Este artículo se publicó hace 4 años.
Censura parentalAsí funciona el servicio de HazteOir que 'ayuda' a los padres a vetar las charlas para sus hijos
La organización ultracatólica anima a los padres a que presenten la censura parental en los centros aunque no se aplique esta medida en su comunidad autónoma. Si el centro no acepta que el alumno falte a la charla, se aconseja a las familias que denuncien o realicen una campaña contra el colegio.
Madrid-Actualizado a
La organización ultracatólica HazteOir ya tiene en marcha toda una ofensiva a favor de la censura parental que va desde el asesoramiento a las familias hasta campañas de acoso a los centros educativos. Desde el servicio de atención a familias del lobby ultra se anima a los padres a que se organicen así contra las charlas en igualdad y diversidad que forman parte del currículo de los centros escolares.
Fue la semana pasada cuando HazteOir anunció que ponía a disposición de los padres un "teléfono de atención a las víctimas de adoctrinamiento de género". Este medio llamó al número que aparece en la página web mishijosmidecision.org y desde aquí explicaron las diferentes formas que recomiendan a los padres que utilicen para evitar que sus hijos asistan a las charlas.
Público planteó a la persona que cogió el teléfono una situación ficticia: una madre que no quería que su hijo asistiera a una charla sobre violencia de género y que ya tenía quejas porque en su centro le decían a los niños que, si quieren, podían realizar actividades que no "corresponden" a su sexo. La organización ultra no planteó ninguna objeción ante estas quejas estereotipadas y machistas y animó en todo momento a que se evitara que el hijo participara en la charla organizada, pese a no concretar ni siquiera la asociación que iba a impartirla.
Según explicaron desde la organización ultra, el proceso es el siguiente: primero hay que presentar la solicitud de información previa y consentimiento expreso ("pin parental") en el centro. Si el colegio o instituto no cede ante los padres, ponen a disposición de la familia a un abogado gratuito para que denuncien. Por último, puede organizarse una campaña que va desde las redes sociales hasta repartir folletos en las puertas del centro.
Primer paso para vetar las charlas: pedir la censura parental
Desde HazteOir aseguraron que el centro debía ceder a acatar la censura parental. Remitieron a la información legal que se da desde la página web y a lo que explican en la solicitud donde defienden el "pin parental" según lo previsto "en el artículo 27.3 de la Constitución Española, en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea". Unas normativas que en realidad defienden la educación en igualdad.
"SOLICITO ser informado previamente sobre cualquier actividad, charla, taller o similar que afecte directamente a la educación moral del alumno en cuestiones socialmente controvertidas, como son las relativas a educación afectivo-sexual, la "identidad y expresión de género", la "diversidad sexual y afectiva", los "diferentes modelos de familia", etc. De este modo, podré evaluar con anterioridad dichas actividades y prestar, si procede, mi aceptación expresa para que el citado alumno participe en las mismas", indican en el documento al que tiene acceso cualquier persona para descargarlo en la página web.
Además, también se pide toda la información previa que va desde el contenido hasta los materiales o las personas o entidades que van a impartir las charlas. En el documento se exige que si el padre no da su aceptación expresa y firmada, el centro ha de eximir al alumno de la participación en la actividad.
Los ultras recomiendan que se presente en las Consejerías de Educación de las Comunidades autónomas si el centro no cede en un primer momento. De hecho, en la página web también se facilitan los contactos de cada región.
Segundo paso: denunciar al centro educativo
Si no se consigue que el alumno evite ir a la charla, HazteOir recomienda denunciar al centro. La organización ultra puso a disposición de la persona que llamó de este medio a un abogado gratuito para este proceso. Según explicaron, hay un profesional que se está dedicando a estas labores desde hace varios meses.
Para este paso desde la organización insistieron que primero había que intentar que el centro o la Consejería de Educación permitiera que se aplicara la censura parental.
Tercer paso: campaña contra el centro educativo
El último paso tiene como ejemplo lo sucedido este martes en un colegio de Leganés. Miembros del grupo fueron al colegio público Miguel Hernández a repartir folletos que animan a los padres a ejercer el veto parental. El mensaje: "Protege a los niños del adoctrinamiento en ideología de género".
No estuvieron mucho tiempo en el centro porque la Policía Municipal les solicitó que recogieran el despliegue al estar ocupando el espacio público sin tener permiso para ello. A la llegada de algunos vecinos al enclave, además, los agentes solicitaron a los miembros de HazteOir que se cambiasen de acera ante el aumento de la tensión y los gritos de algunos padres en su contra.
Durante la llamada telefónica que se produjo a medio día, HazteOir se mostró a disposición de ayudar para organizar un reparto de propaganda como el de Leganés. Además, también se comunicó que podía realizarse una campaña de señalamiento por las redes sociales.
En la página web ya apuntan a varios centros. En un apartado, 'Colegios donde se adoctrina', el grupo va acumulando varios casos donde se realizan charlas que favorecen la diversidad e igualdad. En sus folletos señalan directamente tres centros concretos que también se encuentran en la lista de la web.
HazteOir llama "adoctrinamiento" a que un 'drag-queen' explique la diversidad sexual mediante un cuento, al Plan Skolae de formación afectivo-sexual impartido del Gobierno navarro y a las charlas impartidas por la asociación Acrópolis sobre que es "ser gay" y "ser lesbiana". En la página web llegan a recoger un centenar de casos similares. Sin embargo, las denuncias presentadas por "adoctrinamiento" son casi inexistentes.
En la Comunidad de Madrid señalan a unos cincuenta centros, pero el consejero de Educación del Gobierno de PP y Ciudadanos, Enrique Ossorio, explicó hace semanas que en Madrid ha habido cero denuncias sobre "charlas o coloquios improcedentes". Lo mismo ocurre en Murcia, donde ya se aplica la censura parental por una instrucción de la coalición de derechas, pero el presidente autonómico, Fernando López de Miras, reconoció que no le consta ninguna denuncia formal de "adoctrinamiento".
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