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El verano de la sanidad vasca: demoras en ambulatorios y cierre de camas en hospitales

Sindicatos denuncian que la “readecuación” estival realizada por Osakidetza perjudica la atención. El organismo público niega perjuicios a los pacientes y habla de “sentido común”.

Imagen de archivo del exterior del Hospital de Cruces, en Barakaldo. EFE

Habitaciones vacías, consultas cerradas y pacientes “redistribuidos”. Tras la llegada del verano, Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) ha tomado una serie de medidas que afectan a la atención a la ciudadanía, según denuncian distintos sindicatos. Con varias semanas veraniegas aún por delante, los ambulatorios y hospitales de Euskadi vuelven a estar en el foco de la polémica.

En una notificación realizada desde su página web, Osakidetza informaba a finales de junio que habría modificaciones en el servicio. “Como cada verano, con objeto de garantizar la asistencia sanitaria al conjunto de la ciudadanía y de hacerla compatible con la disminución de la demanda asistencial y el derecho al descanso vacacional del personal, se ha adecuado el horario de atención en algunos centros de salud, consultorios rurales y Puntos de Atención Continuada”, señalaba.

“No es la primera vez que Osakidetza hace esto: cuando llegan las vacaciones de verano o Navidad, ante la dificultad de contratación o ver cómo cubrir al personal por la plantilla escasa que hay, lo que plantean es el cierre de algunos centros antes del horario”, señala a Público Iñigo Bilbao, representante del sindicato LAB.

Esta central advirtió en un comunicado que la Consejería de Salud utiliza el “argumento de racionalizar recursos y hacerlos compatibles con las vacaciones del personal” para recortar horarios, “adelantando el cierre de varios centros de atención primaria de las 20:00 a las 15:00 o a las 17:00”.

"Las citas se demoran cuatro o cinco días", apuntan desde LAB

Bilbao añade que también hay problemas en las consultas de aquellas y aquellos médicos que están de vacaciones y sus plazas no han sido cubiertas con sustitutos. “Si no se cubre la ausencia del médico que está de vacaciones, su cupo se distribuye entre otros compañeros y compañeras. Así las cosas, las citas se demoran cuatro o cinco días”, apuntó.

El sindicalista apunta a la “precariedad de los contratos y la falta de previsión de recursos humanos” como verdaderos motivos de estas carencias. “Hay que tener cuidado: estos recortes empiezan de forma coyuntural y se acaban convirtiendo en normal”, agregó.

En la nota enviada por su sindicato se advertía además sobre la existencia de “listas de esperas de 3 meses para una ecografía, 6 meses para rehabilitación o más de un año para vasectomías o pruebas del sueño”. “Estos son los frutos de las políticas neoliberales adoptadas por el PNV, que dejan atrás los años en los que Osakidetza era referente en sanidad pública”, remarcaba LAB.

Cierre de camas

Por su parte, el sindicato de enfermería SATSE alertó sobre la situación que se registra en los hospitales. “En su afán de ahorro, Osakidetza cerrará este verano cerca de 1.000 camas, lo que afectará negativamente a la seguridad y salud de la ciudadanía, así como a las enfermeras y fisioterapeutas”, subrayó en una nota. Sobre este punto, indicó que “Bizkaia sufrirá el cierre de más de 530 camas este verano”, mientras que “en los hospitales de Gipuzkoa, se cerrarán más de 220 camas y en Álava dispondrán de casi 150 camas menos”.

“Seguir afirmando que no cierran camas, sino que adecuan la oferta asistencial es un insulto. Se trata, de ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanía”, criticó SATSE.

“Sentido común”

Precisamente, Osakidetza rechazó estas acusaciones. Tras conocer la denuncia sindical, el Servicio Vasco de Salud aseguró que se mantiene la “disponibilidad de camas en los hospitales en verano” y remarcó que se garantiza la hospitalización “de quienes lo precisen”. “Todos los veranos disminuye la demanda asistencial y Osakidetza, al igual que lo hace el resto de sistemas sanitarios del mundo, pone en marcha medidas de adecuación a la demanda. Es una acción de sentido común que se realiza todos los años: se trata de adaptar los recursos a las necesidades de la salud en Euskadi”, afirmó.

En tal sentido, el organismo defendió que “de la misma manera que en época invernal el número de camas se amplía, en época estival su número disminuye ya que son menos las personas que precisan ingreso o estancia hospitalaria”. “Se trata de un ejercicio de gestión eficaz de los recursos públicos y una acción que resulta fundamental para garantizar la propia sostenibilidad del sistema sanitario público”, agregó.

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