Este artículo se publicó hace 4 años.
Urkullu y Feijóo valoran cancelar las elecciones por el coronavirus
En las sedes de los principales partidos no descartan un "cambio drástico" en el escenario, lo que supondría la cancelación de las convocatorias electorales en ambas comunidades autónomas. De momento, todos los actores admiten que habrá, como mínimo, una campaña electoral diferente.
Pontevedra-Bilbao-
Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo ya no saben qué harán el 5 de abril. Lo mismo le ocurre al plantel de candidatas y candidatos que en Euskadi y Galicia, sean de las siglas que sean, se preparan para competir en las urnas por el Gobierno autonómico de sus respectivas comunidades. El coronavirus, omnipresente ya en la vida de España, amenaza con provocar la primera suspensión de elecciones en la historia de este país.
No en vano, la incertidumbre es total. "Parece que cada día vamos subiendo un peldaño más", señalan a Público desde una de las sedes donde a esta hora intentan organizar una campaña electoral que tal vez no llegue a concretarse. Al menos hasta que pase la tormenta.
En Euskadi y Galicia comparten hoy un mar de dudas. La primera: ¿habrá actos electorales a partir del 20 de marzo, cuando oficialmente empieza la campaña? En realidad ya los habría el 19, al caer el sol. Entonces se daría el pistoletazo de salida para dos semanas de mítines, reparto de flores, globos y caramelos. Todo ello con el coronavirus disparado, sobre todo en Araba y ahora, según admite el Gobierno Vasco, siguiendo los mismos pasos en Bizkaia.
En Galicia, de momento, la incidencia se considera "baja", pero los expertos han advertido de que el virus seguirá en aumento. Según informa Europa Press, el jefe del Servicio de Microbiología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), Germán Bou, estima que el pico de coronavirus se producirá a principios de abril, en el marco de la primera quincena, de manera que coincide todavía con la campaña y con la fecha electoral.
Feijóo ha reconocido que el coronavirus afectaría a la precampaña. De hecho, ya lo está haciendo: el PP ha cancelado una romería este sábado que juntaría a 4.500 personas en O pino (A Coruña). Además, aseguró el pasado martes que no descartaría la opción de tener que solicitar al Gobierno de Sánchez y a la Junta Electoral un aplazo de las elecciones autonómicas del 5-A, si puede correr peligro la salud pública y el "derecho de sufragio de los gallegos".
"Por encima de cualquier campaña electoral, y por encima de cualquier proceso electoral, esté o no convocado, está la garantía de la salud del conjunto de los ciudadanos", y aclara que "hay tiempo para seguir analizando" la situación. "No creo yo que se deba poner en riesgo por unas elecciones la salud pública de una comunidad autónoma", sostiene, y subraya la necesidad de "respetar los derechos de todos los ciudadanos". "No debemos precipitar nuestra propuesta", aclara.
Según informa Europa Press, la junta electoral de Galicia abordará este jueves las medidas a tomar por el coronavirus ante el 5A. El presidente de la Xunta ha explicado que quieren elecciones "en plazo", pero reconocen que las autoridades sanitarias irán avisando sobre "qué es lo mejor". Feijóo ha negado todavía alguna conversación con el lehendakari, aunque ha asegurado que entre este martes y miércoles la tendría.
En ese contexto, el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha remitido una carta al presidente de la Xunta para "reclamarle altura de miras e interlocución directa con los principales partidos de Galicia". Caballero explicó que los socialistas se enteraron por los medios de comunicación de que la Xunta "abría un debate sobre la cita electoral".
Los socialistas gallegos, añade, adaptarán las circunstancias a la "hoja de trabajado preelectoral", que tienen obligado a "reorientar la previsión de grandes actos", incluyendo la presencia prevista del presidente del Gobierno en Galicia.
Por su parte, la portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Ana Pontón, ha ofrecido un "apoyo total al Gobierno gallego para acercar el hombro en todo lo que sea necesario y mano tendida". Pontón pidió al Ejecutivo que disponga de "protocolos claros" para poder actuar en cualquier eventualidad. Además, insistió en la oportunidad de que el presidente de la Xunta convoque a las fuerzas políticas para analizar la situación teniendo en cuenta la cita del 5A.
En cuanto a Galicia en Común-Anova Mareas, la coalición continuará con la precampaña mientras que el Gobierno no posponga elecciones. El candidato a la presidencia de la Xunta, Antón Gómez-Reino, explicó que tienen claro "que lo fundamental es garantizar la salud pública y que el proceso electoral se tiene que celebrar con todas las garantías para la participación normal de la ciudadanía".
Martiño Noriega, de Anova y Compostela Aberta, explicó que en caso de un aplazo electoral, "quien tiene que arbitrar ahí son las autoridades sanitarias, no puede ser una cuestión de oportunidad política", ya que son ellos "los encargados de la salud pública, no el presidente Feijóo".
"Pendientes de la situación"
"No sabemos cómo va evolucionar la situación. Esperemos que vaya a mejor en un tiempo prudencial. En todo caso, nosotros haremos lo que manden el Gobierno de España y el Gobierno Vasco", indican a Público desde las oficinas centrales del Partido Socialista de Euskadi (PSE). "A la espera de noticias para tomar medidas", añadían en el cuartel general del PP vasco.
Algo parecido ocurría en Podemos Euskadi. "De momento seguimos con los planes iniciales, aunque estamos pendientes de cómo avanza la situación para adaptarnos a ella", afirmaban mientras tanto en la sede de la formación morada, donde este jueves prevén dar un desayuno informativo con la candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, para presentar los ejes de su programa.
"Si el pico va a ser el 3 de abril, ¿vamos a hacer una campaña electoral?", se preguntó Otegi
El Gobierno Vasco se resiste a valorar –al menos públicamente– un posible escenario de suspensión de la campaña electoral. Quien sí lo ha dicho ante las cámaras ha sido el portavoz de EH Bildu, Arnaldo Otegi: en una rueda de prensa de urgencia ofrecida el martes por la tarde, dijo que su formación apoyaría la adopción de medidas drásticas. "Si el pico va a ser el 3 de abril, ¿vamos a hacer una campaña electoral?", se preguntó el dirigente abertzale.
En el PNV admiten que, tal como está la situación planteada a día de hoy, es previsible que habrá cambios en el "formato de los mítines". Básicamente, se tratará de medidas para que los asistentes –que tampoco podrán ser muchos– mantengan cierta distancia entre sí. En otras palabras, agur a los baños de masas.
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