Si hay algo que Unidas Podemos y los socios parlamentarios tienen claro es que una eventual reforma de la ley de libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí, tiene que mantener el espíritu de la norma: el consentimiento. También, el PSOE asegura que la propuesta de Justicia, con la que busca un consenso con el Ministerio de Igualdad, mantiene dicha esencia a pesar de que recoge la división del delito de agresión en "agresión sin violencia o intimidación" y "agresión con violencia".

Unidas Podemos insiste en que dicha modificación supone volver al modelo anterior. "Es cambiar de nombre al antiguo sistema de abuso y violación", ha añadido este martes el portavoz parlamentario del grupo confederal, Pablo Echenique, en rueda de prensa en el Congreso. 

"Estamos abiertos a la petición del socio de Gobierno de hacer reformas, pero no a eliminar el consentimiento, que es el núcleo de la ley y es la demanda feminista fundamental que articula esta ley", ha explicado para después advertir a los socialistas de que si sacan adelante su proposición de ley sin Unidas Podemos "significa hacerlo con el PP".

Minutos después, su homólogo del PSOE, Patxi López, se ha mostrado tajante al ser preguntado sobre las dudas en torno a cómo puede afectar su propuesta al corazón de la ley. Y es que, aunque los socialistas proponen la subida de las penas mínimas, se vuelve a distinguir entre si hay o no violencia e intimidación. "No tocamos el artículo del consentimiento y, en estos momentos, estamos buscando la mejor fórmula para que una buena ley tenga los efectos indeseados que están generando alarma social", ha señalado.

Otros portavoces parlamentarios de fuerzas aliadas al Gobierno en el Congreso han secundado la necesidad de introducir alguna "corrección técnica" ante el "efecto indeseado" de rebajas de condenas a violadores. Eso sí, también han dejado claro que ningún cambio debe pasar por poner en riesgo el consentimiento.

Asimismo, han urgido a los partidos del Gobierno a llegar a un acuerdo y presentar una propuesta de forma conjunta. Se tercia complicado toda vez que Unidas Podemos ha rechazado ya dicha propuesta –"nuestra línea roja es el consentimiento", afirman fuentes del grupo morado– y el PSOE defiende la urgencia de llevarla al Congreso con o sin acuerdo con sus socios de la coalición. "Mejor mañana que pasado y mejor esta semana que la que viene", ha sostenido Patxi López.

El primero en pronunciarse en esta dirección ha sido el diputado de Compromís, Joan Baldoví. "Compromís apoyará una rectificación dando por supuesto que no se tocará el núcleo de la ley, que es el consentimiento". Además, ha pedido "no regalar a la derecha sus argumentos" para impedir que se convierta "en salvadora de las mujeres en pleno año electoral".

El representante de Más País, Íñigo Errejón, ha añadido que tampoco es favorable a "abrir el marco punitivista", pues está demostrado que "mayores penas no significa erradicar o disminuir los delitos". De su lado, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, aunque ha reconocido la "inquietud social" y que "hay que mandar un señal", ha apelado a la necesidad de la "perspectiva temporal para saber la aplicación de la norma en los casos a futuro".

Por otro lado, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha apostillado con contundencia en una entrevista radiofónica que su grupo acordará hacer "pequeños cambios en la ley, siempre que no se toque el corazón de la ley y sea con el visto bueno del Ministerio de Igualdad".