El año pasado murieron o desaparecieron 2.390 personas migrantes en las rutas hacia España, según el último balance de la organización Caminando Fronteras, que puntualiza que 288 eran mujeres y al menos 101 niños.

La dramática cifra es superior aunque similar a la de 2020 (2.170 víctimas mortales), pero prácticamente la mitad que la registrada en 2021, cuando este colectivo contabilizó 4.639 personas fallecidas o desaparecidas.

Una cifra histórica achacable al enorme uso de la peligrosa travesía hacia la Islas Canarias, con los índices de mortalidad más elevados de todas las rutas, aunque según los últimos datos de Interior, el tránsito por esta ruta se ha estabilizado tras el fin de las tensiones diplomáticas entre España y Marruecos a cuenta del cambio de postura de España sobre el Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos.

De hecho, la vía hacia Canarias, también llamada ruta atlántica, ha vuelto a ser el mayor agujero negro para las vidas de las personas migrantes, y ya van cuatro años consecutivos. Según el informe, en estas aguas han fallecido 1.784 personas, unas cifras muy superiores a las que ofrece la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que habla de 543 víctimas, aunque esta organización de la ONU no contabiliza las desapariciones de pateras que alertan a Caminando Fronteras para pedir un rescate urgente en alta mar.

Para la ONG, esta realidad mantiene la tendencia al alza de los fallecimientos que se ha mantenido en los últimos cinco años en todas las rutas, tanto por tierra como por mar. La organización las achaca a las políticas migratorias que "dificultan, obstaculizan o directamente omiten la puesta en marcha en marcha de mecanismos de rescate para los migrantes".

Destaca también la tragedia del pasado junio en la frontera entre Melilla y Nador (Marruecos), elevando la cifra oficial de 23 a 40 muertos en un caso que "continua impune" tras el archivo de la Fiscalía de sus investigación por posibles delitos de los agentes españoles.

Por otra parte el informe resalta "la invisibilización sistemática de la ruta argelina, entre las costas del norte de Argelia y el levante español y Baleares, en la que al menos 464 personas han perdido la vida en 2022".

"La demora en la notificación de embarcaciones desaparecidas sumada a la distancia y peligrosidad de la ruta y a la omisión de rescates coloca a los migrantes procedentes de Argelia y a sus familiares en una situación de especial vulnerabilidad", advierte Caminando Fronteras.