Este artículo se publicó hace 4 años.
Crisis de la covid-19¿Un 2020 sin ferias? El drama de finiquitar la temporada antes de que empiece
La precariedad del sector, integrado por alrededor de 40.000 autónomos, y la falta de ayudas y subvenciones, ahonda la herida abierta por la crisis. Denuncian abandono por parte del Estado y, lo peor de todo, no saben cuándo volverán a trabajar ni en qué condiciones. Algunos, incluso, temen ante la posibilidad de no poder subir la persiana el próximo año.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
La incertidumbre se abrió paso con la llegada del coronavirus a nuestras vidas. Además de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia, y con la "nueva normalidad" en el horizonte -anunciada para finales de junio-, muchos trabajos verán mermada su actividad y viabilidad a corto plazo y, en este aspecto, el sector de los feriantes tiene mucho que perder. La cancelación de las Fallas, de la Feria de Abril o de los Sanfermines son sólo el preludio de lo que ocurrirá este año: miles de ferias y fiestas populares no se podrán celebrar a lo largo de los próximos meses. Esto significa que las personas que ponen color y alegran los barrios, pueblos y ciudades de toda España dan la temporada por finiquitada sin ni siquiera haberla empezado, ya que la mayor parte de la actividad de este sector discurre entre abril y octubre. Denuncian abandono por parte del Estado y, lo peor de todo, no saben cuándo volverán a trabajar ni en qué condiciones. Algunos, incluso, temen ante la posibilidad de no poder subir la persiana el próximo año.
La precariedad del sector, integrado por alrededor de 40.000 autónomos, y la falta de ayudas y subvenciones, ahonda la herida abierta por la crisis de la pandemia: "La situación para muchos compañeros es insostenible", señala a Público Miguel Ángel Antúnez, directivo de la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla.
Antúnez, que tiene una caseta de tiro y ocio, suele trabajar durante los meses que dura la temporada en unas 25 ferias. "Ya me han cancelado unas veinte", añade. A esta problemática se añade el desembolso efectuado durante los meses de invierno para poner todo a punto: la cuota mensual de autónomo, reparación de los vehículos, remolques y atracciones, peritos para los proyectos, seguro de responsabilidad civil, la compra del nuevo género, permisos de luz, la ITV anual del vehículo y el pago por adelantado de las tasas de las ferias, entre otros gastos.
"Nosotros hemos pagado ya unos 15.000 euros para empezar", explica. De esta forma, los feriantes esperan como agua de mayo el reembolso de las tasas abonadas a los Ayuntamientos de las ferias que ya se han cancelado. "Habíamos pagado la Feria de Abril. Pedí dinero a mis padres y a mi suegro para hacer frente a estos gastos y poder devolvérselo más tarde. Pero nos hemos quedado a las puertas de poder empezar a trabajar", lamenta.
Roberto Granados: "No podemos vivir cuatro personas con 660 euros"
Muchos de ellos son autónomos, por lo que se han podido acoger a la prestación por cese de actividad que ofrece el Estado. Otros, apunta el directivo de la asociación, al no poder pagar todos los meses la cuota de autónomo, se dan de baja durante los meses de la temporada baja, por lo que no se han podido ver beneficiados por esta prestación. "Hay compañeros que no tienen ni para comer".
Y es que, la ayuda de 660 euros alivia, pero es "insuficiente". "No podemos vivir cuatro personas con ese dinero. Encima, la mitad se va para pagar la cuota de autónomos", critica Roberto Granados, un feriante de Murcia que regenta una atracción para niños.
Rosa Mordago Cedeño, portavoz de la Plataforma de Empresarios/as Feriantes de Extremadura, vaticina un futuro "muy oscuro". Esta feriante de Olivenza, Badajoz, y su familia suelen trabajar en unas 30 ferias anuales. "Estamos bajo mínimos", denuncia. "Vivimos con muy poquito, ya que no tenemos ni ingresos ni ayudas a pesar de no poder trabajar durante los meses de otoño e invierno. Con lo poquito que sacamos de campaña -seis meses-, tenemos que vivir todo el año. Somos familias enteras las que vivimos de este negocio".
"Todos los pequeños empresarios hipotecan su casa para su negocio, piden préstamos personales, que los bancos ahora no paralizan", abunda la portavoz de la plataforma extremeña. Sobre esta cuestión, Marcos Orús, presidente del Gremi d'Industrials Firaires de Barcelona i Província, apela a las moratorias de hipotecas -una medida impulsada por el Gobierno que aún presenta lagunas y dificultades técnicas-, y al retraso de los pagos de los impuestos y seguros.
Los feriantes, a través de un manifiesto único, han pedido además la suspensión de la cuota mensual de autónomo, acceso a unas líneas de crédito destinadas exclusivamente para este sector, la reducción de las tasas de las ferias o el aumento de la validez temporal de los certificados ITV a un año, entre otras peticiones.
