Casi 200 personalidades de diversos ámbitos, como el periodismo, la cultura, los sindicatos, las ONG, los movimientos sociales o las ciencias sociales, entre otros, han firmado el manifiesto Derechos y Libertades, que reclama la derogación inmediata de la Ley Mordaza, la reforma del Código Penal y la limitación de la prisión preventiva.

El manifiesto, que se ha presentado este miércoles en el Colegio de Periodistas de Catalunya, tiene como leitmotiv la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos y agrupa a personalidades de un amplio espectro ideológico. Si bien hay firmantes de toda España, la mayoría son catalanes, algo en cierto modo lógico si se tiene en cuenta que la iniciativa surge en Barcelona. Mònica Terribas, Leticia Dolera, Marina Garcés, Gemma Nierga, Oscar Campos, Josep Ramoneda, el Gran Wyoming, Marina Rossell o la directora de Público, Ana Pardo de Vera, son algunos de los adheridos.

Lafede.cat y Fundipau son las entidades que han impulsado la iniciativa. La vicepresidenta de la federación de ONG de paz, derechos humanos y cooperación, Tere Palop, explicó que uno de los objetivos es "abrir espacios de diálogo, de encuentro y de cultura de paz". Palop añadió que el acercamiento de los presos políticos catalanes a centros penitenciarios de Catalunya es "un buen paso del nuevo Gobierno español, pero no es suficiente".

El director de Fundipau, Jordi Armadans, añadió que a pesar de las diferencias ideológicas los firmantes "compartimos una idea fundamental y es que en un sistema democrático los derechos humanos y las libertades son aspectos centrales y debilitarlos es debilitar la democracia. Nunca consolidaremos una democracia recortando derechos, siempre lo haremos ampliándolos y defendiéndolos ".

Más allá de la denuncia de la Ley Mordaza y la reforma del Código Penal, el documento denuncia que "nos inquieta que, cada vez más, personas de todo tipo (periodistas, humoristas, tuiteros, sindicalistas, artistas, maestros, informáticos, activistas, raperos, mecánicos, etc.) estén siendo investigadas o condenadas por acciones u opiniones que constituyen un libre ejercicio de la libertad de expresión y de manifestación".

Entre los ejemplos que cita está la criminalización del activismo por los derechos humanos de la periodista Helena Maleno en la frontera sur; las prisiones preventivas para los jóvenes de Altsasu o para Jordi Cuixart, Jordi Sánchez y los "representantes de las instituciones catalanas"; la sentencia de prisión contra Valtonyc; el secuestro del libro Fariña o la retirada de una obra de arte en la feria ARCO por su contenido político. Los firmantes advierten del "inquietante clima de autocensura preventiva que se puede generar si se continúa con esta dinámica de represión".

Preservar los derechos fundamentales

El texto continúa asegurando que a los firmantes les "alarma la facilidad con la que se pretende forzar la realidad, tipificando muchas acciones como delito de odio, de sedición, de rebelión o de terrorismo, entre otros. (.. .) Nos asusta que además de la represión ejercida en cada caso, con todas estas situaciones se intente y logre minar la capacidad de la ciudadanía para, organizada colectivamente, transformar realidades sociales por medios pacíficos ". Y, en este sentido, subrayan que
"Consideramos que la libertad de opinión y expresión, la libertad de manifestación, el derecho a la protesta no-violenta, etc., son derechos fundamentales que deben ser preservados para una buena salud democrática".

Durante la presentación se ha hecho una lectura del manifiesto a cargo de algunos de los firmantes, como el filósofo Xavier Antich, la cantante Marina Rossell, la periodista Llucia Ramis o el cantante y productor musical Marc Parrot, que ha dado pie a un cierto debate final entre ellos mismos.

Rossell, por ejemplo, ha reclamado que "se tiene que conseguir que mucha gente de todo el Estado firme el manifiesto", mientras que Ramis ha manifestado que "cada vez hay más sensibilidad sobre el tema, un hecho que permitirá que se pierda el miedo ". Un miedo que para Parrot sufren muchos artistas, por temor de que si se posicionan, aunque sea en temas tan fundamentales y básicos como este, sufran automáticamente un "boicot". "Hay miedo, pero también hay mucha indignación", remachó Rossell. El manifiesto ha estrenado web este mismo miércoles y Jordi Armadans ha añadido que a partir de septiembre no descartan hacer alguna nueva presentación o algún tipo de acto fuera de Catalunya.