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'La segunda guerra fría', marco mental unánime en la prensa mundial

Manu Levin en La Base.
Manu Levin en La Base.

El marco mental nueva Guerra Fría está creciendo en los últimos días en los medios de comunicación a nivel internacional. En los medios españoles, sin ir más lejos. Fijaos: Antena 3: "El globo espía chino y la nueva Guerra Fría: su derribo provoca el choque de las potencias. Crece el temor mundial a una escalada de rivalidad manifiesta entre las dos mayores potencias del planeta: Estados Unidos y China". La Vanguardia: "Ya está aquí la segunda Guerra Fría.

La segunda Guerra Fría es un conflicto entre las alianzas europea y asiática encabezadas por EEUU y un bloque chino-ruso de facto y, al mismo tiempo, es también una Guerra Civil incruenta sobre la identidad, la economía y la política exterior en el seno del occidente euronorteamericano", escribe Michael Lind. En las radios también se viene manejando este concepto de la nueva Guerra Fría al menos desde hace varias semanas. Por ejemplo, Radio Intereconomía. 

Lo van a pagar los pueblos, efectivamente. Esta cadena se refería a esta noticia que también publicó El Economista: "El FMI avisa de una nueva Guerra Fría que puede destruir el equivalente al PIB de Alemania y Japón juntos". El FMI habla en su informe de una caída del 7% del PIB a nivel mundial, que llegaría hasta el 12% en algunos países, en los casos más graves. Y habla también de otros efectos, como mayores restricciones a las migraciones.

Hay otro término, otro marco mental, que está ganando presencia también en muchos medios: balcanización de la economía. "La balcanización (fragmentación en bloques más pequeños) de la economía es una tendencia preocupante para el Fondo Monetario Internacional", dice también, por ejemplo, esta misma noticia en El Economista.

En los últimos días también está creciendo en la prensa (con bastantes piezas al respecto, sobre todo en medios catalanes curiosamente), una derivada de esta nueva Guerra Fría que tiene que ver con el control del Ártico. Fijaos: La Vanguardia: "La nueva Guerra Fría por el tesoro escondido del Polo Norte. El cambio climático y el choque de Rusia con Occidente abren un nuevo frente económico en el círculo polar. Mientras en el trasfondo de la guerra de Ucrania se recrudece una Guerra Fría entre Occidente y Rusia (y China), las distintas potencias se mueven para defender sus intereses económicos y geoestratégicos en una región parcialmente inexplorada que ahora despierta el apetito inversor, ya que para el 2035 los veranos podrán ser completamente libres de hielo".

Otra pieza en La Vanguardia: "La estrategia china de erigirse como una nación "casi ártica". Pekín aumenta su presencia en el ártico con su ruta polar de la seda e inversiones en GNL". Y en Catalunya Radio han hablado sobre esto también. 
Si uno bucea un poco en las fuentes que cita el diario del Conde de Godó, puede encontrar por ejemplo el documento oficial Política China para el Ártico -está disponible en internet, en inglés, publicado por China Daily (medio estatal chino internacional)- en el que China se declara "un Estado cuasi ártico", subrayando con ello su interés por esa región a pesar de no contar realmente con territorios en el ártico.

Y hay muchas noticias también, sobre todo de los años 2017 y 2018, sobre el proyecto chino llamado Polar Silk Road (la nueva ruta de la seda polar), y sobre la construcción promovida por Pekín de buques rompehielos de energía nuclear, que podrían servir también como estaciones flotantes de energía. Hay que tener en cuenta, recuerda también La Vanguardia, que la mitad del PIB de China depende del tráfico marítimo. 

Esta nueva Guerra Fría se percibe también claramente en la prensa estadounidense y en la prensa china, respectivamente, en cómo se informa sobre el tema del globo aerostático chino derribado con un misil por Estados Unidos. Un ejemplo de cada lado. CNN: "Por qué la crisis de los globos chinos podría ser un momento decisivo en la nueva Guerra Fría".

Y en el otro lado, una noticia de portada en la web del China Daily, reproduciendo una nota de la agencia Xinhua: "China presenta protestas ante EEUU tras derribo de aeronave no tripulada. "Lo hecho por Estados Unidos impactó y socavó severamente los esfuerzos y los avances que ambas partes han realizado para estabilizar las relaciones bilaterales desde cuando los líderes de los dos países se reunieron en Bali, Indonesia", declaró el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Xie Feng.

Igualmente, sostuvo que China se opone con firmeza y protesta enérgicamente ante lo sucedido, instando a la parte estadounidense a no tomar más medidas que afecten los intereses de China y puedan aumentar o expandir las tensiones entre los países. "El Gobierno chino está siguiendo de cerca el desarrollo de la situación y salvaguardará resueltamente los derechos e intereses legítimos de la compañía china involucrada, al tiempo que defenderá los intereses y la dignidad de China y se reserva el derecho de tomar más medidas en respuesta a este asunto, si es necesario".

La tendencia hacia una escalada del conflicto se sigue percibiendo en general en los medios de comunicación. En la prensa occidental, con posturas abrumadoramente favorables a esa escalada militar, con el envío de tanques estadounidenses, alemanes y de otros países europeos, incluido España. Y en la prensa rusa, con delirios como este de Vladimir Solovióv, el Jiménez Losantos ruso, diciendo que "hay que quemar Madrid".

No hay que tomarse demasiado en serio las cosas que dice este tipo, son bravuconadas seguramente, pero aun así creo que es importante que escuchemos en qué términos se está hablando ya. "Quemar Madrid". Igual que aquí no todo es Jiménez Losantos, en la televisión rusa evidentemente tampoco es todo Vladimir Soloviov, ni mucho menos. También hay voces que aparecen defendiendo una postura diferente, y además en esto ha habido una evolución en los medios rusos desde los primeros compases de la invasión hasta el día de hoy. 

Importante también ver que hay otras voces en los medios rusos. Pero en cualquier caso, ya sea para defender una escalada militar que lleve a quemar ciudades, como hacía Soloviov, ya sea para oponerse a esa escalada, como hace Nadezhdin, el debate gira en torno a eso. Se debate sobre eso y en ningún caso se pone en primer plano la posibilidad de recorrer un camino, no hacia la escalada sino hacia la paz.

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