Bruselas pide rebajar la protección internacional del lobo por el aumento de ataques al ganado
La propuesta pasa por modificar el estatuto de protección del lobo para que pase de estar "estrictamente protegido" a únicamente "protegido".
La Comisión Europea ha pedido este miércoles rebajar la protección integral que reciben las poblaciones de lobo frente al aumento de ataques a ganado y conflicto con comunidades locales en distintos puntos de Europa.
Por ello, la Comisión propuso este miércoles a los países de la Unión Europea (UE) modificar el estatuto de protección del lobo para que pase de estar "estrictamente protegido" a únicamente "protegido", consiguiendo así una mayor flexibilidad en la gestión de las poblaciones loberas.
El Ejecutivo comunitario alegó que el estatuto de protección del lobo se adoptó en 1979 -en virtud del Convenio de Berna sobre la conservación de la fauna y flora silvestres y los hábitats naturales de Europa-, teniendo en cuenta los datos científicos disponibles en el momento de las negociaciones.
Sin embargo, aseguró que, según los datos recogidos recientemente, las poblaciones loberas han incrementado "considerablemente" en las últimas dos décadas y plantean nuevos retos, especialmente en algunos territorios de la UE donde han aumentado los ataques al ganado.
La modificación para pasar de la categoría de "protección estricta" a la de simple "protección" dentro del Convenio de Berna del Consejo de Europa es un paso previo para que Bruselas pueda plantear después una revisión de las reglas de la Unión Europea que afectan a la gestión de esta especie. Un total de 50 miembros (incluidos los 27 países de la UE) suscriben este convenio europeo establecido en 1979.
La Comisión necesita el respaldo de los 27
La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, se ha mostrado convencida de la necesidad de avanzar en esta materia. Así, afirmó este miércoles que "la reaparición de los lobos es una buena noticia para la biodiversidad en Europa. Pero la concentración de manadas de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real, especialmente para el ganado".
Von der Leyen recordó que las autoridades locales han pedido en los últimos años una mayor flexibilidad para gestionar "más activamente las concentraciones críticas de lobos" y alegó que la UE debe facilitar esta gestión para encontrar "soluciones específicas" que protejan tanto la biodiversidad como los medios de vida rurales.
La Comisión necesita aún el respaldo de los 27 para poder elevar ante el convenio del Consejo de Europa la petición de relajar la protección del lobo. Una vez planteado en el foro internacional y si se materializa el cambio pedido por Bruselas, los servicios comunitarios podrán dar el siguiente paso para preparar una propuesta concreta para "adaptar" la situación de la especie dentro del marco de la UE.
Los ganaderos españoles aplauden a Bruselas
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) han aplaudido que la Comisión Europea haya pedido rebajar la protección internacional del lobo por el aumento de ataques al ganado y han exigido al Gobierno español que siga estas directrices europeas.
Por su parte, la Coordinadora de COAG valora positivamente la propuesta de Bruselas, aunque considera que "se tendría que haber tomado hace bastantes años".
Sin embargo, según afirma, "nunca es tarde si la dicha es buena. Lo que ocurre ahora es que Europa tiene procesos lentos y en España habrá que convocar al comité científico y reunirse con las comunidades autónomas, que son las que toman la decisión y eso puede llevar otro tramo de tiempo importante", ha explicado el portavoz de la organización, quien alerta de que el problema es que el lobo "se reproduce a gran velocidad".
En la misma línea, la UPA valora el paso dado por la Comisión Europea como "muy positivo", al reconocer la situación "real" del lobo y toma conciencia, de forma oficial, "de los graves daños y problemas que causa a la ganadería en determinadas zonas".
UPA pide, al igual que lo hace la Comisión Europea, al Gobierno de España, que "siga las directrices del Ejecutivo europeo y rebaje el estatus de protección de una especie que está en expansión, y por lo tanto no requiere del mayor grado de protección".
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