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La sociedad española percibe como fracasado el modelo de control de fronteras frente a la inmigración

El 61,3% de la población abogan por una mayor flexibilidad para la llegada de inmigrantes, según una encuesta de la fundación porCausa.

Imagen de archivo de una patera con decenas de inmigrantes en aguas de Melilla. EFE

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MADRID. - La mayoría de la población, un 61,3%, piensa que la política española de blindaje de fronteras impuesta por Europa es un fracaso y apuestan por una mayor flexibilidad y apertura de las vías para la entrada de inmigrantes. 

Así lo recoge un sondeo realizado por Metroscopia para la Fundación porCausa sobre las migraciones que ha encuestado a 1.234 personas mayores de 18 años entre los días 24 y 28 de octubre de 2016. Los resultados muestran que la sociedad española es tolerante y tiene una buena disposición a la llegada y la integración de inmigrantes y no lo perciben como un problema. De hecho, en el momento de la encuesta, un 84% veía de manera positiva a los inmigrantes

El sondeo revela que la ideología es el factor más determinante a la hora de tener una actitud positiva con la inmigración. Así, los mitos y estereotipos en torno al tema están más arraigados en las personas más conservadoras y de derecha, mientras que los votantes de izquierda piensan que la inmigración aporta riqueza cultural y tolerancia.

Los votantes de Podemos destacan como aquellos que tienen una opinión más positiva
sobre la inmigración (90,6%). Los del PSOE mantienen una posición algo más
tibia (el 43,6% piensa que habría que reforzar las fronteras e imponer controles más
duros), mientras que los votantes del PP y los de Ciudadanos aglutinan opiniones
similares en los mitos como que los inmigrantes contribuyen poco o nada a crear empleo
(65,3% el PP y 67,6% Cs), que amenazan nuestros empleos (30,8% el PP y 27,6% Cs), que sobrecargan los servicios públicos (63,1% el PP y 56,5% Cs). Sin embargo, en todos los partidos hay una mayoría de personas que consideran que unas fronteras más flexibles sería lo adecuado.

Los otros dos factores que influyen en la percepción son la edad y el nivel de estudios de forma que cuanto mayor sea el nivel de estudios alcanzado, más joven y más de izquierdas, habrá mayor proclividad a tener actitudes positivas hacia la inmigración.

Los jóvenes españoles (18-34) tienen una posición más abierta a la inmigración. Un
85,3% de la juventud es favorable a una sociedad de convivencia​ (un 84,9% los de 35-54) y un 75,6% cree que aporta mucha o bastante diversidad cultural (un 70,4% los
de 35-54 ). En esencia, los jóvenes españoles piensan de manera muy similar a sus padres.

Los estereotipos permanecen

No obstante, el estudio también muestra que aún perviven ciertos mitos en torno a la inmigración. En especial los relacionados con las prestaciones sociales o el paro, que permanecen arraigados en el imaginario. En este sentido, un 54% de los encuestados consideran que los inmigrantes reciben más de lo que aportan, mientras que solo el 15% piensa que reciben menos. 

Otra imagen errónea que se mantiene en la sociedad es la que considera que vienen más inmigrantes de los que en realidad llegan. La percepción de los españoles es que el porcentaje de inmigrantes que viven en España es del 17,2% cuando en realidad, según datos del INE es del 12,7%.

El reto de la migración

El estudio concluye que la inmigración sigue siendo una asignatura pendiente para el conjunto de partidos políticos. La crisis de refugiados y la respuesta de la Unión Europea ha puesto en evidencia la falta de ideas y de sensibilización.

Además, ante la oleada de partidos de ultraderecha, xenófobos y muy críticos con la inmigración, la respuesta de los partidos tradicionales ha sido muy tibia y señala especialmente a los de izquierda y socialdemócratas de los que, apunta, se debería esperar algo más.

Para porCausa, la izquierda se ha instalado en una situación reactiva​ muy cómoda que
ignora cualquier alternativa radical​ al sistema que promueva modelos de movilidad más flexibles​. La asociación considera que su posición se limita a una defensa de los derechos de inmigrantes y refugiados, amenazados por la desigualdad y las embestidas regulares de gobiernos conservadores que se amparan en las políticas de la UE.

La Fundación también apunta a la actitud defensiva de la opinión pública que impide mostrar, por ejemplo, que los derechos fundamentales de los migrantes van más allá de los límites del territorio o la nacionalidad.

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