemia y no se ha vuelto a reabrir. Por sus diferentes rutas pasaban millones de personas y centenares de miles de vehículos cada año. La reunión de este jueves puede servir, confían en Moncloa, para avanzar en estos asuntos.
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