Por otra parte, Marcos Orús, cuarta generación de su familia que posee varias atracciones, prefiere que los ayuntamientos no cancelen los eventos de esta índole, sino que los pospongan. "Estamos preparando un protocolo de medidas: dispensar guantes, mascarillas y desinfectante, perimetrar las ferias, limitar el aforo... Pero hasta que no se garantice la seguridad de la gente, no podemos arrancar. En caso de que se pueda abrir a partir de octubre, tendremos que valorar la viabilidad de ponernos en marcha", explica. "Si la feria funciona, significa que hemos vuelto a la normalidad", pronostica. Y, si la temporada al final no se lleva a cabo, no sabe cómo remontará: "Igual que fuimos de los primeros sectores en cerrar, seremos de los últimos en abrir. No nos queremos poner en el peor de los casos, pero lo tenemos complicado".
Marcos Orús: "Si la feria funciona, significa que hemos vuelto a la normalidad"
Los propietarios de atracciones y de vehículos de venta ambulante no son los únicos. Representantes artísticos, músicos, técnicos de sonido e iluminación, seguridad, montadores.... también se han quedado con la miel en los labios. Ellos son la otra cara del sector que tampoco podrá alegrarnos durante los meses de primavera y verano.
En este sentido, el plan de desescalada anunciado este martes -aún con lagunas-, plantea que, a partir de la fase 3 -mediados de junio-, podrían volver a celebrarse espectáculos, pero sólo con la mitad del aforo del recinto -menos de 80 personas en salas y menos de 800 personas en el exterior, todas sentadas-, unas cuotas que, tal y como han denunciado los promotores musicales, "deja fuera prácticamente a la totalidad de la música en directo".
"No se va a hacer nada en verano, que es cuando obtenemos el beneficio de todo lo invertido durante otros meses. Yo creo que habrá empresas y grupos que van a desaparecer", comenta a este medio Antonio Bolívar Castillo, representante artístico de La Guardia de Jaén. A lo largo del año, este empresario suele trabajar para unos 30 ayuntamientos en Jaén, otros nueve en Granada y otros cinco en Málaga.
Asimismo, ahonda en la falta de ayudas por parte del Estado, pues gran parte de los trabajadores no se pueden beneficiar del ERTE debido a que la mayoría de los contratos son temporales. "Normalmente se suele dar de alta a una persona para un bolo en cuestión, con lo cual, esta gente ni se puede beneficiar de ninguna ayuda", señala este representante que, angustiado como tantos otros, vaticina un "futuro negro" para todos los integrantes del sector. Pese a ser autónomo, confiesa, hasta ahora no ha recibido "ni un sólo euro del Estado". "Dentro del negocio de la música es muy difícil reinventarse. O me dedico a otra cosa o no sé qué va ser de mi este año", plantea.
José Carlos Jordán Alcaraz: "La única salida es que se puedan parar los préstamos un año, pero si no, perderíamos todo"
José Carlos Jordán Alcaraz es el director de dos orquestas de Granada. Argumenta que los trabajadores que integran ambas bandas no han podido recibir el ERTE al no estar dados de alta durante todo el año. "Nos hemos encontrado en la tesitura de decirles a los chavales que se tienen que buscar la vida porque nosotros por ahora no podemos pagarles", justifica.
En su caso, apostilla, él y su socio habían hecho una inversión de 120.000 euros para comprar un nuevo escenario. "La única salida es que se puedan parar los préstamos un año, pero si no, perderíamos todo", propone. Asimismo, ha señalado que tenía cerca de 180 fechas concertadas con los ayuntamientos para actuar con sus orquestas, pero dada la situación, da por terminada la gira.
En una conversación con Público, Jordán confiesa que tiene más temores. "Si por fin conseguimos girar en 2021, ¿en qué situación estarán los ayuntamientos para invertir en cultura? Después de la crisis de 2008 nos ha costado mucho levantar la cabeza. Hace dos años empezamos a remontar tras mucho esfuerzo e inversión en los espectáculos. Y ahora nos viene esto", lamenta. Por ello, advierte de que "muchas empresas no arrancarán la gira el próximo año e incluso otras ni siquiera levantarán la persiana".
Paco Sánchez, más conocido como Dj Paco, asegura que ya le han cancelado unos 15 eventos que tenía programados alrededor de la provincia de Bizkaia. Es consciente de que la ayuda que recibe por ser autónomo no le da para sufragar todos los gastos, por eso, junto a otros profesionales, ha creado una alternativa para "sacar la música a la calle".
En este sentido, a la espera de lo que concreten las instituciones vascas el próximo 10 de mayo -se sabrán las condiciones para celebrar algunos eventos en verano-, Dj Paco y otros músicos plantean moverse por las calles de los barrios y pueblos para animar a la gente. "Es la única opción que tenemos para poder salir a flote. Estamos pendientes de lo que decidan las autoridades, pero vemos en esto una oportunidad para que de forma simbólica, los barrios y pueblos tengan un día de fiesta".
Rubén Cividanes, técnico de iluminación y pantallas de una orquesta de Galicia, avisa: "Una vez se acabe todo esto, tienen que acordarse de nosotros en cuestión de ayudas, ya que vamos a ser los últimos en salir". Como muchos otros grupos, para este año habían llevado a cabo varias reformas para "ofrecer el mejor espectáculo". De esta manera, el pasado 8 de abril iban a estrenar escenario y pantallas. Pero tenían muchas más fechas asignadas. Ahora sabe que, de momento, toca esperar. No obstante, lo tiene claro: "La salud está ante todo. Queremos que esta emergencia sanitaria pase. Al fin y al cabo, sin vida no hay fiesta y somos muchos los que vivimos de ella", zanja.
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