La socialdemocracia está de moda. Y Pedro Sánchez aprovechó la clausura del 40º Congreso Federal del PSOE, celebrado este fin de semana en València, para subirse al carro de la moda y reivindicar la socialdemocracia de los socialistas como vía para cambiar la vida de la gente.

"Socialdemocracia, socialdemocracia, socialdemocracia", decenas de veces repitió el presidente del Gobierno y recientemente reelegido secretario general del PSOE la palabra durante su intervención para asegurar que es el "ideal político más moderno y avanzado de nuestro tiempo". Indicó que la pandemia ha servido para hacer al PSOE "más reconocible" porque ha conseguido que la sociedad "sea consciente del valor de lo público, y lo público ha estado al servicio de todos".

El líder socialista, cuya nueva Comisión Ejecutiva Federal ha sido votada por más del 94% de los delegados del cónclave valenciano, también saca pecho de la gestión de su Gobierno en torno a la vacunación -se enorgullece de que "España el segundo país más seguro contra el covid-19"-, y de otras políticas logradas durante los últimos meses por la coalición gubernamental, como "la protección a trabajadores y empresas conseguida por los ERTE". "Ya se han reincorporado sin perder su puesto de trabajo más del 94% de los trabajadores", ha recordado el dirigente. También se enorgullece de la subida del Salario Mínimo Interprofesonal o la implantación del Ingreso Mínimo Vital como forma de lucha contra la pobreza infantil.

El líder socialista, además, recogió el guante lanzado por los sindicatos en la jornada inaugural del Congreso, en la que participaron los líderes de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo respectivamente, y aseguró que derogará la reforma laboral. El momento más aplaudido por los militantes de su discurso, fue cuando mencionó que habrá una ley para abolir la prostitución, que fue aprobada en este mismo Congreso socialista, tal y como avanzó el sábado Público.

Sánchez también ha aprovechado su discurso de reelección para subrayar la unidad lograda en el partido durante este Congreso Federal, cuya principal imagen fue la del sábado junto a los expresidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y el exsecretario general socialista Joaquín Almunia. Por ello, ha hecho un recorrido por los principales logros del PSOE en los diferentes gobiernos de la etapa democrática, así como un recordatorio a los socialistas del exilio republicano. 

Aunque la idea principal con la que el PSOE quiere afrontar el próximo ciclo político y darle la vuelta a las encuestas es la de 'socialdemocracia', la defensa de lo público y la justicia social, también ha situado a su partido como "el partido ecologista y feminista" de España. Y ha puesto en valor a la clase trabajadora, "por la que lleva siglo y medio  luchando el socialismo". "Los han ocultado, pero están aquí y el covid ha demostrado que son imprescindibles", ha dicho de trabajadores esenciales, como las cajeras de supermercado. "El egoísmo de mercado ha fracasado", ha sentenciado.

También ha advertido -"los avances democráticos no son para siempre"- del peligro de la ultraderecha y ha contrapuesto el modelo de la socialdemocracia con el de la Hungría de Viktor Orban, los Estados Unidos de Donald Trump o el Reino Unido del Brexit. Y ha lanzado un dardo a la derecha española, de la que subraya su talante antidemocrático pues "no acepta que gobierne este Gobierno democrático y legítimo". "Ningún avance se consigue en el grito, la descalificación o la mentira", ha dicho en referencia a las formas de las derechas de Pablo Casado y Santiago Abascal. 

A "esos verdaderos patriotas o españoles", Sánchez advierte que "si hay un partido que ama a España, ese es el PSOE". En este sentido, ha recordado el hito del fin de la violencia de ETA que se consiguió con el PSOE en el Gobierno y del que ahora se cumplen 10 años. 

Sánchez dijo sentirse orgullo de dirigir un partido con más de 142 años de historia, garantizado que el PSOE seguirá mientras otros "cambiarán de siglas siete veces".