Sánchez usará sus intervenciones en las Cortes para sacar pecho de los datos económicos antes de la campaña del 28M
El presidente volverá a debatir cara a cara con Alberto Núñez Feijóo en el Senado el 25 de abril. La próxima semana acudirá al Congreso y Moncloa no descarta que pueda anunciar nuevas medidas económicas o sociales.
Madrid-Actualizado a
Al Gobierno de coalición le vienen bien las comparecencias parlamentarias de Pedro Sánchez. Es la tesis que manejan en Moncloa desde hace meses. Para ello se apoyan especialmente en los buenos datos económicos y los grandes logros conseguidos durante la legislatura. De este modo, Sánchez no dejará pasar una nueva oportunidad casi a las puertas de las elecciones del 28 de mayo. El presidente comparecerá en el Congreso y el Senado las dos próximas semanas.
El motivo oficial de su cita en el Congreso, fijada para el miércoles 19, es atender a las peticiones registradas por el PP para explicar las relaciones con Marruecos y la evolución de la situación en Ucrania. También deberá Sánchez explicar las conclusiones de los últimos Consejos Europeos celebrados en febrero y marzo.
En el Senado comparecerá la semana siguiente, el 25 de abril. Allí tendrá de nuevo delante al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo. El motivo oficial aquí sí es más claro, "los planes implementados por el Gobierno en el contexto económico y social de la guerra de Ucrania, y el papel de las administraciones".
Pero en ambas citas, según las fuentes gubernamentales consultadas por Público, se primará principalmente el "discurso económico". De hecho, gran parte de las aspiraciones de los socialistas se basan en doblegar al PP con la recuperación económica.
No se descarta que Sánchez anuncie nuevas medidas destacadas o la prórroga de otras ya en vigor dentro del decreto anticrisis. Es una baza que suele usar el líder del Ejecutivo en estas citas y que en Moncloa guardan con celo. El próximo decreto anticrisis completo, eso sí, se presentará con casi total probabilidad antes de las elecciones y en plena campaña.
La confrontación de modelos con la derecha es otra de las máximas en las que incide Moncloa. Se ejemplificó perfectamente en la moción de censura que presentó Vox con Ramón Tamames al frente. Una iniciativa que sirvió también para visibilizar especialmente a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. El ala socialista quiere aislarse de las tensiones a su izquierda y confía en que todo desemboque en una amplia movilización del electorado progresista.
El FMI, el empleo o los datos de Semana Santa
Sánchez podrá usar como respaldo la semana que viene las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo económico sitúa al PIB español en un crecimiento de un 1,5% en 2023 y medio punto adicional el próximo ejercicio. También podrá utilizar, como ya hizo este lunes en un acto en Segovia, los datos de la Semana Santa en nuestro país.
"Hemos escuchado a la derecha y ultraderecha hablar de que llega el apocalipsis. Esta Semana Santa lo que he visto han sido hoteles llenos, terrazas a rebosar y playas hasta la bandera. Un éxito de país y un fracaso estruendoso de los agoreros que invocan el catastrofismo", dijo Sánchez.
También están recientes los datos "históricos" de empleo del mes de marzo. En el PP, por este y otros motivos "ya no quieren hablar de economía", inciden en las filas socialistas. Y cuando lo hacen es "para hablar mal de España sin base ninguna", añaden.
Los resultados de la reforma laboral también se pondrán de manifiesto para confrontar con la derecha, al igual que medidas como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y otras de "protección social" llevadas a cabo especialmente desde el inicio de la guerra en Ucrania. De igual modo, en Moncloa recuerdan de forma insistente que España es el país de la UE donde más baja la inflación.
El débil liderazgo de Feijóo
La estrategia de los socialistas frente a Feijóo es clara. Desde el pasado mes de septiembre decidieron entrar en la confrontación directa con el expresidente de la Xunta aprovechando precisamente los "cara a cara" en el Senado. En el recuerdo está el famoso calificativo de "insolvencia o mala fe" que le dedicó Sánchez en la Cámara Alta.
El mensaje que trasladan en el Gobierno es que Feijóo tiene un liderazgo débil, que se deja arrastrar por el ala dura de su partido, representado por Isabel Díaz Ayuso, que su supuesta moderación es falsa por la alianza que tiene con Vox y que incluso podría dejar de liderar su partido después de los resultados del mes de mayo. "Da la sensación de que se quiere ir", señalan en el entorno de Sánchez.
Para justificar esta estrategia, en Moncloa y Ferraz se basan en los datos de los sondeos. "Hay una caída en picado de su valoración personal", señalan en el Ejecutivo. Mientras, la dirección federal del PSOE, según un análisis específico de cara a la cita electoral de mayo, incide en que "la sensación general es la de un líder que no ha encajado, cuyas dificultades diarias en el discurso y análisis de la realidad suponen un lastre para la marca PP, y que esto está calando en la sociedad española como demuestran los datos".
Además, en el PSOE apuntalan la teoría de que Ayuso está al acecho de Feijóo y así lo demostrarían determinadas apariciones de la presidente madrileña en prensa nacional confrontando directamente con Sánchez. Según el CIS, Feijóo arrancó su mandato al frente del PP con una nota de 5,2 en el barómetro de abril de 2022 y ha perdido más de nueve décimas en este año, situándose en un 4,28 en el barómetro de marzo de 2023. También baja en confianza y en la preferencia como presidente de cara a la ciudadanía.
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