Ajustes de verano en la sanidad catalana: sin nuevos contratos, derivaciones a otros centros y aplazamiento de operaciones
El secretario general de Metges de Catalunya, Xavier Lleonart, asegura que "habrá que rendir cuentas a final de año para saber si son recortes" y exige claridad a la Administración.
Barcelona-
Si la semana pasada se hizo público el cierre de más de 270 camas en el hospital de la Vall d'Hebron durante el verano y la reducción de la actividad y de las operaciones programadas no urgentes en otros centros como el Arnau de Vilanova de Lleida y el Doctor Trueta de Girona, este jueves el Hospital de Mataró anunció que estudiaría cerrar temporalmente los ingresos pediátricos por urgencias y derivarlos a Can Ruti (Badalona) por falta de profesionales. Todo ello, resultado de los "ajustes planificados" por el Departament de Salut para ceñirse al presupuesto establecido.
El subdirector del Servei Català de Salut (CatSalut), Alfred García, afirmó el pasado viernes en Catalunya Ràdio que las medidas tomadas no son "recortes", y añadió que se había acelerado la actividad durante los primeros meses del año para poder "ajustar" ahora la del verano, que ya de por sí suele ser más "baja" y es cuando los profesionales se toman vacaciones. Ahora bien, ¿qué implican realmente?
El secretario general de Metges de Catalunya, Xavier Lleonart, asegura a Público que "habrá que rendir cuentas a final de año para saber si son recortes o ajustes". Además, apunta que el ritmo "es acorde a las necesidades de la población" y que, por tanto, acelerarlo o frenarlo "solo significa generar más o menos lista de espera".
Lleonart dice que "desde el primer minuto, el Departament y CatSalut han mantenido la misma versión, que contrasta con la que están dando varios gerentes del Institut Català de la Salut (ICS)", y añade que "lo único" que exigen es que "alguien arroje luz sobre la oscuridad". "Si resulta que el volumen en porcentaje y en números absolutos de la lista de espera es peor que a finales de 2023, sabremos que han sido recortes", advierte.
Críticas a la "gestión economicista" de la sanidad
Por su parte, el director del ICS, Xavier Pérez, se alineó con la idea de que son "ajustes" de acuerdo con el presupuesto disponible. En unas declaraciones a RAC1, afirmó que las camas que se cerrarán en la Vall d'Hebron tienen una actividad que "puede diferir" y que "las urgencias y la actividad oncológica están garantizadas".
Ante estas afirmaciones, Lleonart asegura que "solo faltaría". "¿En algún momento alguien ha planteado que esto no se puede llegar a atender?", exclama. El problema, dice, no está tan relacionado con lo que es estrictamente "urgente" o no, sino que "se está haciendo una gestión economicista en la que se presiona para que un 75% de la plantilla cubra el 110% de las necesidades de la población".
Además, añade que "cuando ya de por sí tienes poco personal y el 50% se toma vacaciones, no puedes dar los mínimos necesarios". Según explica, "se considera que la sanidad es un gasto y no una inversión". "Lo digo en términos económicos porque parece que no entienden otra cosa, pero cuanto mejor tengas a la gente, más sana y más intervenciones hagas, más productivos serán y todo funcionará mejor", asegura.
Cuando los hospitales se quedan bajo mínimos, toda la actividad programada no "urgente", la atención a los enfermos crónicos y todo lo que sea aplazable queda afectado, y, como siempre, quienes pagan son "los pacientes y los profesionales".
La orden explícita de no contratar profesionales en los CAP
Concuerda con este argumento la enfermera y presidenta del Fòrum Català d'Atenció Primària (FoCAP), Antonia Raya, que alerta de que trabajan con "mucha más presión" porque "en el imaginario del conseller las necesidades de atención bajan en verano", pero "hay población que no se va, hay personas mayores que están en casa o personas sin techo que se duplican" y que necesitan ser atendidas igualmente.
Y es que, además de la reducción de la actividad y del cierre de camas, las direcciones de los Centros de Atención Primaria (CAP) de Barcelona recibieron la consigna de no hacer ninguna contratación que no fuera en relación con permisos de maternidad/paternidad, prestación por riesgo de embarazo o reducciones de jornada por conciliación a partir del 1 de junio.
"Desafortunadamente, ya hace muchos años que nosotros reorganizamos nuestra actividad en verano porque no encontrábamos gente para cubrir, pero quizás hacíamos algún contrato o bien alargábamos la temporada de los profesionales que teníamos de forma eventual. Pero ahora tenemos una orden explícita de no hacer ninguna contratación y eso nos ha generado mucha impotencia", explica Raya.
De hecho, según un comunicado que emitió el FoCAP el jueves 6 de junio, la orden ha sido "un fuerte golpe para la moral de las trabajadoras" y "el menosprecio y la violencia institucional no hacen más que incrementar la decepción y la creciente desafección respecto a las gerencias y cargos políticos". "Es una pérdida de talento, de cuidados y de dinero, porque, al fin y al cabo, nosotros hemos dedicado esfuerzos a formar profesionales que ahora podrían estar trabajando, pero que no podemos contratar", añade.
Según el comunicado, se encuentran "enfermeras y doctoras con contratos apalabrados con un equipo, que no podrán hacerse efectivos, y otros profesionales con contratos eventuales que no serán renovados". La justificación de la Administración es que no se han aprobado los presupuestos. Un dinero que, teóricamente, debía servir para "transformar" y mejorar la accesibilidad al sistema de sanidad.
"Es incomprensible un cambio de posicionamiento tan radical sin explicaciones ni rendición de cuentas, a menos que la voluntad de esta medida inicial nunca fuera una mejora de la situación de la Atención Primaria (AP)", sentencia el FoCAP.
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