Ucrania, crónica de una guerra olvidada

Últimamente la guerra de Ucrania ha perdido intensidad informativa y ha dejado de ocupar portadas y abrir informativos. Por eso haremos un breve repaso sobre el estado en el que se encuentra el conflicto y algunas de sus consecuencias económicas y sociales. 

En cuanto a la situación de la guerra sobre el terreno, resulta extremadamente complicado encontrar información. Actualmente los conflictos se concentran en la zona del Donbáss, en el este del país. Una noticia de última hora es que Rusia continúa consolidando posiciones en esta región del país, y ha tomado dos localidades de Lugansk, uno de los principales epicentros del conflicto en los últimos días.

Mientras tanto, las víctimas en ambos frentes no dejan de aumentar, las autoridades ucranianas elevan a casi 35.000 los militares rusos muertos en combate, mientras que ayer Rusia aseguró haber abatido a cerca de 500 soldados ucranianos en un ataque contra un astillero en la región de Mikolaiv. Además, la cifra de refugiados que se han visto obligados a abandonar sus hogares alcanza ya los 7 millones.

En este contexto, la Comisión Europea ha propuesto otorgar a Ucrania el estatus de candidato a entrar en la Unión Europea. 

La guerra económica contra Rusia, que se concretó en las sanciones impuestas por Bruselas y Washington a Moscú, que pretendían asfixiar a Putin y acabar con sus recursos disponibles para continuar la guerra, han acabado volviendo como un boomerang contra occidente.

Mientras se prepara el enésimo paquete de sanciones, la inflación en Europa alcanza máximos históricos: aproximadamente un 8% en la Eurozona, con récords en países como Estonia o Lituania donde ronda el 20%. Las sanciones afectan también a las exportaciones rusas como es el caso de alimentos, materias primas o recursos energéticos. 

A principios de junio trascendió que Moscú restringía las importaciones de gas neón hasta finales de 2022. Es importante señalar que Rusia es uno de los mayores productores de gas neón del mundo, cuenta con un 30% de reservas y que Ucrania tiene aún más, en torno a 45%. 

Además, el tratamiento del neón se realiza principalmente en fábricas situadas en territorios de la antigua Unión Soviética. Varias de ellas están en Ucrania. Después de la invasión, las fábricas clave en Mariupol y Odesa pararon, y según distintos cálculos, los fabricantes de semiconductores empezarán a notar escasez de ese gas en unos 6 meses. 

La guerra y las limitaciones al transporte que provoca, sumadas a las sanciones y las restricciones de las transacciones bancarias, hacen que sea cada vez más difícil que Rusia y Ucrania exporten el mismo volumen de trigo que exportaban antes.

Hasta ahora Rusia y Ucrania cubrían el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y algunos países de África, como Egipto, Eritrea, Somalia o Senegal, dependían totalmente de esas importaciones. 

Otra cuestión que no podemos obviar es la escasez de fertilizantes. Rusia representa un 25% de este mercado a nivel global. Y Bielorrusia, también afectada por las sanciones, representa otro 20% del mercado de fertilizantes potásicos. 

Esta escasez de fertilizantes podría tener además un impacto muy importante en América Latina. Afectará a países como Brasil, Colombia, Perú o Ecuador, que dependen directamente de los fertilizantes rusos. Ecuador, por ejemplo, lo necesita para el cultivo de plátanos y alrededor del 50% provenía de Rusia. Mientras que en Perú, la convención nacional de agricultores, advirtió de que este año empiezan la campaña agrícola sin fertilizantes. Según ellos, esto ocasionará una caída de producción nacional de un 40%.

Este sábado está previsto que el Consejo de Ministros prorrogue durante tres meses más el paquete de medidas anticrisis. Entre las medidas que se están planteando está la rebaja de 20 céntimos por litro del combustible, ayudas directas al transporte, la ganadería y el lácteo, la prohibición de subir los alquileres por encima del 2%, el incremento del 15% del ingreso mínimo vital, o ampliar los beneficiarios del bono eléctrico.

El ala izquierda del Gobierno, está pidiendo ir más allá de las ayudas directas y ha planteado que se suba 10 puntos el impuesto de sociedades a las eléctricas, hasta alcanzar el 35%. Además, Unidas Podemos, ha propuesto la inclusión en el decreto de un cheque de 300 euros para las familias más vulnerables y una subvención del abono transporte. 

Para finalizar recordar que el 29 y 30 de junio se celebrará en Madrid la próxima cumbre de la OTAN que reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países aliados y principales socios de la Alianza. También estarán los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, así como Ucrania, también invitada, aunque la presencia de Zelenski dependerá de la evolución de la guerra. Todo esto va a ir acompañado del despliegue del que han definido como "el mayor dispositivo de seguridad en democracia", que contará con más de 10.000 agentes. 

Este dispositivo policial costará casi 2 millones de euros. Esto se suma a los 30 millones de euros que costará a nuestro país la organización de la cumbre. Sin embargo, a pocos días de la celebración de la cumbre, hay alguien que, perteneciendo a una formación que se ubica ideológicamente en la "izquierda", se ha desmarcado de la convocatoria pacifista y ha considerado un "orgullo" que Madrid albergue la cumbre de la OTAN.

Se trata de la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre. Maestre considera, "un placer y un orgullo" que la ciudad vaya a albergar un acontecimiento de la importancia de la cumbre de la OTAN.  Además, descartó participar en manifestaciones contra ella porque este asunto "no forma parte" del "catálogo de preocupaciones ni de reivindicaciones" de su formación.