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Catorce aparadoras contra la explotación laboral de la industria del calzado
Una delegación de mujeres de la Asociación de Aparadoras y Trabajadoras de la Industria del Calzado ha acudido este martes al Parlamento Europeo para denunciar ante eurodiputados y miembros de la Comisión Europea que llevan cuatro décadas sufriendo abusos laborales y que ahora, en el momento de jubilarse, no tienen derecho a pensión.
Alejandro Torrús
Bruselas-Actualizado a
"Si la situación de explotación que sufrimos en la industria del calzado no se ha solucionado es porque somos mujeres. Es sencillo. Los hombres están trabajando en las fábricas y cotizan. Nosotras seguimos siendo invisibles y llevamos ya décadas en esta situación sin que nadie haga nada para arreglarlo". Así de contundente y clara se ha expresado Isabel Matute, portavoz de la Asociación de Aparadoras y Trabajadoras del Calzado de Elche, en el Parlamento Europeo, en Bruselas, donde una delegación de catorce mujeres ha acudido a continuar luchando por su derecho a un trabajo digno y a una jubilación decente. Pincha aquí para leer nuestro especial Aparadoras.
"Si la situación de explotación que sufrimos en la industria del calzado no se ha solucionado es porque somos mujeres"
El discurso de Matute se ha sido repetido una y otra vez en las diferentes reuniones que las catorces aparadoras han mantenido a lo largo de un maratoniano martes acompañadas siempre por el eurodiputado Miguel Urbán, impulsor de la visita. Así, la presidenta de la asociación ha denunciado un "sistema de explotación" mediante el cual las mujeres trabajaban (y continúan trabajando) sin contratos o con contratos irregulares, desde casa o en talleres semiclandestinos, sin cotizar o cotizando menos de lo trabajado y con jornadas de 11 o 12 horas al día. La consecuencia es que hoy día, estas mujeres que comenzaron a trabajar hace más de 50 años, con 13, 14 o 15, llegan a la edad de jubilación sin derecho a pensión. "Se nos está abocando a la exclusión social", ha denunciado Matute.
"No se trata de una vida concreta. Se trata de todas nosotras. Somos compañeras y prácticamente todas tenemos la misma vida, la misma historia de explotación y el mismo historial de enfermedades que ni siquiera son reconocidas como enfermedades laborales porque, legalmente, no existimos, no trabajamos para nadie", ha proseguido la aparadora. Matute primero ha hablado ante un grupo de asesores de la comisión de Empleo de la Comisión Europea. Después, ante asesores de los eurodiputados españoles María Eugenia Rodríguez Palop e Idoia Villanueva (Podemos), Inmaculada Rodríguez (PSOE), Jordi Solé y Diana Riba (ERC); y, posteriormente, ante la eurodiputada francesa Leila Chaibi y la eurodiputada del BNG Ana Mirada, miembro del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo.
La respuesta que han encontrado las aparadoras seguramente no ha estado a la altura de lo esperado por ellas. Los representantes de la Comisión Europea, por ejemplo, han sido tajantes: es difícil que la Comisión pueda actuar ya que no tiene competencias. Es decir, según han explicado los asesores de la Comisión que han accedido a escuchar a las trabajadoras, España ha transpuesto bien la Directiva Europea, las leyes son correctas y, por tanto, se trata de un problema donde la Comisión difícilmente puede entrar. "No tenemos competencias", han repetido. Eso sí, han invitado a las aparadoras a tomar acciones a través del Ayuntamiento de Elche, de la Generalitat Valenciana y del Estado español. "La solución a sus problemas se tiene que dar desde cerca", ha asegurado uno de los asesores, que también ha señalado que al tratarse de economía sumergida es difícil poder comprobar que llevan 40 años trabajando en negro. "Nuestros cuerpos, nuestras enfermedades son la mayor prueba de que llevamos 40 años trabajando en una máquina de aparar y cualquier médico se lo puede decir", ha replicado Matute.
"Nosotras sabemos cómo hacer un zapato. Lo sabemos hacer perfectamente. Ustedes saben de leyes. Hagan lo que tengan que hacer para solucionar nuestra situación"
El eurodiputado Miguel Urbán, impulsor de la visita de las aparadoras al Parlamento Europeo, ha intervenido para señalar que la falta de cumplimiento de las directivas también puede ser motivo de acción de la Comisión y ha señalado que el simple interés de la Comisión Europea en este asunto, preguntando a España por la situación de estas mujeres de la industria del calzado, puede ayudar a las aparadoras a conseguir sus derechos. "Estudiaremos presentar una queja", ha zanjado el eurodiputado. Posteriormente, las catorce mujeres han continuado su frenético ritmo de reuniones con el encuentro con los asesores de los eurodiputados españoles mencionados anteriormente. Sí cabe destacar que Urbán (Anticapitalisas), ha sido el único eurodiputado español presente en esta reunión, en la que no había representantes de Cs, Vox, PP, Izquierda Unida ni En Comú Podem.
Los asesores han preguntado a las aparadoras información sobre su situación en España, por las inspecciones de trabajo, por los años trabajados y cotizados, por las empresas por las que trabajan, si conocen sanciones a empresarios, entre otras cosas, y han quedado en estudiar su situación. El objetivo de las aparadoras es convencer a los eurodiputados para que se unan a sus reclamaciones y apoyen sus peticiones para que tanto la Comisión Europea como la Eurocámara interpelen a España para que revise su legislación o, al menos, el cumplimiento de la misma en el caso concreto de las aparadoras. "Nosotras sabemos cómo hacer un zapato. Lo sabemos hacer perfectamente. Ustedes saben de leyes. Hagan lo que tengan que hacer para solucionar nuestra situación. No podemos seguir así", ha sostenido Matute.
Acto seguido, las catorce mujeres se han reunido también con la eurodiputada de Francia Insumisa, Leila Chaibi, vicepresidenta del Comité de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento. Por último, han tenido un encuentro con Ana Miranda (BNG), miembro del Comité de Peticiones del PE y única eurodiputada española, junto a Miguel Urbán, que ha mantenido una reunión bilateral con las mujeres para conocer, en primera persona, sus reclamaciones. "Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudaros. Después de toda una vida trabajando merecéis que se reconozcan vuestros derechos", ha señalado la eurodiputada gallega.
"No nos vamos a cansar. Estamos reclamando lo que hemos trabajado. Ni más ni menos. Y así seguiremos"
Así las cosas, las aparadoras se han marchado de Bruselas con un sabor agridulce. Por un lado, en el apartado positivo, se van con promesas de que se seguirá estudiando su situación y queda pendiente una futura visita para explicar su situación al Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, la vía con mejores perspectivas, y sin descartar que la Comisión Europea pueda realizar alguna pregunta a España. Por otro lado, resuena en sus cabezas las palabras de los asesores de la Comisión: "No tenemos competencias". Una afirmación que se suma a una larga lista de instituciones, como el Ayuntamiento de Elche, los sindicatos o los diferentes gobiernos autonómicos o estatales que conociendo la situación de explotación laboral que sufren no han aportado medidas suficientes para solucionar su situación.
"Entiendo que mis compañeras puedan sentirse un poco desilusionadas ahora mismo. Yo no lo estoy y me encargaré de que mis compañeras recuperen la moral. Llevamos muchos años luchando y vamos a seguir haciéndolo. No nos vamos a cansar. Estamos reclamando lo que hemos trabajado. Ni más ni menos. Y así seguiremos", ha concluido Isabel Matute a preguntas de este periódico en la rueda de prensa celebrada en el Parlamento Europeo.
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